EDITORIAL * INDYROCK
091 ABRE LA PUERTA DE LAS ESTRELLAS
Por JUAN ENRIQUE GÓMEZ – Director de INDYROCK
Mayo 2016
“El silencio de la noche ayudó a propagar los sonidos distorsionados de las guitarras. La
luna se sumó a la contemplación, al salvaje baile de los desesperados. Una Gibson SG negra
lloraba al viento. Los buffers marcaban las cotas más altas de la historia reciente del
rock'. Es el párrafo que escribí como inicio del libro que en 1996 se convirtió en la
primera biografía de 091 (Juan Jesús García y Juan Enrique Gómez –Ediciones Osuna – mayo
1996). Era la constatación de que el fin no es siempre un final. Aquella noche, cuando los
Cero creyeron cerrar la última página de su historia, se iniciaba el germen de un lento
‘big bang’, de un proceso que daría forma a un nuevo universo en el que la sensación de
ausencia alertaría los corazones para generar un nuevo impulso, daría lugar a puntos de
luz que poco a poco reactivasen las palabra y las notas que nunca dejaron de viajar
en el espacio-tiempo. Dos décadas después, la música fue el detonador de una gran
explosión cósmica que daba luz al ‘Universo Cero’. El gran resplandor inundó las mentes
esperanzadas, pacientes y expectantes. 091, la banda española de rock más querida de la
historia de la música contemporánea, volvía a enarbolar su bandera, a entonar sus himnos y
a recibir el calor de decenas de miles de viejos y nuevos seguidores. Escenarios de
festivales en el norte y salas de reconocido prestigio en la capital del Reino y en
territorios de provincias, solo fueron instantes precursores, etapas de un viaje por el
gran acelerador que había de confluir en el centro neurálgico de los Cero. Dos instantes
eternos, dos días para la música y redescubrir sensaciones latentes, que no olvidadas.
No fueron veinte años sin Cero, sino solo dos décadas de espera que han servido para
disfrutar de otras formas de sentir, de plasmar la creación interior, para explorar otros
mundos y exponerlos como regalo a la legión de huérfanos del 96. No han sido 20 años
baldíos, sino 35 de grandes canciones.
En mayo de 2016, a pocos días de cumplirse el aniversario de la desaparición, los Cero
ejecutaban su ‘Maniobra de la Resurrección’, la misma noche en la que el ‘Espantapájaros’
lograba, por fin, su milagro.
TODOS MIS AMIGOS
Por MERCHE S. CALLE / Editora de IndyRock
Una visión personal del concierto de la Plaza de Toros
Granada 13 de mayo de 2016
A las ocho empezó a llover fuerte y daba la sensación de que el “mal fario' o el Viernes
13 iban a fastidiar la fiesta.
Whatsapp se fundía con la pregunta ¿Se suspenderá el concierto?
Como buenos fans de los Cero nos pusimos en marcha y cuando nos acercamos a la plaza de
toros el ambiente hacia evidente que no se suspendía. Todo el mundo venía provisto de
paraguas, chubasqueros, gorritos e ingenios varios. Algunos chubasqueros y camisetas
llevaban el logo que Juan Enrique Gómez había creado para su libro de los Cero
hace 20 años.
En la cola para recoger las acreditaciones ya nos dimos cuenta que además de un concierto
iba a ser un reencuentro.
Abrazos y saludos. Paco Chica con su perfecto look de crooner fue nuestro primer
avistamiento, junto a numerosos compañeros de la prensa.
Lola, De Riff, nos condujo al foso cuando sonaban los primeros acordes del
concierto de Víctor Sánchez.
Primera sorpresa, el albero era una sopa, andando los pies se quedaban pegados...
Mi compañero Carlos Morán me dijo: Esto es Woodstock!!! – en alusión al
barro- o el Esparrago, que también acudía a nuestra memoria.
La impecable banda de Víctor con Popi, David Rodríguez y Carlos Díaz
de Eskorzo colmaban de sonidos una plaza que se llenaba poco a poco bajo un insensante
“calabobo'.
Cuando sonaba 'Palo Cortao' mezclado con el clamor del público: Ceeero,
ceeeero....ceeero, ya no llovía.
O no importaba.
Porque rugían tormentas imaginarias.
En la calle del viento
En la Torre de la Vela
En la noche que la luna salió tarde...
En el intermedio y hasta el final del concierto no parabas de saludar a gente
Javi PPM, con su preciosa hija
Alex, de Lori Meyers
Raúl Bernal, SUE, acompañantes habituales de Lapido en solitario
Juanma Ferriz , el ex cero... su hermano, en primera fila.
Dany, compañero de Jose Antonio en Sin Perdón (la primera aventura tras los
cero)
Fernando de Wild Punk
Pepe Rodríguez de Musiserv
En el escenario, Manolo de Niños Mutantes
Miguel López de Planetas, Lori Meyers, Grupo de Expertos….
Pedro Pablo y varios compañeros de Jacinto en TG7
Elena, técnico de sonido de Planta baja
José María Rueda, ex concejal del PSOE
Adolfo, hermano de Tacho y técnico de sonido de 091 de casi siempre
El fotógrafo Javier Sánchez con Silvia Martín, colaboradores de
IndyRock y que en las primeras filas cantaban cada una de las canciones en la primera de
sus dos noches de conciertos.
No recuerdo todos los nombres pero sí las caras de los habituales de los conciertos,
de la noche granadina.
No éramos los únicos. Los abrazos se repetían por todo el coso, reencuentros, saludos,
charlas y risas. Muchos no se veían desde hacía tiempo.
El coso era una masiva reunión de amigos, viejos y nuevos.
Todos mis amigos, los mios y de los Cero.
Al final, y durante... me acordé de Javier García Lapido
Lo que hubiese disfrutado esa noche...
Lo que hubiese disfrutado todo este año.
A la mañana siguiente, al despertar, los sueños no se me habían escapado.
Y la vida no me parecía tan mal.

FOTOGALERÍA * GRANADA * MAYO
2016. FOTOS: MERCHE S. CALLE
AL FIN, PROFETAS
13 y 14 de mayo 2016 Plaza de Toros Granada
CRÓNICA: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
Se fueron en Maracena para no volver. Y ahora deberían volver para no irse nunca. Qué
cantidad de momentos, emociones y recuerdos ha dejado 091 en la retina de sus seguidores
durante los dos conciertos celebrados en la Plaza de Toros de Granada. Porque los sueños no
se cumplen fácilmente, y menos un sueño del que hemos despertado tras veinte años. Durante
dos noches se han reunido sobre el albero tres generaciones: los que pudieron verlos en su
día, los que se quedaron en las puertas por poco, y los que han sido aleccionados por sus
padres y hermanos con sus discos escuchados en casa una y otra vez. Si
bien el viernes se notó a la banda más fría y cohibida (puede que les influyera el diluvio
universal que cayó hasta poco antes de su actuación), el sábado se sintieron más cómodos y
cercanos, llevados en volandas por unos fans, que según palabras de Jose Antonio 'os
merecéis un premio', 'con vosotros Jesucristo hubiera resucitado varias veces' o un 'Gracias
por la resurrección, os queremos' que llegó al corazón de todos. Sin ir más lejos, el
viernes Jacinto empezó su actuación tocando de espaldas al público, y el sábado se echó
'palante' y se acercó a Pitos al centro del escenario, robándole unas sonrisas al hombre de
Padul.
A Fonfi, Adolfo González y al tío Paco fue dedicado el concierto del sábado. El
concierto del viernes contó como teloneros a
Víctor Sánchez, que defendió
perfectamente el segundo larga duración del lugarteniente del maestro, Sacromonte. Para el
sábado el ruedo se fue calentando con la música de
El Hombre Garabato, el grupo con
el que Jose Antonio ha hecho más migas últimamente.
