PRESENTACIÓN EN LONDRES DE 'HACKNEY DIAMONDS'
ROLLING STONES: "SOMOS MUY VAGOS, CUANDO CREAMOS UN DISCO TENEMOS QUE HACERLO MUY
RÁPIDO"
Keith Richards, Mick Jagger y Ron Wood, participan en la rueda de prensa de presentación en
el teatro Hacney Empire de Londres
IÑAKI ESTEBAN * IDEAL
FOTO: DAVE HOGAN
The Rolling Stones no tienen nada de canallas. Son señores octogenarios, o casi, con miles
de millones en su cartera, mansiones y pisos de lujo en su lista de propiedades, y varios
retoques en su cara. Pero el espíritu y la propia música del grupo exigen detalles que
recuerden los tiempos más rebeldes de sus ‘satánicas majestades’. Así que eligieron el
emblemático Hackney Empire, teatro alternativo en los ochenta enclavado en un histórico
barrio londinense, de esencia obrera y étnica, ahora también artística, para presentar ‘
Angry’, primer sencillo con su vídeo correspondiente del disco de larga duración que saldrá
el 20 de octubre. Se titulará ‘Hackney diamonds’, los diamantes de Hackney, también homenaje
al Este de la ciudad.
«Somos una banda de Londres», ratificó Keith Richards, que estuvo en el escenario con Mick
Jagger y Ron Wood, los tres miembros oficiales del grupo, respondiendo a las preguntas de
Jimmy Fallon, humorista y presentador de la televisión estadounidense. De media hora, el
acto –«global», insistió una y otra vez Fallon- se retransmitió ayer a través de la web de
los Stones y de YouTube a partir de las 15:30 hora española. Con un riff –fraseo de guitarra
que se va repitiendo a lo largo de la canción– muy de la banda y más en concreto muy de
Richards, ‘Angry’ no aporta gran cosa a su trayectoria pero agradará a sus millones de fans.
Supone una reivindicación de sí mismos. En el vídeo, una chica encarnada por la actriz
Sydney Sweeney (‘ The white Lotus’, ‘Euphoria’ o ‘The handmaid’s tale’) recorre en un
descapotable una carretera se supone que de California.
En las vallas publicitarias, van apareciendo imágenes de conciertos de los Stones de hace
varias décadas. Una cosa que salta a la vista: la presencia en varias ocasiones de Bill
Wyman, el bajista original de la banda, que estuvo con ellos tres décadas y que lo dejó en
1993 por su miedo a coger el avión. No es una casualidad. Wyman interviene en una de las
canciones de ‘Hackney diamonds’.
FOTO: DAVE HOGAN
Cómo no, se acordaron de Charlie Watts, su histórico baterista fallecido en 2021, del que
han recuperado algunas de las bases para del disco. «Que le sucediera Steve Jordan fue algo
natural. Éramos amigos antes de que se incorporase y yo había trabajado con él. Estoy seguro
de que cuenta con la bendición de Charlie», incidió Richards. Por añadir colaboraciones
ilustres, hay que resaltar la del exbeatle Paul McCartney, rival de los Stones en otros
tiempos.
Han tardado 18 años en grabar un nuevo disco con canciones propias, desde que aquel ya
lejano ‘ A bigger bang’. Entre medio, en 2016, sacaron su único disco de versiones (Buddy
Johnson, Howlin’ Wolf, Memphis Slim, Magic Sam), con el título de ‘Blue & lonesome’.
«Somos muy vagos», se justificó Woods. «Así que cuando decidimos grabar un disco, lo tenemos
que hacer rápido». Empezaron antes de las últimas Navidades y se pusieron como fecha límite
el día de san Valentín, 14 de febrero. Cumplieron con ella.
FOTO: DAVE HOGAN
Ensayaron en Jamaica y grabaron en Bahamas, Los Ángeles y Nueva York. Hay canciones de
«indignación, pero también de amor, baladas y temas de country», describió Jagger. ‘ Dreamy
skies’, ‘Sweet sounds of heaven’, ‘Live by the sword’ y ‘ Bite my head off ’ son algunos de
los títulos de las nuevas canciones de los Stones.
¿La clave para que un matrimonio dure?, preguntó Fallon. El cantante fue el más rápido en
responder: «Hablar poco con tu pareja». Jagger recordó la primera rueda de prensa del grupo.
«Vinieron dos periodistas, les dimos los discos y ahí terminó todo. Por cierto, se vendió
muy bien».
