of your page -->
24 julio 2009 Coliseo Atarfe, Granada + Dorian
+ Lagartija Nick
Organiza Musiserv
Fotos Merche S. Calle - IndyRock
Con motivo de la presentación de su último trabajo de estudio “Load Like a Love” aterrizaron para añadir a su mini gira en España además del BIME en Bilbao, y La Coruña, a la ciudad condal donde les acompañaron como invitados los mallorquines Oso Leone.
A las 22:00 de la noche se apagaron las luces y el espectáculo dio comienzo. Empezaron con "B3", canción lanzada en un EP de 2012. Sobre el escenario Brian Molko, Stefan Olsdal y Steve Forrest, acompañados por tres músicos. Múltiples pantallas y decenas de luces pusieron la nota de color a un espectáculo digno de esta banda. "For What It's Worth" de su álbum "Battle For The Sun" hizo que todo el público comenzara a vibrar y cantar.
Llegó el turno del primero de los temas de su último trabajo, "Loud Like Love". Tras el saludo de Brian en un perfecto castellano, comenzaron y su voz sonó realmente espectacular. El público cantaba al milímetro cada estrofa regalando momentos especiales, que ayudaron a que el concierto no decayese. Nos dio la sensación de que en ocasiones la banda perdía chispa y fuerza sobre el escenario, lo cual puede achacarse a la extensa gira que están llevando a cabo por todo el mundo.
No podía faltar varios himnos de su gran álbum "Without You I'm Nothing" que les consagró allá por 1998. El primero de ellos fue "Allergic (To Thoughts of Mother Earth)" y el segundo "Every You Every Me". Grandes recuerdos pasaron por nuestras cabezas al poder escuchar estos temas inmortales.
Volvieron a los nuevos temas con "Scene of the Crime", "A Million Little Pieces" y "Rob a Bank" con el que mantuvieron la intensidad y la fuerza. Para relajar el ambiente durante unos minutos llegó "Too Many Friends" en el que todo el público cantó junto a la banda, consiguiendo un ambiente extraordinario.
Llegó el turno de su álbum de 2006 "Meds". "Space Monkey" y "One Of A Kind" primero, "Exit Wounds" intercalado antes de "Meds", con el que el público se creció hasta el final del concierto, que parecía ir acercándose.
No hubo respiro y "Song to Say Goodbye" nos llevaría en volandas. Pero lo mejor todavía estaba por llegar. "Special K" de "Black Market Music" sonó como en sus tiempos, con el público tarareando "para papa para rara...".
Stefan se acercó al borde del escenario y haciendo callar a la gente, y guitarra en mano, descargó los primeros acordes de "The Bitter End". La locura fue absoluta y no pudimos parar de bailar.
Brian y los suyos se retiraron durante unos minutos para tomarse un respiro y atacar a su público con cuatro temas más.
Comenzaron calmados con "Begin The End", para ir en crescendo en un bis portentoso. No pudo faltar "Running Up That Hill" en el día del cumpleaños de Kate Bush, todo un regalo para los oídos.
Dos temas de su álbum "Meds", cerraron el show. "Post Blue" e "Infra-Red" dejando sin aliento a los asistentes, que no querían que el show finalizase. Pero eso fue todo.
Echamos de menos varios temas de su amplia discografía, pero está claro que no pueden seguir tocándolos toda la vida cuando tienes nuevo material que presentar. Puede que no fuera uno de los mejores conciertos de Placebo, pero está claro que siguen trabajando y creando más canciones con el mismo nivel que hace casi veinte años.
Impecable PlaceboDespués de un encuentro fortuito en el metro de Londres a mediados de los noventa, Brian Molko (voz y guitarra) y Stefal Olsdal (bajo y guitarras) decidieron arrancar un proyecto de pop alternativo con influencia directa del glam británico como principal soporte argumental. Curiosamente fue el propio David Bowie quien en 1996 apoyó al grupo incorporándolo a su gira europea.