Con una puntualidad inglesa llegó la música de Ennio Morricone en Hasta que
llegó su hora, y los hombres de negro se situaron en sus respectivos lugares para incendiar
la plaza con Palo cortao. Con la presencia de Pitos y su armónica sobre el escenario el
delirio era ya máximo, porque llevaban anunciando sus conciertos casi veinte años. A partir
de ese momento el show se convierte en un grandes éxitos de treinta temas. Para todos los
gustos y de varios colores. Calentaron el ambiente con Zapatos de piel de caimán, Debajo de
las piedras y El lado oscuro de las cosas. Con respecto a sus conciertos anteriores
incluidos en su maniobra de resurrección añadieron algunos temas e incrementaron la
duración. Así, se pudieron escuchar Esperar la lluvia, Si hay tormenta, Nadie encuentra lo
que busca (sólo interpretada por los hermanos Lapido y Jose Antonio), una de las grandes
esperadas (Escenas de guerra) y la incombustible El baile de la desesperación.
El orden de las canciones ha sido muy bien elegido, alternando momentos en los
que es imposible estar sentado con otros que invitan a hacer un descansillo y agarrar de la
cintura que nunca viene de más, como fue el caso de Tormentas imaginarias, Nubes con forma
de pistola, la preciosa La noche que la luna salió tarde, Un cielo color vino o qué decir a
estas alturas de la interpretación de La canción del espantapájaros que realizan el maestro
Lapido y Pitos, con una plaza rebosante de emociones, y en la única en la que Jose Antonio
se quitó sus gafas de sol.
Si para el viernes sí quedaron entradas a la venta (también es verdad que el
tiempo no acompañó y echó para atrás a más de uno), el sábado sí que se contó con un sold
out en toda regla. Como hecho a propósito, el sábado a las doce de la noche comenzaba el
cumpleaños de Jose Antonio, así que no se quedó sin su canción de cumpleaños feliz. Todo
medido al detalle.
El grueso de la actuación duró hora y media, acabando con La torre de la vela,
y dejando a todos los granadinos y no granadinos con muchas ganas de más. Porque vino gente
de muy diferentes lugares, y por supuesto de nuestra vecina Almería. Alguno me comentaba que
le gustó más el sonido del Maestro Padilla, pero que ver a diez mil personas congregadas era
algo no comparable a nada.
En la segunda parte del set sonaron entre otras Esta noche, La calle del
viento, la tan aclamada Qué fue del siglo veinte, la sentida Escenas de guerra, Mi sombra y
yo o El baile de la desesperación. Mucho bueno como diría aquel. Para poner el broche de oro
a la noche los toreros volvieron al ruedo y regalaron Cómo acaban los sueños y La vida qué
mala más, con una alegría en el cuerpo de sus fans que no se puede describir con palabras.
Había que estar allí.
En cuanto al estado de forma del grupo de la policía, la nota es de
sobresaliente. Tacho González no desfallece en ningún momento, con su batería impulsa el
tema que sea; Jacinto sigue aportando su dosis de rockero hasta la muerte ayudando a sus
compañeros a sacar lo mejor de sí mismos; Víctor Chico Lapido sigue mejorando con los años,
y su solo compartido con su hermano en La noche que la luna salió tarde o la subida a los
cielos que consigue en Cómo acaban los sueños son dignos de una master class. Para el final
me dejo al maestro Jose Ignacio García Lapido, compositor de unos temas que con el paso del
tiempo aportan nuevas lecturas, sumándoles a algunos nuevos arreglos que los mejoran si cabe
todavía más, haciendo de vez en cuando unos coros que complementan a Pitos, y con un inicio
de Palo Cortao que pone los pelos de punta. Y qué decir de Jose Antonio García a estas
alturas. Seguro que algún periodista descubrirá su pacto con el diablo. De riguroso negro el
viernes y con su ya conocida camisa de lunares el sábado su voz y su puesta en escena dotan
a la banda de la elegancia precisa. Para un grupo sobrio es la persona adecuada para
canalizar la energía con su público, con más chulería que su sombra.
En una gira en la que se cuidan todos los detalles, hasta la música previa
suena a celestial. Así, el viernes se pudieron escuchar a los luminosos Jayhawks, y el
sábado incluso el Paint it black stoniano. Y al igual que en Sevilla, cuando las luces se
apagaron sonó Hurricane de Bob Dylan. También muy acertadas las tres pantallas Led detrás
del escenario con imágenes y el número de la policía acompañando al grupo.
De los conciertos de Granada se lanzaba una grabación de imagen y sonido con
todo lo acontecido durante dos horas y media de puro rock. Estaría bien que ya que han
vuelto no se fueran, y así no tengamos que estar otros veinte años escuchando el Último
concierto Volumen 2. Larga vida a los Cero y a sus seguidores, porque si algo ha quedado
claro durante el fin de semana es que existen muchos otros como ellos, por lo menos
veinte mil, aunque seguro que somos muchos más.
091 experimentan su segunda resurrección en un concierto que presagia noches de pasión en
el universo Cero (Crónica y fotos)
LA
SEGUNDA RESURRECCIÓN
EMOCIÓN
EN CULTURA INQUIETA
091 logra emocionar a la legión de seguidores que les vieron en el Festival Cultura Inquieta
de Getafe (Madrid), donde ya presentaron algunas nuevas canciones...

091 EMOCIONA EN LA PRIMERA JORNADA DEL CULTURA INQUIETA
La banda granadina desgranó durante casi dos horas lo mejor de su repertorio y avanzó
temas del que será su nuevo disco.
Pocos minutos pasaban de las diez cuando aparecieron en el escenario y rozaba la medianoche
cuando se bajaron. Casi dos horas ha durado la cita de 091 con el público de Getafe y en
todo ese tiempo apenas se han dado tregua las 1.800 voces que les han acompañado desde el
"Zapatos de piel de Caimán" que ha abierto el concierto hasta el "La vida qué mala es" de la
despedida. Entre una y otra, los de Lapido han desgranado, himno tras himno, lo mejor de su
discografía, pero han tenido tiempo también para sorprender con alguna de la nuevas
canciones que compondrán su esperado disco, el primero que publicarán desde hace dos
décadas.

ASÍ ACABAN LOS SUEÑOS
Granada, MANIOBRA FINAL 17 diciembre 2016
CRÓNICA: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
Un lugar para encontrarse con viejos y nuevos amigos.
Como todo en esta vida llega, la Maniobra Final también lo hizo. Después de treinta y ocho
conciertos en las espaldas el Palacio de Deportes granadino hizo las veces de Maracena, solo
que veinte años más tarde. Casi nada. Todos estábamos allí, y los que no pudieron asistir
por diferentes motivos seguro que escucharon en Radio 3 un pedazo de concierto que se alargó
hasta las dos horas y cuarenta y cinco minutos. Nada que envidiar a Bruce Springsteen. Al
igual que en otros bolos, Dylan y The Jayhawks (en esta ocasión "Stumbling through the
dark") sonaban por los altavoces en los minutos previos a la gran cita. Con
puntualidad inglesa, a las diez de la noche, en las dos pantallas situadas a los lados del
escenario aparecieron imágenes de los músicos y seguidores en diferentes momentos de la
gira, sobre todo haciendo referencia a los dos días en la Monumental de Frascuelo. Con
música de Espantapájaros de fondo y con un "Gracias" final que llenaba de emoción el
recinto.
El grupo se despide de su gira Maniobra de resurrección en lo más alto, igual que ocurrió en
el año noventa y seis. El set list fue el mismo que en su penúltimo concierto de El Ejido,
salvo que incluyeron "El lado oscuro de las cosas", "Un camino equivocado", su "Cementerio
de automóviles" y "Venus". Y como no podía ser de otro forma, la lluvia volvió a acompañar a
la banda, como ocurrió en algunas citas anteriores. El Palacio se convirtió en un inmenso
karaoke, había más ganas de celebrar que de pensar en despedidas. Con un Pitos muy
comunicativo, y aparentemente recuperado de sus problemas de voz de la semana pasada, fueron
cayendo frases muy sentidas como "Buenas noches Granada", a la que el público respondió con
un "Ceeero, Ceeero"; "Volver donde todo terminó. Y después de cuarenta conciertos éste ha
sido el mejor regalo. Muchas gracias por esperarnos. Todavía nos queda una gran noche por
delante. Cantad cada canción como si fuera la última. Bienvenidos a nuestra Maniobra Final;
"No nos queremos olvidar de dar las gracias a todo el equipo técnico, luces, sonido,
backline, promotores, festivales, familias y al público. Gracias por esperar veinte años".