Richards confesó ha dejado de fumar (y todos le creyeron) y mostró una de sus
características lagunas mentales. Le preguntaron por una de las canciones de ‘Hackney
Diamonds’, ‘Tell It Me Straight’, y contestó que no tenía ni idea de lo que le estaban
hablando.
No obstante, fue él único que se atrevió a desvelar su canción favorita de toda la
trayectoria de la banda: ‘ Jumpin’ Jack Flash’, de la mejor época del grupo, la de finales
de los sesenta.
JUNIO 2022
MIE 1 - MADRID - WANDA METROPOLITANO - ESPAÑA
DOM 5 - MÚNICH - OLYMPIASTADION - ALEMANIA
JUE 9 - LIVERPOOL - ANFIELD STADIUM - REINO UNIDO
LUN 13 - AMSTERDAM - JOHAN CRUYFF ARENA - PAÍSES BAJOS
VIER 17 - BERNA - WANKDORF STADIUM - SUIZA
MAR 21 - MILÁN - SAN SIRO STADIUM - ITALIA
SAB 25 - LONDRES - American Express presents BST Hyde Park - REINO UNIDO
JULIO 2022
DOM 3 - LONDRES - American Express presents BST Hyde Park - REINO UNIDO
LUN 11 - BRUSELAS - KING BAUDOUIN STADIUM - BÉLGICA
VIER 15 - VIENA - ERNST HAPPEL STADIUM - AUSTRIA
MAR 19 - LYON - GROUPAMA STADIUM - FRANCIA
SAB 23 - PARÍS - LONGCHAMP RACECOURSE - FRANCIA
MIE 27 - GELSENKIRCHEN - VELTIN ARENA - ALEMANIA
DOM 31 - ESTOCOLMO - FRIENDS ARENA - SUECIA
BARCELONA
ROLLING STONES
GIRA 'NO FILTER'
Los míticos Stones demuestran que la edad no importa cuando la
máquina del rock está perfectamente al día..
NO HAY EDAD PARA LA MÁQUINA DEL ROCK
Stadi Olimpic de Barcelona - 27 de septiembre 2017
Fotos: Jesús A. Martínez (Doctor Music)
Fotos por JESÚS A. MARTÍNEZ (Cortesía de Doctor Music)
Crónica: ABC * IDEAL: DAVID MORÁN
Extractos de la crónica publicada en ABC. (Crónica
completa aquí)
(...) Noche redonda, pues, para enmarcar el regreso de Jagger, Richards, Watts y Wood a la
ciudad y entregarse de nuevo a ese culto que, visto lo visto entre el público, no entiende
de diques generacionales y se transmite sin demasiados problemas de padres a hijos y de
abuelos a nietos. Los años, claro, pasan y también pesan pero, a estas alturas, habiendo
grabado todo lo humanamente grabable y con la lista de efemérides y conmemoraciones a punto
de agotarse, si los británicos siguen en la carretera es, sencillamente, porque quieren. Y,
más importante aún, porque pueden. Para demostrar que les basta con aparcar sus coches a pie
de escenario –cada uno el suyo, eso sí–, hacerse de rogar durante quince minutos y prenderle
fuego al escenario mientras descorchan «Sympathy For The Devil» para que cerca de 50.000
personas se derritan entre coros vudú, fogonazos de rojo infernal y cicatrices eléctricas
dibujadas aquí y allá por ese Keith Richards que siempre parece habitar en otro lugar, en
otro concierto.
(...) Porque, una década después de su última visita –«parece mentira que hayan pasado diez
años», dijo Jagger al poco de salir al escenario–, ellos siguen siendo los mismos. Los de
siempre. Los cuatro canallas que siguen buceando en la fuente de la eterna juventud y andan
entregados desde hace ya unas cuantas décadas al noble arte de darle al público exactamente
lo que quiere. Sin complejos. Así que si la gente exige leyenda y arsenal de clásicos para
seguir alimentando el mito, nada mejor que rescatar por millonésima vez «It’s Only Rock And
Roll (But I Like It)» y arrimarse al soul ajado de la espléndida «Tumbling Dice» mientras
cuatro pantallas de tamaño descomunal no perdían detalle del desfile de levitas, chaquetas
con lentejuelas y guitarras cambiando constantemente de manos.
Fieles a su leyenda y también a su incorregible afición por seguir sonando atropellados y
chirriantes a pesar del envoltorio de superproducción que les acompaña allá donde vayan, los
británicos hundieron los brazos en el barro para rescatar «Just Your Fool» y «Ride’ Em On
Down», ejemplares de blues calcinado y punzante recién salidos de «Blues & Lonesome».