Festival Jardins de Cap Roig (Calella de Palafrugell, Girona)
1 de agosto de 2014
Texto y fotos por Quim Cabeza / IndyRock
Con el alistamiento de Robert Schultzberg en los cueros –actualmente sustituido por Steve Forrest- la triada grabó su primer trabajo homónimo ese mismo año. Desde entonces el grupo ha publicado siete discos de estudio y ha vendido más de 12 millones de copias en todo el mundo; cifras que argumentan la solidez del proyecto y las posibilidades de una alternatividad comedida. “Loud Like Love” representa el último pulso de Placebo y la excusa real de esta gira mundial que ha tenido de forma inesperada varias fechas en nuestro país.
Con un sonido elaborado y reconocible, el combo inglés guionizó el concierto del pasado viernes en los Jardines de Cap Roig sobre temas de aquel “Meds” de 2006 y parte de este reciente “Loud Like Love”. Curiosa elección, sobre todo teniendo en cuenta las prestaciones de discos tan importantes en su carrera como “Black Market Music”, “Sleeping with Ghosts” o el más reciente “Battle for the sun”. Es cierto que gotearon algunos clásicos pretéritos como “Every You, Every Me”, “Special K” o “The Bitter End”, pero el grueso de su discurso radicó en los discos antes mencionados y con esa fórmula repetitiva aunque inconfundible. Un apunte y partiendo de que el grupo no se prodiga en exceso por nuestro país, deberían haber defendido su último trabajo, más un despiece calculado de “lo mejor” de su trayectoria. Sea como fuere, Placebo concretó su presencia en Girona así, desde el oficio, sobre un “show” calculado y compacto, y donde destacó, por encima de todo, las cualidades vocales de un Brian Molko impecable.Festival de la Guitarra de Córdoba 2010, 23 julio
Tres Colores
Por Armando Marín Ruiz - IndyRock
Fotos Tomás Ruiz Osborne - IndyRock
Azul. Afirman que ‘no hay dos sin tres’ y como buen amante de los dichos populares, me escudé en tal afirmación para acudir al reclamo de la londinense formación, Placebo. Mientras el celeste de una cúpula en perfecta claridad se desvanecía con el ocaso del día, desde una meridional altiplanicie se oteaba en el horizonte la silueta de aquella histórica ciudad que tiempo atrás, dio a luz a grandes filósofos, como el estoico Séneca, el noético Averroes o el críptico Maimónides, por no dejar sin mentar el reflejo de la pureza, a través de la inmortal mirada de María Teresa López “La Chiquita Piconera”, o el inteligente atrevimiento estético e hiperculta oscuridad del gongorismo cuyo zenit se ubica en “Las Soledades”.
Citados por la organización a las 23:00, accedimos a un idílico recinto conocido como Teatro de la Axerquía, un antiguo anfiteatro romano rehabilitado como espacio de acogida de espectáculos de gran calibre, capaces de propiciar una mayor entidad a la ciudad. La excusa era categórica al celebrarse la trigésima edición de un festival que rinde homenaje a la guitarra, y en esta ocasión se engalanó para realizar las funciones de cicerone con grandes de las seis cuerdas como: Joan Manuel Serrat, Joe Bonamassa, Deep Purple, Johnny Winter, Paco de Lucía o el encargado de clausurar la edición, el mítico Mark Knopfler.
En aquella noche de viernes, se anhelaba temperaturas menos acentuadas por el bochorno cordobés; no obstante, pude presumir de una perfecta ubicación en el graderío de un teatro que copaba cada uno de sus rincones y desde el cual podía deleitarme con el iluminado minarete de la Mezquita en lontananza, el resplandor de la hermosura de Venus en el firmamento, y el añil iris de un Brian Molko, en constante pugna con la tristeza y la melancolía.