Para cerrar la primera parte de su actuación con "La torre de la vela" llegó un "Las
despedidas son tristes. Ha sido un placer estar con vosotros"; y antes de echar las
persianas con las tres últimas canciones: "Es difícil abandonar el mundo de los vivos. Me
habéis dado gasolina por lo menos para veinte años más. Nos vemos en próximas
reencarnaciones". Por lo que respecta al maestro Lapido, al que nunca lo he escuchado hablar
durante toda la gira, también expresó sus emociones antes del momentazo de "La canción del
espantapájaros": "Nos volveremos a encontrar. No sabemos cuándo ni dónde, pero volverá a
brillar el sol".
Que se trataba de una noche especial se apreciaba en gestos que en otros conciertos no se
habían producido. Por ejemplo, en "Otros como yo" Pitos se acercó a Chico Lapido y tocó su
guitarra en un gesto de empatía. O el cambio de vestuario de Jose Antonio, al igual que
ocurriera en Maracena: comenzó con chaleco y camisa negra con lunares blancos, cambió la
camisa negra por una blanca de lunares, para acabar con camiseta negra en la última parte y
pegar fuego en su oficina como en los viejos tiempos. Cuando la última nota sonó Pitos tiró
el micrófono al suelo. Hasta aquí hemos llegado. No sabemos si habrá más resurrecciones, lo
cierto es que estos Cero nos han hecho vivir cada concierto como si fuera siempre el último,
devolviendo a muchos emociones que tenían olvidadas. Sólo por eso tenemos que darles las
gracias.
Como ha sucedido durante toda la gira, "Hurricane" de Dylan nos volvía a poner los pies en
la tierra. Ni el mismo grupo sabe si continuará en activo. Se irá viendo con el devenir de
nuevos acontecimientos y con el paso del tiempo. Si 091 expresó su agradecimiento al
principio del concierto con un sencillo y caluroso "Gracias", creo que sus seguidores
devuelven el mensaje, haciendo de toda su gira una gran fiesta, un lugar para encontrarse
con viejos y nuevos amigos. Una forma como otra cualquiera de celebrar que estamos vivos y
que no sabemos por cuánto tiempo. Como decía la pancarta colgada en las gradas: ¡Larga vida
091! Jose Ignacio, Jose Antonio, Tacho, Víctor y Jacinto. Gracias.

LO CIERTO ES QUE LA MELANCOLÍA ESTÁ LLEGANDO
091 Concierto en el Ejido, la penúltima cita del año de la Resurrección 10-diciembre 2016
CRÓNICA: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
El grupo granadino 091 tocaba en su penúltima cita del año en el Auditorio de El Ejido. Con
un público entregado desde el principio, con niños cantando cada tema mejor que el propio
Pitos, la noche sabía a triunfo y éxito.
Sobre las diez de la noche los hombres de negro se iban posicionando en el escenario
mientras por los altavoces sonaba "The man with the Harmonica" de Ennio Morricone. Para ir
calentando el ambiente previamente sonaron temas de Kings of Leon, el "Tailspin" de The
Jayhawks o Dylan. Jose Ignacio Lapido acaricia su Gibson SG, la que hace poco tiempo
cumplió treinta y cinco años, y hace sonar el primer chispazo de "Palo cortao". Cuando llega
el momento de tocar la armónica aparece Jose Antonio García, vestido elegantemente con
camisa blanca de lunares, chaleco y gafas de sol, aunque en esta ocasión sin sus ya clásicas
botas terminadas en punta.
Acompañados de dos ruedas de calidad fuera de serie como son Jacinto Ríos y Chico Lapido, el
motor es la batería de Tacho González, lo que convierte al grupo en un cadillac con todos
los extras.
"Qué fue del siglo veinte" fue el segundo misil mandado a la sala, y tras el tercero
("Zapatos de piel de caimán"), Pitos dijo las primeras palabras de la noche: "Buenas noches
El Ejido. Es un placer, de verdad".
El grupo ha alcanzado un gran estado de forma, cada uno de sus componentes tiene muy claro
cuál es su rol, y podrían repetir sus shows con los ojos cerrados. La banda paraba un poco
entre tema y tema; muy posiblemente se debiera a los problemas de garganta de Jose Antonio,
que se comportó como un gran profesional. Hay que recordar que la noche anterior habían
actuado en Málaga, lo que significaba más castigo para su voz.
Fueron cayendo composiciones que siempre se han mantenido en el set list de la gira
"Maniobra de resurrección", incluyendo algunas que no han sonado tanto. Es el caso de "El
deseo y el fuego". Y por supuesto "El baile de la desesperación" no podía faltar. Jose
Antonio presentó "Para impresionarte" recitando "He pasado muchas horas deambulando para
regalarte". Esta vez una de las sacrificadas fue "Debajo de las piedras".
Se trataba de la primera vez que disfrutaba de 091 en un auditorio, con el
inconveniente que supone tener que permanecer sentado durante un concierto de rock. Para
nada fue un obstáculo. A las primeras de cambio el público saltó de sus butacas y dio rienda
suelta a su pasión por los Cero. Sólo en los tiempos más lentos sus seguidores se daban un
respiro y se sentaban por un instante. Para poner la carne de gallina se escucharon "Escenas
de guerra" (una de las olvidadas en muchos conciertos de la gira), "Tormentas imaginarias" o
"Un cielo color vino", donde Pitos saca a relucir todas sus dotes actorales y lo borda,
interpretándola sin sus gafas de sol.
El cantante de la banda presentó "La torre de la vela" con un "Con gente como vosotros
resucitaríamos más veces. Os queremos". Así acabó el grueso de su actuación. Pero lo bueno
aún no había llegado.
El maestro Lapido haciendo una reverencia cambió su guitarra eléctrica por una acústica, y
llegó el momento de mutarse en espantapájaros. Sublime.
Se esperaban con los brazo abiertos "Cementerio de automóviles" y "Venus", el gran
descubrimiento. Pero quizá debido a los problemas de voz de Pitos las reservaron para otra
ocasión. Una verdadera pena.
Las canciones que sirvieron de final fueron de traca. Jose Antonio y el resto del grupo se
sentían como en casa, y las gafas de sol del frontman desaparecieron para empatizar más si
cabe con su público.
Sonaron "Esta noche" y "La calle del viento". Y antes de la sobrecogedora "Cómo acaban los
sueños", Jose Antonio dijo que "No tengo la voz muy fina, pero que hay que hacer un esfuerzo
por vosotros".
Para poner la guinda al pastel sonó "Fuego en mi oficina". Increíble. Los Cero la tocaron
con una fuerza y energía que quedará para el recuerdo.
La Maniobra Final se acerca. Será el diecisiete de diciembre en el Palacio de Deportes de
Granada. Muchas emociones, recuerdos y amigos aparecen en la retina de muchos. En el
concierto de El Ejido coincidí con fans de Almería y de Caniles que conocí en el segundo
concierto de 091 en la Plaza de toros de Granada. Y qué decir de la niña de seis o siete
años que se sabía todas las letras del grupo, a la que Jose Antonio tuvo el detalle de
acercarse y darle dos besos. Ver para creer. El año Cero concluirá con su nuevo "último
concierto". Que nos quiten lo "bailao". Por lo que respecta al futuro, esperamos que nos
sorprenda para bien.
Tras dos horas y cuarto de "música buena para gente buena" las almas volvieron a tocar la
tierra. "Hurricane" de Dylan sonó de nuevo, como en las mejores noches.