Dos guiños a Buddy Johnson y Jimmy Reed que no hicieron más que reforzar el perfil
historicista y antológico de una noche de antigüedades y reliquias que sólo se desvió del
guión previsto para atender a las peticiones del público con «Under My Thumb» y «Rocks Off».
Crónicas y fotos de conciertos cubiertos por IndyRock
FOTOGALERÍA: MANUEL MEDINA * INDYROCK - Concierto en El Ejido
El Ejido - 30-06-07 - Estadio Santo Domingo
Fotos:
Manuel Medina - IndyRock
crónica
Juan Pablo García (Juampi)
- IndyRock
Lo prometido es deuda, y "Sus Satánicas Majestades" hicieron presencia en ésta localidad del
sur hispano después del plantón del verano pasado, al igual que en el resto de conciertos en
España y en otros lugares de Europa, debido a problemas de Mick Jagger con su garganta.
Ya al ir llegando a la localidad por la autovía me llama la atención el titánico escenario
que sobresale por encima de las gradas del estadio, toda una maravilla de la ingeniería de
28 metros de alto por 62 de ancho y 30 de fondo, y con una pantalla gigante de 14 x 15
metros (la más grande utilizada en conciertos), en el que en unas horas más tarde iba a
tener el honor de presenciar uno de los mejores espectáculos (si no el mejor hasta el
presente de mis días) de rock a cargo de la que es la mejor banda de este género en activo
del planeta y que en sus más de cincuenta años de existencia ha sido una de las bandas
referencia de todo grupo de rock que se precie.
Un cuarto de hora más tarde de lo programado, a las 22:45 salieron a escena Rolling Stones
(comprensible después de ver la cantidad de elementos que se tuvieron que colocar en el
escenario para el show), con un público ya calentado a cargo de Loquiillo y Los Trogloditas
y los australianos Jet. Lo hicieron después de sendos coetazos de salida (simulando el
big-bang que da título a su último trabajo y al tour retomado este año) y, como no, con su
gran "Start me up", que puso a toda la gente de grada y tribuna de pié para no volver a
sentarse en toda la actuación. Siguieron con otros grandes éxitos como "Let´s spend the
night together", "Rough Justice", y "Rocks off", con Mick Jagger paseándose por todo el
escenario y sus pasarelas laterales.
Tras los temas anteriormente citados Mick Jagger pide disculpas al respetable por la
ausencia del pasado año recibiendo una cálida ovación por parte de éste y retoma la
actuación con "Ain´t to proud to beg", y la versión "Ruby Tuesday", seguidas de "Streets of
love" y "Midnight rambler", durante las cuales Jagger hizo juegos vocales con el público.
La nota nostálgica de la noche la dio la interpretación del tema "I´ll go crazy" de James
Brown, todo un tributo a este genio del soul fallecido no hace mucho, para posteriormente
presentar a la banda, de la que el bajista Darril Jones ya es uno más después de todos estos
años con ellos. A continuación descanso para Mick Jagger, en el que un "piratesco" Keith
Richards a la voz y guitara acompañado de Ron Wood interpreta la bluesy "You got the silver"
y "Wanna hold you".
Seguidamente empiezan a sonar los primeros acordes de "Miss you" y Jagger regresa a escena,
cuando de repente, en el transcurso del tema, la plataforma sobre la que está la banda, se
eleva por medio de un sistema hidráulico, y va, recorriendo los 50 metros de pasarela, hacia
una base situada en medio del público sobre la que la banda desplegó la parte fuerte del
show con temas tan emblemáticos como "It´s only rock´n´roll", "Satisfaction" y "Honky tonk
women" que marcaba su regreso al escenario, donde una enorme boca con lengua afuera los
esperaba para la recta final.
Tras unos segundos de oscuridad, unas congas y dos llamaradas en la cima del escenario dan
pie a "Sympathy for the devil" con gran acompañamiento por parte del público, para dar paso
a otro de sus temas más "oscuros", como es "Paint in black", para luego terminar su
actuación con "Jumpin´ jack flash" y ofrecer como bis "Brown sugar", despidiéndose como en
los grandes eventos, con un gran espectáculo pirotécnico.