Blanco. Tras la última verificación de sonido en los instrumentos, el reloj marcó el preciso instante en que un último resquicio de paz interior evocada por embaucador recinto, desapareció junto con la iluminación del lugar, para dar paso al inexorable y jubiloso griterío del gentío conformado en mayor medida por una pléyade incondicional, dispuesta a dejarse la voz en cada uno de los temas que engrosaran el set. El primero en hacer acto de presencia fue su reciente baterista, el joven californiano Steve Forrest (Evaline), haciéndose cargo de las baquetas tras la marcha de Steve Hewitt después de su última gira. Luciendo tatuado torso y atlético perfil, ocupó su lugar en la retaguardia, mientras saltaba a escena el resto de la formación ataviada con níveo e ibicenco atuendo, tal vez simulando una incierta virginidad tras la reconversión de premisas sonoras, alejadas de épocas donde la oscuridad y el desánimo marcaba, en mi opinión, su notorio hilo argumental. En esta ocasión, avalados por un excelente estado de forma, presentaban su sexto trabajo de estudio “Battle For The Sun” (PIAS, 2009), en una extensa gira que dio sus primeros pasos, el 31 de mayo del pasado año, en el PinkPop Festival (Landgraaf, Holanda). Su título es una evidente declaración de intenciones, tabula rasa auspiciada por la irrefrenable caída libre, en un peligroso agujero negro emocional. Un perfecto giro de 180º hacia un optimismo positivista, respaldado en la firmeza de un musculado sonido rock de impetuosa base rítmica, bastante alejado del glamour que tanto les marcó en sus inicios, fiel reflejo del ‘duque blanco’, un perfecto padrino.
Rojo. A través de una enorme pantalla LED, y envuelta por una ‘intro’ de pomposa angelicalidad, el escenario quedó inundado por un rojo cegador, a la par que un colosal eclipse se proyectaba, recreando una ficticia interacción por parte del planeta rojo, entre el astro rey y la madre tierra. Denotando furia suenan los primeros riffs de ‘Nancy Boy’ tema que los dio a conocer al gran público español, por formar parte de la banda sonora de “Airbag” (1997), de Juanma Bajo Ulloa, y que difícilmente acostumbra a aparecer en su repertorio. Acto seguido ‘Ashtray Heart’ (supuestamente el nombre de la banda, anterior a Placebo) y su inescrutable estribillo en castellano “Mi corazón, mi cenicero”, y el inicio ‘stoner’ del tema homónimo al título del álbum, avisaban de lo que posteriormente podría confirmar, el repertorio diferiría muy poco del que ya tuve ocasión de escuchar en su día, en el Sziget Festival de Budapest.
-
-
Es de entender que cuando un grupo sale de gira, centre el grueso de su actuación en el trabajo a presentar; sin embargo carece de recibo concentrar el set, en lo inexpresivo de un repertorio engordado por la amplitud de decibelios, la videoproyección de inconexas imágenes que, a mi modo de ver, distraen más que complementan, un turbador juego de primarios colores capaces de deslumbrar en más de una ocasión, y el acompañamiento instrumental (piano, teclados, violín eléctrico, sintetizadores, etc.) que complejiza la actuación, privándola de sencillez e inmediatez, eliminando cualquier opción de generar ese habitual crisol de emociones característico de su andrógina y ambigua personalidad. En resumidas cuentas, una actuación correcta en su puesta en escena; tediosa y aburrida en su repertorio, con grandes momentos como ‘Every You, Every Me’, ‘Bionic’, ‘Song To Say Goodbye’, ‘The Bitter End’, ‘Infre-Red’ o con la que se cerró el set ‘Taste In Men’, sin embargo, echando en falta grandes hits como ‘Pure Morning’, ‘Special K’, ‘Black-Eyed’, ‘You Don’t Care About Us’, ‘Without You I’m Nothing’, ‘Days Before You Came’ o incluso ‘I Know’; muy discutible la inclusión de ‘All Apologies’ (Nirvana), provocando la rojez en mi ira (quizás ‘Where Is My Mind’ (Pixies), ‘Johnny And Mary’ (Robert Palmer) o ‘Running Up That Hill’ (Kate Bush), hubiesen adquirido un carácter más apropiado); y entretenida para la mayor parte de los allí presentes, que vibraron con el peculiar timbre vocal de Molko, la vanidad en los gestos de Olsdal (un desafortunado animador) y el impresionante malabarismo de acentuada agresividad a la percusión, por parte de Forrest.