SIGUE ESTANDO SAN TORCUATO DE NUESTRO LADO
091- Concierto en Guadix
CRÓNICA: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
Si hace poco más de un mes 091 salió por la puerta grande de la Plaza de toros de Motril, en
esta ocasión el triunfo se produjo en la Plaza de las Palomas de Guadix. Con las fiestas
accitanas calentando motores, qué mejor etapa prólogo que un concierto de los granadinos de
moda. Tras su actuación en Motril escribí que los próximos bolos serían todavía mejores, y
no me equivocaba para nada. El repertorio en los dos conciertos ha sido el mismo, si bien ha
transcurrido un mes entre ambos, habiendo tocado en diferentes festivales veraniegos como
por ejemplo el Low Cost alicantino, y eso se nota. La soltura sobre las tablas, el dejarse
llevar está surtiendo efecto. Lo que no falla nunca en sus conciertos son
las buenas canciones que suenan por los altavoces antes del show. En Guadix sonaron '
Dime,
dime' de nuestros queridísimos Los Ángeles, 'I fought the law' de los Stray Cats o un
grupo que los va acompañando en toda la gira, The Jayhawks.
La cola para entrar al coqueto recinto era interminable. Había muchas ganas de
ver al grupo, y fue mucha la gente que se acercó desde Granada, incondicionales que compiten
unos con otros por ver quién los ha visto más veces en su gira
Maniobra de resurrección.
A las diez y media comenzaba el que se está convirtiendo en el habitual ritual
para muchos. Suena la magnífica '
The man with the Harmonica' de Ennio Morricone, los
cuatro hombres de negro saludan y se van colocando en sus puestos de salida. Y cuando el
maestro Lapido toca los primeros acordes de '
Palo cortao' el éxtasis y la devoción se
apoderan de sus seguidores. Porque el quinto hombre de negro, Jose Antonio, aparece un poco
antes de darle rienda suelta a su armónica.
Si tras veinte años de paréntesis 091 ha vuelto a los escenarios, es porque sus
canciones durante ese tiempo no han dejado de sonar en la cabeza de mucha gente. Así que
cada vez que sacan a pasear su repertorio uno se da cuenta del gran legado que han regalado
a sus fans. Si pensamos en las canciones con más pegada, cada noche no pueden faltar '
Zapatos
de piel de caimán', '
Debajo de las piedras', '
El lado oscuro de las cosas',
'
Huellas', '
Éste es nuestro tiempo', o '
En la calle', donde Tacho
González marca con sus baquetas el rumbo a seguir.
Si tocamos el palo de las canciones más lentas no pueden faltar '
Tormentas
imaginarias', '
Nubes con forma de pistola', '
La noche que la luna salió
tarde' (la única en la que Jose Antonio se quitó las gafas de sol), '
Un cielo color
vino' (donde el frontman se acerca mucho al público) o '
La canción del
espantapájaros' (un mano a mano Lapido-Pitos).
Y si pensamos en canciones que van ganando con los años y van a más no podemos
dejar a un lado '
En el laberinto', '
Para impresionarte' (en la que Pitos
recitó la primera parte antes de cantarla), '
El baile de la desesperación' y '
Otros
como yo' (donde el público participa haciendo palmas), aunque esta lista se podría
ampliar mucho más. Y por otro lado los temas que han actualizado con cambios que les han
venido muy bien, como es el caso de '
Sigue estando Dios de nuestro lado'. Como no
pueden incluirse todos los temas emblemáticos de la banda, se tuvieron que quedar fuera '
Escenas
de guerra' y '
Un camino equivocado'.
De nuevo Jose Antonio García se mostró muy comunicativo, comenzando con un '
Buenas
noches Guadix, teníamos muchas ganas de estar con vosotros'; también dijo que el grupo
había hablado de la última vez que habían tocado en la ciudad accitana, y esperaba que su
actuación fuera igual de buena que aquella vez, dando las gracias por todos los que les han
ayudado a 'resucitar'.
La parte final de su espectáculo es explosiva, como siempre. '
La calle del
viento' y '
Qué fue del siglo veinte' sirven de despedida, para volver con un
bis arrollador, demostrando por qué pueden presumir de un grandísimo directo. '
Cómo
acaban los sueños' crece cada noche, con un solo de guitarra final de Víctor Lapido
que está provocando que muchos seguidores quieran situarse entre él y Jacinto Ríos para
disfrutar más que nadie de ese momento. Y para concluir nada mejor que hacerlo con '
La
vida qué mala es', donde Jose Antonio toca las maracas mientras se pasea de un lugar a
otro del escenario, dejando siempre a todos con ganas de más, al mismo tiempo que Jose
Ignacio Lapido se ve más suelto que nunca y con un Jacinto que sigue aportando esa dosis de
garra que tanto suma al grupo.
Como dice una de sus canciones más emblemáticas, '
La torre de la vela',
'allí estaré' la próxima vez que quiera pasármelo realmente bien. Va quedando menos para que
llegue diciembre (mes en el que acabará tristemente su
Maniobra de resurrección),
así que no hay que desperdiciar oportunidades de poderlos ver una vez más. '
Hurricane'
de Dylan sonaba de nuevo por los altavoces poniendo el punto final a una gran velada. Hasta
la próxima.

091 DEJA HUELLA EN MOTRIL
23 de julio 2016
CRÓNICA: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * INDYROCK
Mucha ilusión había levantado la actuación de 091 en Motril. Y las expectativas se superaron
con creces. Pero vayamos por partes. Con dos grupos teloneros la noche (sin luna) no empezó
tarde, sino todo lo contrario. El grupo que tan bien conoce Jose Antonio García, El Hombre
Garabato, todavía con luz de la costa tropical, dio rienda suelta a una velada para
enmarcar. Todavía no eran muchos los que se habían acercado a la plaza de toros motrileña,
por lo que fueron sólo unos pocos los que pudieron disfrutar de esta formación que cada día
va a más.
Foto: Javier Martín / IDEAL
Más suerte tuvieron los motrileños L84, profetas en su tierra. Cada vez iba entrando más
público al recinto, pudiendo el grupo disfrutar del juego de luces una vez que la noche
había llegado. Con su estilo surf primitivo fueron calentando motores y aglutinando cada vez
a más seguidores de los Cero. Con canciones como 'La huida', 'Playa bikini' o la que
utilizaron para acabar su puesta en escena, la clásica 'Tengo el corazón contento', L84 dejó
bien situados a los campeones del Tour de Francia en las primeras rampas del último puerto
de la etapa. Era el momento de 091. Escuchar previamente por los altavoces 'Paint it black'
y 'My generation' era un buen presagio. Con '
The man with the
Harmonica' de Ennio Morrincone avisando de lo que estaba por llegar, los componentes
de la banda afinaban para impregnar de adrenalina la plaza con su ya habitual '
Palo
cortao'. Pitos no sale hasta que llega el momento de hacer sonar su armónica. A
partir de ese momento llegan dos horas de pura 'música buena para gente buena'. Fueron
cayendo los temas que han sonado en la casi totalidad de conciertos de su gira '
Maniobra
de resurrección'. Como no todas pueden caber cada noche en el set list, esta vez las
sacrificadas fueron '
Escenas de guerra' y '
Un camino equivocado'. Pero queda
claro que si por los fans de 091 fuese la banda debería tocar toda la noche y aun así no
quedarían contentos. Veinte años sin verlos encima de las tablas causan muchas
emociones.
Sí que me gustaría resaltar un par de aspectos que hicieron del concierto de
Motril uno de los más especiales. Por un lado, la soltura con la que Jose Antonio se
comunicó con el público. Con un '
Buenas noches Motril, Granada, Almería', a las que
más tarde añadiría Málaga, el grupo se sentía más fresco y cómodo que nunca. Como si
estuvieran tocando en el salón de casa. La comunión con sus seguidores se sentía, con una
plaza que parecía que no iba a llenarse, y que al sonar los primeros acordes de los cinco
hombres de negro se abarrotó como por arte de magia. Tampoco faltó el grito de guerra de
Pitos que quedó plasmado en su '
Último concierto', el ya mítico '
arriba, que no se
diga', y dio de nuevo las gracias a todos por ser tan fieles y por ayudarles a
resucitar.