Como dijo el César "Vini, vidi, vinci". Los Rolling Stones ofrecieron un gran espectáculo en
todos los aspectos (como ya nos anunciaban ellos mismos semanas antes), demostrando durante
dos horas de show y ante 30.000 personas (no hubo lleno, como en sus otras actuaciones
españolas) que estos abuelos del R´N´R tienen todavía cuerda para una temporada, tanto es
así, que el menda se atreve a decir que no me extrañaría que, como los auténticos cowboys,
mueran con las botas puestas.
Por último es incomprensible, el trato dado a los fotógrafos de los medios acreditados por
parte del equipo de producción adjunto a la banda, ya que se les impidió el paso al estadio
hasta momentos antes de la actuación de Rolling Stones, habiendo permanecido al principio de
la tarde durante más de una hora aislados tras una valla hasta que se les informó de tal
decisión. Lamentablemente, mientras más importante es el grupo, más trabas se le ponen a los
medios para realizar su trabajo, es toda una realidad.
Por último sólo me queda decir:
IT´S ONLY R´N´R BUT I LIKE IT
Conciertos San Sebastián y Madrid 2007
Conciertos en San Sebastián y Madrid, fotos: Efe/Reuters/Ideal
28/06/07. Estadio Vicente Calderón. Madrid.
Crónica
Javier Alonso Juliá - IndyRock
Sus majestades satánicas volvieron a España para recompensar a los miles de fans que el
pasado año vieron truncadas sus expectativas de disfrutar de uno de los mayores espectáculos
musicales del mundo. Sin cocoteros de por medio ni afonías, los cuatro componentes de este
mítico grupo volvieron a demostrar de lo que son capaces sobre el escenario.
Puntuales como un reloj, sus majestades, saltaron al terreno de juego ovacionados por una
muchedumbre con ganas de rock & roll. Antes unos fuegos artificiales dieron el
pistoletazo de salida a un despliegue de luces, imágenes y watios nunca antes visto.
Arrancaron con "Start Me Up" poniendo a todo el público en pie, saltando y bailando. Mick
Jagger engalanado con una llamativa chaqueta verde y acompañado por sus tres inseparables
compañeros de fatigas, Keith Richards, Ronny Word y Charlie Watts se lanzaron al escenario
con la misma fuerza que les caracteriza desde sus inicios.
El sonido en la primera mitad del concierto no estuvo a la altura de lo esperado, pero el
espectáculo les salvó.
Continuaron con "Lets's Spend The Night Together" y "She's So Cold". Entre ambos temas
Jagger saludó al público en español y se disculpó por la suspensión de los conciertos del
pasado año.
Impresionante la manera en que Jagger se mueve por el escenario saltando, bailando y
corriendo de un lado a otro. En breve cumplirá 62 años.
"All Down The Line" fue el tema en el que apareció una banda de viento y un coro que haría
las delicias de todos los allí presentes.
Al son de "Monkey Man" el público siguió a Jagger en todo lo que este les pedía. "You Can't
Always Get What You Want" comenzó con un gran solo de Keith, al que se le unió Ronny al
bajo. Según fue avanzando el tema el público se metió más y más en el concierto, y acabó
coreando el vítor futbolístico "oe, oe, oe.", sacando una gran sonrisa de todos los
componentes del grupo y Jagger afirmando: "Sois un público estupendo".
"Sway" nos llevó a una de las sorpresas de la noche "The night time is the right time",
versión del gran tema compuesto por Ray Charles. La vocalista de color que acompañaba a los
coros, fue la encargada de retar a Jagger. El público quedó entusiasmado con las subidas y
bajadas de registro que alcanzaba su maravillosa voz.
Las pantallas que llenaban el escenario, le confirieron al espectáculo de una potencia
visual, muy al estilo de lo que U2 suele llevar en sus giras mundiales.
La guitarra de Keith deslumbró durante toda la noche, así como el bajo y la guitarra de
Ronny, que acompañados por el gran baterista que es Charlie Watts, con sus 64 años, dejaron
más que contentos a sus más fieles seguidores y a los más jóvenes, que nunca antes les
habían visto en directo.
"Tumbling Dice" fue el tema que dio paso a una pausa y a los temas más potentes de la
banda.
Keith al micro interpretó junto a Rony, a la guitarra, los temas "You Got The Silver" y
"Happy", tras los cuales Jagger volvió a reaparecer en escena, guitarra en mano, para
interpretar "Miss You". Momento en el que una plataforma sobre la que se encontraba el
grupo, se elevó y comenzó a moverse hacia el centro del estadio, ante el admiración de todo
el respetable. Extraordinaria puesta en escena. Como siempre consiguen sorprendernos en cada
una de sus actuaciones.
Ante el asombro de los que allí nos encontrábamos, el grupo continuó con su repertorio de
temas que les han hecho llegar hasta lo más alto en todo el mundo.
"It's Only Rock and Roll" y "Satisfaction" enloquecieron al público que disfrutaba más y más
según se iba acercando el final del concierto.
Antes de que la plataforma volviera a su lugar interpretaron uno de sus himnos, "Honky Tonk
Women". Incluso salió a escena el logotipo mundialmente conocido y que les identifica, la
lengua, en esta ocasión en forma hinchable.
Tras un pequeño descanso el escenario se vistió de rojo y Jagger subió a un escenario
superior, para interpretar "Sympathy for The Devil", vestido con una levita roja. Todo el
público coreó el estribillo sin parar. Dos grandes fogonazos desde los extremos superiores
del escenario, iluminaron todo el estadio, que parecía el mismísimo infierno.
"Paint In Black" y "Jumping Jack Flash" fueron los últimos bombazos de la noche antes del
bis. Para el cual se reservaron "Brown Sugar", en el que Jagger después de estar dos horas
sin para de un lado a otro, se marcó una carrera por todo el foso central, levantando los
aplausos del público, que no daba cabida de lo que había presenciado.
Y así finalizó este gran espectáculo de los abuelos del rock & roll, que todavía parece
que tienen mucha marcha en sus cuerpos, aunque castigados por el paso de los años. Puede que
esta sea la última vez que veamos a sus majestades satánicas, pero todo cabe en esta vida.
Larga vida al Rock & Roll.
LOS STONES COQUETEAN CON EL CIRCO DEL ROCK
Un concierto demasiado corto
LICKS WORLD TOUR 2003 CAMPO DE FÚTBOL DE BENIDORM
25 septiembre 2003
Por
Luis Miguel Albarracín
Corto. Ninguna concesión a los seguidores de Sus Satánicas Majestades. Pero empecemos por el
principio. Miles de camisetas negras desfilaban camino del estadio del equipo de fútbol
local para presenciar uno de los últimos conciertos de la Gira-Tour Forty Licks. La
organización del evento preparó zonas enormes para aparcar los coches en los que no dejaron
de sonar durante todo el día "Wild horses" o "Anybody seen my baby", canciones que no
tocarían a la hora de la gran verdad. Treinta y cinco mil lenguas que compartían cervezas,
porros y sustancias no disponibles en la cuna de la máquina de escribir. Para sorpresa de
todos, los teloneros, Primal Scream, no sólo no se retrasaron a su cita sino que además la
adelantaron. Sus guitarras sonaron antes de lo pactado. Sus luces y sonidos desplegados como
preámbulo contenido de excitación y emoción para ver en pocos momentos el plato plato fuerte
de la cena, amenizada con algo de "Brown sugar". Con este tema de "Sticky Fingers" (1971)
comenzaron salvajemente la velada los señores con edad.
Un escenario que podría ser un edificio de tres o cuatro plantas los envolvía
mientras aparecía la pantalla gigante que haría de testigo a lo largo de toda la noche. Los
Stones convirtieron su repertorio en un circo de rock, repleto de guiños a la pose y la
posturita. Keith Richards desprendía elegancia y saber estar bajo la cinta que rodeaba su
cabeza y con unos gestos de dinosaurio en estado de extinción. Ron Wood realizó al comienzo
unos punteos dignos del propio Keith, y Charlie Watts se encargaba de aportar solemnidad y
cohesión a las ya leyendas del rock con mayúsculas. Mick Jagger es un punto y aparte. Tan
payaso como siempre. Conectó con sus invitados a la cena a la primera, como si entrenara
para robarle la medalla de oro a Elguerrou. Se agradece tu fuerza, Mick.
Siguieron desgranando singles de su repertorio como "Paint it black" (The
Aftermath, 1969) o "Flip the Switch" (Bridges to Babylon, 1997). Mención especial para
"Sympathy for the devil". Los fuegos que ascendieron al universo desde la parte más alta del
decorado calentaron todavía más si cabe el ya caldeado ambiente.
También fue un impulso eléctrico ver a Keith cantar un par de canciones
mientras Jagger descansaba (aunque se pudo haber cansado más, lástima). Con Richards en un
papel atípico demostró que los rockeros nunca mueren, pero se hacen viejos como todo hijo
de... vecino. Un gesto del carismático guitarra reflejado en la inmensa pantalla dijo todo a
sus fans. Secreto de sumario.