El segundo aspecto a destacar es la cercanía que mostró Jose Ignacio Lapido. No
estuvo tan cercado en su zona de movimiento como en otros conciertos, lo que animaba más si
cabe a todos. Complicidad y cercanía serían las palabras que resumirían lo allí
vivido.
Pudimos disfrutar de las canciones de siempre, unas como fueron compuestas en
su día, y otras con pequeños cambios que les han venido muy bien, donde el grupo ha
demostrado que la veteranía es un grado, y que la madurez les ha hecho ver su repertorio con
perspectiva, engrandeciéndolo todavía más. Es difícil destacar unos temas sobre otros, pero
con canciones como '
Zapatos de piel de caimán', '
El lado oscuro de las cosas',
una perla como '
En el laberinto' o '
Huellas' es imposible arrepentirse de
haber estado en una noche memorable al lado de ellos. También hubo tiempo para temas más
lentos como '
Tormentas imaginarias', '
Nubes con forma de pistola', '
La
noche que la luna salió tarde', o '
Un cielo color vino' (la única en la que
Jose Antonio se quitó las gafas). No podían dejar de tocar '
Para impresionarte', '
El
baile de la desesperación', '
Este es nuestro tiempo' o la magnífica '
Otros
como yo'. Para acabar la parte fuerte del concierto miraron a '
La torre de la vela'.
Volvieron con '
La canción del espantapájaros', haciendo Lapido y Pitos las delicias
de todos, y rugieron de nuevo las guitarras con '
La calle del viento' y '
Qué fue
del siglo veinte'.
Como todo termina, ellos nos dijeron '
Cómo acaban los sueños', con un
Víctor en estado de gracia, y también nos hablaron de '
La vida qué mala es', con un
juego de luces impresionante, con una banda unificada y con el éxtasis sobrevolando el cielo
motrileño. La banda mejora como el vino, concierto a concierto, y el de Motril está a la
altura de los mejores de su gira. Jose Ignacio, Jose Antonio, Tacho, Jacinto Y Víctor se
abrazaban y despedían sonriendo, algo en lo que no se suelen prodigar. Por los altavoces
sonaba el '
Hurricane' de Bob Dylan. Una noche histórica había llegado a su fin. Si la
progresión no se para no me quiero imaginar cómo serán las siguientes actuaciones. No habrá
que imaginar, habrá que estar allí.
Festival
Cruilla, Barcelona, julio 2016
Fotogalerías y crónica por Quim Cabeza
(Fragmento de la crónica general del festival)
FOTOGALERIA: FESTIVAL CRUILLA; FOTOS, QUIM CABEZA
“La vida, la vida que mala es…' en voz de José Antonio García de
091 no es tan mala.
Otra gran banda de este país, fundamental añadiría, que también está disfrutando de una
segunda juventud. En un excelente estado de forma y revisando lo mejor de su discografía
–recogida en su reciente “Este es nuestro tiempo'-, el quinteto granadino sorprendió a la
audiencia más joven y arrodilló a los que vivieron su mejor momento.
(Crónica
completa y otras galerías)

FOTOGALERIA: FESTIVAL DBLUES DE CAZORLA * FOTOS: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN
Festival de Blues de Cazorla, Julio 2016
Fotogalerías y crónica por
Luis Miguel Albarracín
(Fragmento de la crónica general del festival)...
Tras la actuación de James Hunter era el turno de los granadinos
091. Se sabía que
era su momento porque previamente sonaron por los altavoces un par de temas de sus queridos
The Jayhawks, 'Tailspin' y 'Save it for a rainy day'. Las composiciones que sonaron de Jose
Ignacio Lapido al tratarse de un festival fueron menos de las habituales, y el show duró una
hora y media larga, que no estuvo nada mal. Sin embargo, no podían faltar temas emblemáticos
como 'El baile de la desesperación', 'La noche que la luna salió tarde', 'Otros como yo',
'Un cielo color vino' (la única en la que Jose Antonio García se quitó sus gafas de sol),
'La torre de la vela', 'Qué fue del siglo veinte' o 'La vida qué mala es'. La banda salió
como siempre, vestida para matar, de riguroso negro, y demostrando una vez, y ya van unas
cuantas, que la resurrección les ha sentado muy bien, y que cuentan con un directo
arrollador.
(crónica completa y otras galerías)

FOTOGALERIA: CONCIERTO EN ÚBEDA-JAÉN * FOTOS: ALBERTO ROMÁN * IDEAL
JAÉN, UN DIEZ PARA LA VUELTA DE LOS CERO
En Úbeda, 2.500 personas disfrutan del concierto con el que la banda granadina se
reencontró con el público ubetense 20 años después de su última visita
Por
Alberto Román, Fotos y crónica / IDEAL
19 de marzo 2016
Úbeda. La relación entre el grupo 091 y Úbeda siempre ha sido de afecto mutuo, y anoche
volvió a quedar de manifiesto durante un esperadísimo reencuentro que comenzó con el
nerviosismo y la expectación propias de dos décadas sin estar cara a cara, pero que terminó
con tal comunión que cualquier ajeno podría llegar a pensar que banda y público nunca han
dejado de verse. También los músicos estuvieron sobresalientes, con la maquinaria
perfectamente engrasada, como si no llevaran 20 años sin tocar juntos. Se notó que el
regreso para celebrar este aniversario se ha fraguado a conciencia.
‘Los Cero’ volvieron a la ciudad donde dieron su penúltimo concierto en abril
de 1996. En realidad fue el antepenúltimo, pues en Granada hubo dos consecutivos de
despedida al mes siguiente que utilizaron para grabar su doble disco en directo. En
aquella velada ubetense sus canciones rebotaron contra las torres del Hospital de
Santiago, en cuyo patio trasero tuvo lugar la memorable actuación que anoche muchos
recordaban.
En este caso, el recital se desarrollo en el recinto situado junto al ferial, hasta
donde se decidió trasladarlo hace unas semanas desde la plaza de toros, lugar
inicialmente anunciado, debido a la gran demanda de entradas. Pese a la amenaza de
lluvia, que en algún momento hizo acto de presencia, allí se dieron cita unos 2.500
seguidores del grupo llegados desde todos los puntos de Jaén y de provincias limítrofes
para vivir en primera persona este reencuentro. Pero no sólo hubo público rescatado de
la época en la que 091 estuvo en activo, también se pudo ver a nuevos adeptos que
conocieron al grupo tras su despedida oficial y que nunca imaginaron que podrían verlo
en directo. Así, varias generaciones bailaron, saltaron, gritaron y corearon estrofas y
estribillos al ritmo que marcaron los granadinos.
Resurrección
La gira con la que han vuelto a los escenarios 20 años después de su disolución lleva
por nombre ‘Maniobra de resurrección’ y supone una oportunidad irrepetible de ver de
nuevo en vivo a la misma formación que dio su último concierto: José Ignacio Lapido,
Tacho González, José Antonio García, Jacinto Ríos y Víctor Lapido. Está resultando todo
un éxito, una experiencia inolvidable para público y banda.
Respecto al repertorio, no varió mucho del que figura en el disco en directo ‘Último
concierto’. Aunque hubo mucho más: cerca de 30 canciones en poco más de dos horas.
Arrancó con el instrumental ‘Palo cortao’ que enlazó después con ‘Zapatos de piel de
caimán’, convirtiendo el recinto en una gran fiesta. A partir de ahí siguieron
auténticos himnos que fueron coreados por los presentes, como ‘Debajo de las piedras’,
‘Este es nuestro tiempo’, ‘La noche que la Luna salió tarde’, ‘Otros como yo’ o ‘Sigue
estando dios de nuestro lado’.
El público no dejó de jalear a la banda que, en la recta final, repasó ‘La Torre de la
Vela’, ‘Qué fue del siglo XX’, ‘La canción del espantapájaros’, ‘La calle del viento’ y
‘La vida qué mala es’, con la que se despidieron en una apoteosis final que quedó para
los asistentes como la guinda de una noche para recordar durante 20 años más.
Conocieron la artesanía y la gastronomía local
En su regreso por estos cerros, ‘los Cero’ reservaron un hueco para visitar el Museo de
Alfarería ‘Paco Tito. Memoria de lo cotidiano’. Se lo habían prometido a su responsable,
Pablo Tito, cuya familia y la de Tacho González mantienen una larga relación de
amistad.
De ahí viene también parte del cariño hacia Úbeda. No en vano, los padres del batería,
suegros además de José Ignacio Lapido, se conocieron en la ciudad, donde coincidieron en
su juventud y siempre han conservado grandes amigos. El propio Tacho dijo recordar
muchos veranos de su infancia visitando tierras ubetenses. El grupo también tuvo
oportunidad de probar la buena gastronomía de Úbeda haciendo una parada en Cantina La
Estación.

RESURRECCIÓN EN MADRID
10/03/16. Sala Joy Eslava Madrid
Crónica y fotos:
Marina Sanz Domínguez y Javier Alonso Juliá
EL mítico grupo de Granada, 091, nos sorprendió a finales de 2015 con el anuncio de su
vuelta a los escenarios, tras veinte años de ausencia desde aquel concierto de despedida
en Maracena en 1996. Muchos hemos sido los que esperábamos esta vuelta y nunca
pensábamos que llegaría, pero ya está aquí "Maniobra de Resurrección".
Las entradas para los tres días en Madrid se agotaron en un abrir y cerrar de ojos en
Noviembre y esto lo pudimos respirar en la primera jornada en la capital.
Sobre las ocho de la noche el público comenzaba a abarrotar la sala Joy Eslava, mientras
en sus entrañas el quinteto granadino se preparaba para la primera de las batallas.
Llegaron las nueve de la noche y observando el recinto, todo nos hacía pensar que iba a
ser una fiesta de rock & roll. De repente se apagaron las luces y la magia irrumpió
en la sala.

Página publicada en IDEAL el 13 de marzo de 2016 con crónica y fotos de Javier Alonso
y Marina Sanz sobre los conciertos de Madrid
Unas luces rojas de contra invadían el escenario y el tema "The Ecstasy of Gold" de
Ennio Morricone ponía la banda sonora mientras José Antonio García, José Ignacio Lapido,
Tacho González, Jacinto Ríos y Víctor Lapido tomaban sus posiciones sobre el escenario
bajo una gran ovación.
La instrumental "Palo Cortao" fue la encargada de abrir una actuación repleta de emoción
desde el inicio hasta su fin. Se respiraba un ambiente de respeto enorme hacia la banda,
e incluso el grupo en los compases iniciales parecía muy serio, nervioso o
concentrado. Con "Zapatos de Piel de Caimán", pudimos vislumbrar que la voz de
José Antonio sigue en plena forma, así como el resto de la banda a sus respectivos
instrumentos.
Los vítores de ¡Viva Andalucía! o ¡Viva Granada! sonaron desde el inicio de la
actuación. Era interesante comprobar la heterogeneidad del público que se había dado
cita para ver a su grupo. Una amalgama de gente de todas las edades y estilos unidos
para disfrutar de uno de las bandas más influyentes del rock nacional.
El set continuó con "Debajo de las Piedras", "El Lado Oscuro de las Cosas", "Tormentas
Imaginarias" o "Nada es Real", un regalo para los oídos. Las canciones de 091 siguen tan
vivas como siempre y veinte años después no parece que haya pasado el tiempo por ellas.
Tuvo que llegar "En el Laberinto" para que el grupo se relajara y disfrutara de una
noche inolvidable. Todo el público comenzó a dar palmas y a cantar al son de la batería.
José Ignacio se marcó un solo espectacular, dejando claro que su arte a la guitarra
sigue muy vivo. "Mi sombra y Yo" mantuvo la intensidad.
Fue entonces cuando llegó uno de los momentos de la noche cuando José Ignacio se colgó
la guitarra acústica para interpretar "Nubes en Forma de Pistola". El público mantuvo un
silencio sepulcral al inicio, ya que según fue avanzando el tema, este se fue sumando
como coro. La armónica de José Antonio en el final nos dejó en un estado de calma y
felicidad.
Se comenzaron a escuchar los gritos de "¡Cero…Cero..Cero..!" y la banda volvió al ataque
con sus temas más festivos como "Para Impresionarte", "Este Es Nuestro Tiempo", "La
Noche Que La Luna Salió Tarde", "En La Calle" "Otros Como Yo" o "Sigue Estando Dios de
Nuestra Lado". La sala ya era una auténtica fiesta y la banda parecía disfrutar sobre el
escenario observando las caras de felicidad de un público que los adora y han esperado
tanto tiempo en poder volver a disfrutar de sus canciones en directo.
Las luces moradas tiñeron el escenario para traernos "Un Cielo Color Vino". Conmovedora
interpretación de un tema que puso los sentimientos a flor de piel escuchando a todo el
público cantando al unísono.
La actuación continuó con otros de los temas que abanderan el sonido de la banda como
"Un Camino Equivocado", "Cementerio de Automóviles", "La Torre de la Vela" y "¿Que Fue
del Siglo XX?". Un fin de fiesta frenético y lleno de fuerza.
Pero eso no era todo, Los Cero volvieron al escenario para regalarnos dos bises más. En
el primero comenzaron José Antonio a la armónica y José Ignacio a la guitarra acústica
con "La Canción del Espantapájaros". Con toda la banda de vuelta continuaron con "Esta
Noche" y "La Calle del Viento", en las que el público se desvivió cantando, saltando y
bailando.
El segundo y último de los bises cerró la actuación con "Cómo Acaban los Sueños" y "La
Vida Que Mala Es". Juntos frente al público daban las gracias emocionados por una noche
mágica.
Todo un privilegio el poder haber asistido al regreso de esta banda que tanto le ha dado
a la música popular de nuestro país y que sigue tan viva en el recuerdo de sus fans.
Esperemos que esta resurrección no acabe con esta serie de conciertos y tengamos la
suerte de disfrutar de nuevos temas de 091.

091, EL REGRESO, FELIZ AÑO CERO
Un concierto potente y eléctrico certifica la vuelta de los Cero
20 años después, la banda granadina, vuelve a los escenarios en el festival Actual de
2016
Por Javier Barrera / IDEAL enviado especial a Actual - 3 de enero de 2016
Fotos. Jonathan Herreros y EFE
La banda granadina vuelve, tras 20 años de ausencia, con un repaso a su
discografía en una noche histórica en Logroño muy del gusto de su legión de fans
logroño. «Bajo un cielo de color plomo y con escasos rayos de sol que afilar, nos hemos
quedado todos un poco más solos». Punto final. Fin de la crónica titulada ‘Esto fue todo
amigos’ sobre el último concierto de 091 en el Anfiteatro de Maracena firmada por Juan
Jesús García en la página 71 del diario IDEAL el domingo 19 de mayo de 1996. 091 se
había despedido. Terminado. Adiós a 14 años de historia, de rock, del Ruido Rosa, de
cierto malditismo. Empezaba ese mismo día el sueño de la resurrección, que ha durado dos
largas décadas. Los Cero han vuelto en 2016 y todo el mundo grita a pleno pulmón ¡Feliz
Año Cero!
091 salió ayer al escenario pasadas las medianoche y sonó el primer acorde. Empezaba la
Ceromanía y ya le podemos responder a Juan Jesús García que ya no estamos tan solos. Los
Cero han vuelto y arrasan. Llenan. Suena ‘Palo Cortao’. Y todos disfrutamos. Ayer
domingo, día 3 de enero de 2016, veinte años después, en Actual Festival en la capital
de La Rioja, los ceroinómanos, los adictos al grupo mítico granadino 091, los de ‘La
Torre de la Vela’, los de ‘La vida que mala es’, los de tantas y tantas canciones con
las que creció una generación completa que los vio y escuchó y otra entera que creyó que
nunca los vería, se reunieron como pudieron.