Todavía quedaban emociones subliminadas entre las seis cuerdas. De repente
Jagger comienza a correr por una pasarela diseñada para la ocasión, y a continuación acuden
los demás stonianos para recrear en un pequeño escenario a sus seguidores ubicados en una
zona más distanciada del tablado majestuoso. Un blues de Keith por aquí, un movimiento de
caderas de Ronnie por allá, un sentimiento de placer de Charlie y un correcaminos llamado
Mick que hizo del rosa chillón el color de moda para los futuros desfiles de horteras al
estilo Rolling. Mejor no hablar del diseñador del grupo.
Vuelta al gran escenario y flecha directamente lanzada a las arterias: "Start
me up". Uno de los momentos álgidos de la noche. Y cuando todavía no se llevaban dos horas
de satanismo británico llega la canción del día: "I can´t get no (satisfaction)". ¿Quiere
alguien más? Pues toma tres palabras: JUMPIN´JACK FLASH. ¿Más todavía? Pues a viajar a
Zaragoza, porque en Benidorm no hubo más. Unos Rolling que fechaban por tercera vez la cita
con su gente no fueron capaces de dar un acorde de más a una masa entregada. A las doce fin
de fiesta. Unas imágenes de los seguidores proyectadas en la pantalla, una despedida de
todos los músicos, un adiós a los cuatro dinosaurios, y en la medianoche se acaba lo que
vinieron a darnos. Lo cierto es que supo a poco, y más de uno comentó que se habían
propuesto hacer caja, dejar unas poses en las pantallas de los teléfonos móviles con cámara
incorporada, y de paso, ingresar una buena cantidad de euros en la cuenta corriente. Y es
que cuando la parafernalia prima sobre la música, surge una parcela que es dominada con
total autoridad por un grupo que ustedes ya conocen: ROLLING STONES. Me quedo con el grupo
de los setenta porque aquello sí que era sólo rock and roll (pero me gustaba).
THE
ROLLING STONES + PRETENDERS
Estadio Olímpico de Montjuic (BCN) 29/06/03
Por
Jesús S.
- IndyRock
Decenas de trailers. Cientos de miles de watios de sonido. Millones de litros de cerveza y
famélicos perritos calientes. Docenas de reventas sacudiendo su última esperanza de sacar
provecho en los aledaños de Montjuic. Zonas vip, gente vip, moteros, yuppies, rockeros de
viejo cuño. Puestos de camisetas, almohadillas, cualquier cosa con una boca deslenguada que
se te ocurra. Kilos de hashish, cientos de policías. Millones de euros. Pasen y vean, Sus
Satánicas Majestades...The Rolling Stones.
Fotos EFE /Ideal
Pretenders hicieron lo que pudieron para calentar la velada, pero ni eran el
invitado deseado esa noche (AC/DC en Alemania sí se lo pusieron dificil a Jagger and Co.) ni
tampoco recordarán su weekend catalán con cariño ante la controversia de su elección como
banda para encabezar un festival Harley. En cualquier caso, al menos la Hynde salió de buen
humor a un recinto que aun de día presentaba un buen aspecto. Hicieron su show habitual,
sonaron algunos hits de mejores épocas y dieron la lata lo justo con su último disco, que
por mucho que algunos se empeñen aburre hasta a las ovejas.
Serían las diez y veinte cuando el Estadio se oscureció y unas sombras tomaron
el escenario. Eran Jagger, Richards, Wood y Watts, acompañados por una banda de
acompañamiento de auténtico lujo con nada menos de Chuck Leavell y Bobby Keys a las teclas y
el saxo respectivamente. Sesenta mil personas aclamaron el comienzo con "Brown sugar" y
"Start me up". Aparecieron unas gigantescas cortinas de video donde a partir de "You got me
rockin´" se ofreció un buen seguimiento del show. El repertorio, basado en buena parte
de sus temas más conocidos, estuvo perfectamente pensado para ir generando una tensión in
crescendo. Jagger empuño la guitarra en "Don´t stop", dejando claro que sí señor, los pactos
con el diablo existen y él es la prueba de ello. No paraba de moverse, agitar al público,
provocar, incluso le secó el sudor pectoral a una de las coristas con una mueca lasciva y
socarrona. Jagger es así, capaz de irse de copas con altos cargos internacionales y a la vez
comportarse como un outsider de primera cuando la ocasión lo pide. Y Keith, bueno, lo de Kiz
es caso aparte. Parece jugarse el puesto en el estrellato cada noche, tirando de sus
clásicos movimientos, agachandose con la guitarra, jugando con esos riffs venenosos
cigarrillo en los labios. Puro provocador, tuvo su protagonismo en el show ("Slipping
away" "Before they make me run") mientras su compañero se refrescaba. Protagonismo que
tristemente no tuvo Ronnie Wood, un guitarrista de los que ya no quedan, y que parece no
querer cobrar relevancia. Incluso tras su acojonante solo en "Can´t you hear me knockin´"
fue Jagger el que le obligó a saludar al público que le jaleaba.