Unos viajaron a Logroño, otros se conectaron a los grupos de güasap, otros en las
páginas de fans de Facebook y otros en Twitter. Otros, en alma y espíritu. Todos estaban
de alguna manera frente al escenario cuando salieron los Cero. Unos los vieron ayer,
otros los verán en Madrid, en Aranda de Duero, en Sevilla o en Graná...
Han vendido en media hora tres mil entradas para el concierto de la Plaza de Toros de
Granada en mayo (han programado una fecha adicional), mientras que en los dos conciertos
de despedida apenas reunieron a 6.000 personas. Y sin embargo fue un pedacito de
historia que ha crecido y crecido hasta convertirse ya hoy en Ceromanía.
Allí estaban los cinco Men in Black granadinos en perfecta formación: José Ignacio
Lapido (guitarra) acompañado por José Antonio García (voz y armónica), Tacho González
(batería), Víctor García Lapido (guitarra) y Jacinto Ríos (Bajo) arrancando el primero
de los miles de acordes que sonarán durante este Año Cero por la vieja piel de toro.
Ha comenzado ayer aquí en Logroño para seguir luego por plazas como Madrid (tres noches
en la Joy Eslava y entradas agotadas) Sevilla (dos noches en Sala Custom y entradas
agotadas) o en la Plaza de Toros de Granada este mes de mayo, donde han llenado para el
sábado con 20.000 personas y entradas agotadas, y se han visto obligados a programar un
segundo concierto. Ellos, los Cero, tampoco están solos.
Anoche, en Logroño, habían pasado 14 canciones del tirón y nadie se movía. Por algo
será. Había mucha magia en el ambiente.
A pie de escenario, la peña baila y corea todas las canciones. Los Cero han empezado con
‘Palo cortado’ y el ‘Pitos’ le ha pegado a su armónica como siempre. Encadenan las
canciones sin inmutarse. Uno tiene la sensación de estar en Pedro Antonio de cañas.
Regreso al pasado. Los Cero se crecen por minutos. Menos mal que no habían ensayado...
Guapo y en forma
Lapido lleva chaqueta y camisa negra. Jeans ‘etiqueta roja’ nuevos. El ‘Pitos’ está
guapo y en forma. Se mueve ágil. He moves like Jagger. Jacinto le pega al bajo con
contundencia inusitada. Es increíble que dejara de tocar en Maracena. No se nota. Víctor
cierra el ala derecha, o izquierda según se mire, con calma y ritmo. Al fondo Tacho
lleva el peso de la sintonía. Los Cero que no han dejado de crecer sin tocar durante
veinte años traen una madurez que está envuelta en frescura. Lo que los convierte en
únicos. El primer bis paraliza el pabellón riojano. Lapido, ‘Pitos’ y una guitarra
acústica. La canción resuena tan vibrante como siempre, pero tan llena como nunca: ‘La
canción del espantapájaros’.
En este punto de la crónica son cerca de las dos de la madrugada y a mi derecha habita
un matrimonio con dos críos dormidos. El lleva puesta la camiseta del Granada. Son la
felicidad.
Quedan todavía un par de canciones. Suenan los últimos acordes de ‘La calle del viento’,
antesala del punto y final. Y será entonces la única vez que los Cero se dirigen al
público. Silencio. El ‘Pitos’ cuenta cómo una tarde preciosa, en el Sacromonte, se
toparon con Enrique Morente tomando unas cañas y el mito les espetó: «La vida, qué mala
es». Así nació el himno que ayer cerró el concierto más esperado del Actual
Festival.
A esta hora, dos y cuarto de la madrugada, los 091 siguen deleitando a quienes hemos
tenido la fortuna de asistir a su regreso al futuro. En unos minutos habrá terminado la
‘Maniobra de Resurrección’ y habrá comenzado el ‘Año Cero’.
Felicidades.
SET LIST
1. Palo cortado
2. Nuestro tiempo
3. Zapatos de piel de caimán
4. Debajo de las piedras
5. El lado oscuro de las cosas
6. Tormentas imaginarias
7. En la calles
8. Mi sombra y yo
9. Huellas
10. La noche que la Luna salió tarde
11. Otros como yo
12. Sigue estando Dios de nuestro lado
13. Un cielo color vino
14. Cementerio de automóviles
15. La Torre de la Vela
16. Qué fue del siglo XX
17. La canción del espantapájaros
18. Esta noche
19. La calle del viento
20. La vida qué mala es
LOS CERO, VUELTA A GRANADA
Dos vueltas al ruedo.
Tras 'vender el aforo de la Plaza de Toros el 14 de mayo de 2016. Abren una nueva fecha
el 13 de mayo"20 años son un eternidad y queremos que sea una celebración con
nuestros seguidores"
Año ‘Cero’, segunda parte
Por Daniel Olivares / IDEAL
091 durante la presentación del concierto de Granada. Foto: González Molero / IDEAL
«Veinte años son una eternidad y no tienes claro cuánta gente se acuerda de uno». La
respuesta está en Madrid y en Sevilla, donde han agotado las entradas para los cinco
conciertos que ofrecerán entre ambas ciudades –tres en la madrileña sala Joy Eslava y
dos en la sevillana Custom–. Y estará en Granada a partir de hoy, día en que se ponen a
la venta las localidades para la cita más esperada de la gira ‘Maniobra de
resurrección’. Plaza de Toros, 14 de mayo, 22.00 horas: la mítica banda granadina 091
retornará a casa veinte años después de su despedida de los escenarios. El reto es que
10.000 personas se acuerden de ellos y abarroten los tendidos y el albero de la
Monumental de Frascuelo al grito de ‘Vuelven los Cero’.«Agotar 10.000 entradas es
difícil, pero todo es posible en Granada», dijo José Ignacio Lapido, guitarrista,
compositor, portavoz del grupo –junto a Tacho González– y responsable también de la
frase de arranque de esta información durante la presentación ayer de la cita granadina,
en la que la concejala de Turismo, Rocío Díaz, ejerció de telonera. De momento, 3.000
personas les verán en las tres noches de Madrid (10, 11 y 12 de marzo) y 2.000 en las
dos citas de Sevilla (8 y 9 de abril). Antes se habrá producido el esperado regreso.
Como ya anunciaron, será el 3 de enero, en el Palacio de Deportes de Logroño –con
capacidad para 4.000 personas–, durante el Festival Actual, donde compartirán escenario
con La Maravillosa Orquesta del Alcohol y John Newman. «Recibimos la respuesta del
público con sorpresa y agradecimiento», subrayó Lapido sobre el plató montado por el
patrocinador, Cervezas Alhambra, para su primera rueda de prensa en Granada, celebrada
en el Centro García Lorca con todos los miembros de la banda: José Antonio García (voz),
Jacinto Ríos (bajo), Tacho González (batería), Víctor Lapido (guitarra) y el propio José
Ignacio Lapido. El concierto en casa será «una celebración con nuestros seguidores», una
fiesta para la que han elegido un escenario al aire libre y, a conciencia, una fecha que
casi coincide con la última vez que actuaron juntos en Maracena en 1996 (17 de
mayo).
Regresan «en el momento adecuado» y después de que sus seguidores hayan sido «muy
tozudos a la hora de reclamar nuestra vuelta». Agradecen la «fidelidad y paciencia» y se
toman con humor que los periodistas les cuestionen sobre el por qué de este retorno:
«Antes nos preguntaban cuándo íbamos a volver y ahora nos preguntan por qué volvemos».
Temas «puestos al día»
En principio la gira tiene catorce fechas contratadas, pero no descartan ampliar el
calendario más allá de los festivales de verano en los que participarán, entre ellos,
Sonorama en Aranda de Duero, Azkena Rock en Bilbao, Weekend Beach en Torre del Mar y Low
en Benidorm. La posibilidad de repetir en Granada, como en Madrid y Sevilla, dependerá
de la respuesta del público, aunque de momento está descartada una segunda puesta en
escena. En la gira se escucharán temas de los ocho discos de la banda «puestos al día» y
adaptados «a nuestra forma de tocar ahora, que no es la misma que la de entonces», dijo
Lapido. No habrá canciones nuevas.
A priori, descartan también incluir colaboraciones de artistas invitados, pero no lo
desechan del todo. «Todavía no está decidido», dijo Tacho González, quien dejó claro que
será una gira «especial por los que ya no están» «Nos acordaremos de Fonfi, nuestro
técnico de sonido, y de Javier García Lapido –promotor musical y representante de 091
durante los 15 años de vigencia, fallecido en 2002–».
El esperado regreso se viene configurando desde hace varios meses. Desde entonces andan
‘engrasando’ manos y voces. «En estos días ando un poco ‘tocado’ porque soy de moverme
en moto por la ciudad y ya se nota el frío, pero en marzo espero estar ‘fino’», apuntó
José Antonio García ‘Pitos’ a IDEAL, mientras Tacho González recalcaba lo complicado que
es volver a manejar las baquetas tras años de silencio con la batería. 2016, año ‘Cero’,
segunda parte... El rock nacional, el de Granada y la Torre de la Vela estarán menos
desamparados. 'ceronoventayuno.es'.

Foto: El Correo
091, AHORA O NUNCA
La vuelta de los Cero será una única gira conmemorativa de los 20 años de su último
concierto
La banda reeditará su catálogo discográfico
La 'resurección' de 091 será en enero 2016 en el Actual de Logroño
La gira 'Maniobra de Resurección' "terminará sin ninguna excusa en diciembre de 2016"
Por Arturo García / Bilbao - El Correo / IDEAL- IndyRock
“Es un orgullo, 20 años después, poder anunciar nuestra vuelta al mundo de los vivos y
al de la música en vivo”. Con esas palabras inicio la presentación oficial de su vuelta
a los escenarios Jose Ignacio Lapido, guitarrista y compositor de la banda granadina que
se despidió de la carretera en 1996.
La perplejidad inicial producida por los rumores que dejaron paso a principios de semana
a los anuncios previos confirmando la esperada noticia, dejaron paso ayer a la puesta en
escena con la presencia física del grupo respaldando la noticia. Los ‘cero’, una de las
bandas fetiche y de culto del panorama musical español durante las décadas de los
ochenta y noventa del siglo pasado, se reúnen para una gira puntual conmemorativa de su
última actuación, el 18 de mayo de 1996 en su Granada natal. Los protagonistas del
regreso son los mismos músicos que dieron aquel concierto: José Antonio García (voz),
José Ignacio Lapido (guitarras), Tacho González (batería), Jacinto Ríos (bajo) y Víctor
Lapido (guitarras).
La redonda cifra que ofrecía 2016 respecto a ese último concierto ha terminado por
romper las reiteradas reticencias, principalmente del propio Lapido, para reflotar el
grupo. “Era ahora o nunca, y se han dado un cúmulo de circunstancias que nos han hecho
replantearnos esa negativa”. Las circunstancias a las que alude Lapido se deben,
principalmente, a la tentadora proposición que les ha hecho la promotora Riff para un
regreso con un respaldo profesional y contrataciones en firme.
Precisamente la presencia de la productora cordobesa en el encuentro de la industria
musical BIME, que tiene lugar estos días en Bilbao, ha motivado la presencia del grupo
en dicho festival para llevar a cabo allí la puesta de largo del tour.
La gira llevará por nombre “Maniobra de resurrección” y el grupo confirmó ayer que se
limitará al año 2016, donde tienen previsto recorrer festivales y salas de temporada
durante ese tiempo. No hay ningún otro plan previsto, salvo la reedición discográfica de
todos sus álbumes.
Lapido reiteró que la principal razón de este regreso es que “todos queríamos celebrar
de alguna forma estos 20 años transcurridos desde nuestro adiós y la mejor manera que
podíamos hacerlo era tocando en directo”. El guitarrista reconoció que “era yo realmente
el más reacio a la reunión porque empecé mi carrera en solitario y digamos que era una
página del libro pasada. No veía la oportunidad de hacerlo. Hasta ahora. Y es ahora o
nunca, porque no vas a hacerlo 30 años después”.
Lapido desentrañó los motivos por los que cree que las canciones y la huella del grupo
mantienen su vigencia. “Todo grupo cuando se funda, sus expectativas son llegar lo más
alto y lejos posible. Pero hay algunas bandas que creen que el fin justifica los medios
y que para llegar a lo más alto tienen que ir amoldándose a las tendencias de moda del
momento, dando vaivenes estilísticos para adaptarse. Nosotros no entramos por ahí.
Siempre dijimos que llegáramos donde llegáramos, sería manteniendo nuestra integridad
artística. Cumplir a rajatabla aquella norma a la hora de hacer canciones y grabar
discos ha hecho que el tiempo haya sido benévolo con ellas porque son sinceras. Muchos
de los mensajes que cantábamos están hoy plenamente vigentes. Cuando cantábamos algunas
letras nadie cantaba ese tipo de cosas. Cuando en España se celebraban las Olimpiadas y
la Expo nosotros cantábamos cosas que chocaban con aquella imagen de quinta potencia
mundial. Había otra realidad que se ha visto 20 años después que está muy presente”.
Respecto al repertorio en el que ya llevan trabajando en los ensayos desde hace cuatro
meses, Jacinto Ríos, el bajista, desveló que no está previsto repetir el cancionero
incluido en aquel concierto final que fue publicado tras su disolución y posteriormente
reeditado en 2006, con motivo del décimo aniversario de su celebración. “Son seguras los
clásicos del grupo, pero en siete discos hay cantidad de material y estamos eligiendo
las que creemos que han envejecido mejor”.
Tacho González, el batería, que confesó que hacía 4 años que no coge unas baquetas, dijo
que se había sorprendido de lo poco que habían tardado en volver a retomar la
interpretación conjunta de los temas, algo que atribuye a que el grupo, durante sus años
de actividad, siempre fue de ensayo diario, algo que siempre queda ahí latente.
Sondeados sobre qué reacción esperan encontrarse entre el público, reconocieron que “es
una incognita. Tenemos nuestras dudas porque 20 años son muchos y no sabes cómo se va a
recibir esto pero decidimos ir adelante y ya no hay vuelta atrás”, afirmó
Pese a lo anunciado en un principio, la gira dará comienzo en enero en el marco de
Actual, el festival musical que se celebra en Logroño a primeros de año. Por el momento,
solo están confirmadas las dos fechas en la Joy Eslava de Madrid los días 11 y 12 de
marzo, y la presencia del grupo en el cartel del Sonorama, que se celebra a mediados de
agosto en la localidad burgalesa de Aranda de Duero.

La vuelta permite la reedición de los discos de la banda
La vuelta a los escenarios de los ‘cero’ se verá refozada y acompañada por la reedición
del núcleo central de su discografía, compuesta por ocho discos de estudio. El grupo
adelantó ayer que mantienen conversaciones con los sellos propietarios de su catálogo.
Sony prepara una caja con los cuatro álbumes que el grupo grabó en Zafiro y tanto
Warner, con el disco que grabaron para Dro, como Universal, reeditarán el que grabaron
con ellos. “Con los que hemos hablado inicialmente parece que tienen intención de
respetar al máximo el plan artístico de los discos y contar con nuestra colaboración,
cosa que es de agradecer”. La reedición permitirá poner fin al ninguneo que el catálogo
del grupo ha vivido todo este tiempo. “La verdad es que el legado discográfico del grupo
ha estado maltratado durante todos estos años. Ha habido un vacío y si nuestra vuelta
hace que vuelvan a salir a la luz esas grabaciones sería una doble celebración.”
CERONOVENTAYUNO * HISTORIA * Archivo IndyRock
1996 - 2015



1981 - 1996
091- Un grupo para la historia
Páginas biográficas basadas en el libro 091 escrito por Juan Jesús García y Juan
Enrique Gómez en 1996
Publicado por Ediciones Osuna