Si algo hizo que no pudiesemos disfrutar de la fuerza de la banda al cien por
cien fue el tratamiento, a veces excesivo, dado a algunos temas crudos en sus inicios pero
que hoy en dia pierden fuerza tras la muralla teconológica que impone el show-biz del nuevo
siglo. Y ciertamente, clásicos como "Sympathy for the devil" fueron desprovistos de ese aura
perversa, irreal, dejando de ser el voodoo rock de antaño y dando paso a algo menos
peligroso. La cosa se enderezó algo en el escenario pequeño, donde a modo de "banda de toda
la vida" los Stones se acercaron más al público, y a la esencia de su música rescatando a
Willie Dixon y a Dylan y ofreciendo esa actitud que les hizo famosos y poco deseables con
"Street fighting man". A la vuelta al gigantesco set, de nuevo la frialdad empañó su mejor
tema para el que esto escribe. "Gimme shelter" sonó mal a pesar del trabajo vocal de Jagger
y Lisa Fisher. La traca final estaba cerca, así que, al no haber lugar a la sorpresa, el
show se acogió a la pirotecnia y las proyecciones mientras los Stones hacían "It´s only rock
and roll", "Honky tonk woman", y como no, "Satisfaction". Fue triste ver como medio estadio
parecía despertar justo con el sobado riff, pero así son la cosas, tan sólo quiero constatar
que mucha gente sólo va a eso. Tienen su derecho, pero los Stones son eso y mucho más. Se
fueron tras casi dos horas de show, y volvieron para el bis con "Jumpin´ Jack Flash". En
definitiva dejaron claro que siguen siendo únicos, para lo bueno y para lo malo. Un buen
concierto, claro que con semejante repertorio no se puede fallar. Y con ese Jagger...
Nos vemos en la gira de los cincuenta lametazos.
Rolling Stones U.S. tour, Tuesday, Sept. 3, 2002, in Foxboro, Mass. (AP Photo/Winslow
Townson)
Los
Rolling Stones en Edison Field, Anaheim, California, EEUU
2 de noviembre, 2002
Por
Joe McGaha - IndyRock
Tanto como han cambiado los Rolling Stones en más de 30 años, tanto siguen iguales. Ésta fue
mi tercera vez en asistir a un concierto de los Stones, y sabía por los últimos dos que iba
a ser un buen show, con mucha energía, y hasta fuegos artificiales.
Siempre usan un artista bastante popular para abrir el show, y ésta vez, fue Sheryl Crow.
Sheryl sigue cantando las canciones que le hicieron famosa, y tiene nuevas también. Crow no
mueve mucho en sus actuaciónes, más que nada, se concentra en la música.eso se nota
especialmente cuando se compare con los bailes, y la energía de Mick Jagger. De todas
formas, su música cabía bien en el escenario, y como muchísima gente solamente está ahí para
escucharles a los Stones, tampoco tenía tanta importancia.
Como solamente había un artista para empezar el show (normalmente tienen dos), había un
intermezzo bastante largo. Para los que no conocen Edison Field, es un estadio de béisbol,
así que cabe un montón de gente, y es un rollo intentar usar los servicios, o comprar una
cerveza (hay que planearlo en adelante, para no estar todo el tiempo esperando en las
colas). Pero por lo que yo ví, la gente se portaba bien, que es una rareza en shows de ese
tamaño. Había una mezcla de gente joven, y gente mayor, muy distinto a los conciertos de
artistas que están empezando ahora mismo.
Durante el intermezzo, estaban tocando música de blues, muy bonito, y un buen cambio a lo
que se escucha normalmente entre actuaciónes.
Los Stones salieron, y tocaron una mezcla de canciones viejas y nuevas, y hasta algunas
canciones de blues (incluso Little Red Rooster) y de folk (Like a Rolling Stone de Bob
Dylan). Hacía un frío bastante raro por el sur de California, pero el público estaba muy
animado de todas formas. Como los Stones llevan yá casi cuarenta años tocando, sus
conciertos son más como un evento que un concierto.son la pasión de gente de todas edades.
Hablé con varios fans, y un hombre me dijo que no había perdido ningún concierto de los
Stones en el sur de California desde el año 75. El show terminó a las 11.30 con fuegos
artificiales, y sentí que el público salió muy contento. Es como ir a una obra de teatro, o
un festival que pasa cada año.es divertido, pero ya no hay muchas sorpresas.
Me encantan los Stones, y me alegro que siguen tocando. ya es más de lo que era en los años
60 y 70. ahora es más como compartir un poco de la historia de música popular. ¡Que vivan
los Stones!
COMENTARIO
FORTY LICKS 1962-2002. Virgin 2002
Por
Juan Gallardo - IndyRock
Por primera vez contamos con una recopilación de los Rolling Stones realmente satisfactoria.
Doctos y sibaritas claman la ausencia de canciones imprescindibles en la laaaaaarga carrera
de los Stones. De acuerdo, ¿dónde está Midnight Rambler?, en ningún lado, pero dos cds
cargados hasta cerca de los 80 minutos es más que suficiente para recrearse en añejos
placeres o descubrirlos por primera vez, las piedras angulares de todo buen recopilatorio. Y
es que la historia está resumida pero bastante completa, 40 lametazos que valen por 40 años,
tenemos desde los primeros clásicos ("Street Fighting Man", "Gimme Shelter", "It's all over
now", "She´s a Rainbow" ...) que convivieran en perfecta armonía con los primeros éxitos de
los Beatles hasta 4 temas nuevos que resisten el tipo ante "Satisfaction", "Rubby Tuesday",
"Sympathy for the Devil"... Es el caso de la tristísima "Losing my Touch" cantada por Keith
Richards que hace uso de su escasa e hipócrita voz, perfecta para la ocasión, casi le puedes
ver esas facciones surcadas por tantas noches de hacer honor al famoso lema: SEXO, DROGAS Y
ROCK AND ROLL, el cigarro colgándole del labio, el whisky en la mano.... (es un milagro que
este hombre siga con vida, o mejor: un pacto con el diablo). El lifting digital, mal está
que lo diga, le sienta muy bien a las pobres producciones de los 80, bache ineludible para
todo genio de la música que solo superaran junto a Bowie, si bien ellos no supieran
reinventarse tan espectacularmente. Y es eso lo que echamos de menos, la irreverencia, la
estridencia de otros tiempos, abrir caminos, inspirar los posteriores falsetes de Bono y de
Prince, inspirar una escuela de psicodelia con los últimos compases de "Jumping Jack Flash".
Ya sé que "Love is Strong" y "Anybody seen my Baby" no están nada mal, pero aquello de
pintarlo todo negro, aquello de poner a un coro de feminas a cantar con voces angelicales
cosas tan terrenales... Si los Beatles, hoy música de ascensor, sonaban entonces extraños e
hirientes, los Rolling eran más escandalosos que un cura leyendo a gritos el Anticristo en
un prostibulo frente a una cámara del NODO. Nadie hoy en día, ni siquiera los propios
Stones, es capaz de personificar el diablo y definirse al mismo tiempo como "un hombre de
dinero y buen gusto", alguien que "andaba por allí cuando Jesucristo tuvo su momento de duda
y dolor". Necesitamos otro lametón de aquellos, la vida es tan aburrida...
Disk One
01. Street Fighting Man
02. Gimme Shelter
03. (I Can't Get No) Satisfaction
04. The Last Time
05. Jumpin Jack Flash
06. You Can't Always Get What You Want
07. 19th Nervous Breakdown
08. Under My Thumb
09. Not Fade Away
10. Have You Seen Your Mother, Baby
11. Sympathy For The Devil
12. Mother's Little Helper
13. She's a Rainbow
14. Get Off My Cloud
15. Wild Horses
16. Ruby Tuesday
17. Paint It Black
18. Honky Tonk Women
19. It's All Over Now
20. Let's Spend The Night Together
Disk Two
01. Start Me Up
02. Brown Sugar
03. Miss You
04. Beast Of Burden
05. Don't Stop
06. Happy
07. Angie
08. You Got Me Rocking
09. Shattered
10. Fool To Cry
11. Love Is Strong
12. Mixed Emotions
13. Keys To Your Love
14. Anybody Seen My Baby?
15. Stealing My Heart
16. Tumbling Dice
17. Undercover of the Night
18. Emotional Rescue
19. Only Rock 'n Roll (But I Like It)
20. Losing My Touch
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