Afirman que “no hay dos sin tres”; en esta ocasión “tres fueron multitud”.
Placebo – Battle for the Sun 2009
Sala Razzmatazz, Barcelona
11 de Mayo 2003
Produce Doctor music
Fotos: MarceRock - Indyrock
Cronica Barcelona por Juande Gonzalez - IndyRock
Cronica Madrid por Nuria Monfort
Cronica Salamanca por Alberto Aliaga
Una hora y media de concierto supo a poco para todos, tanto para el trío como para los que ocupaban la sala barcelonesa Razzmatazz 1.
La calidad de su nuevo trabajo tenía que pasar la prueba del público español y "Sleeping with ghosts" suena ya al mismo nivel que "Placebo", "Black Market Music","Without you I´m nothing".
El concierto fue una sensación constante de tensión en el que no hubo tiempo para una tregua. Cuando parecía que perdían fuerza con temas algo pausados, atacaban con verdaderas joyas como "Without you I´m nothing" o "Special K" en la que el público fue quien acabó de manera brillante la canción para sorpresa de Brian Molko (quien hizo partícipe al público de su protagonismo), para acabar con el primer single de su ultimo trabajo "The bitter end". Los de Londres se vieron obligados a realizar dos bises; durante el primero, regalaron dulces como "Pure morning" en el que ponen de manifiesto su personalidad, más cercana al rock norteamericano que al brit pop. Pero antes de despedirse hasta Benicassìm, Placebo puso los pelos de punta a más de uno en un homenaje a Pixies al marcarse "Where is my mind?" de mister Frank Black como colofón a una noche de buen sonido, juego de luces, y sobre todo buena música.
Sala La Riviera. Madrid. Entradas agotadas.
por Nuria Monfort
Una vez más, Placebo llenó la sala madrileña de incondicionales, a juzgar por la acogida que tuvo un concierto en el que el grupo tocó prácticamente todos los temas de su nuevo disco, Sleeping with Ghosts, editado hace sólo dos meses.
Comenzaron con Bulletproof Cupid, lo más fuerte de su cuarto trabajo, y a lo largo de hora y media justa de concierto el grupo presentó cómo suena en directo su nuevo cd: la casi electrónica English Summer Rain, el single The Bitter End y el que será su nuevo sencillo, This Picture (versión normal; preparan una acústica para el DVD) y prácticamente todos los temas lentos. Especialmente bien estuvieron con Special Needs y I`ll be yours.
Además de las nuevas canciones,escogieron Pure Morning y Without You I'm notthing; Every You Every Me de su segundo disco y el resto, de Black Market Music: Taste in Men; Special K y Black Eyed, y Slave to the Wage, con la que Brian consiguió una vez más que durante varios minutos el público entonara el runaway final hasta que él dijo basta.
Porque en estos tiempos en los que la palabra glamour está tan devaluada, es reconfortante recordar que hay personas que realmente lo tienen. Y no necesitan demasiados aderezos para demostrarlo.
Más parlanchín que de costumbre, comenzó con un "guapos y guapas" general; (luego también motherfuckers, pero con él ya se sabe); soltó un fuck war y fuck governements muy celebrados y dedicó Centrefolds, la última canción de Sleeping with Ghosts a Nina Simone, recientemente fallecida.
Parece que el bajista, Stefan Olsdal, ya se está recuperando -tuvieron que suspender tres conciertos a consecuencia de la lesión en un brazo tras sufrir un percance durante un concierto -- , aunque salió al escenario con el brazo vendado. Quizá la dolencia explica que cuando llevaban menos de una hora tocando el grupo se marchara por primera vez. Volvería en dos ocasiones más.
La última, con sorpresas. Una modalidad pop de Teenage Angst. Es la segunda vez que le dan vueltas a una misma canción, después de haber incluso editado en el single The Bitter End la versión acústica tantas veces tocada en directo.
La segunda fue poder escuchar a Brian dando su toque a una canción de Frank Black,Where is my Mind. La canción de Los Pixies será incluida en el nuevo single como cara B.
Era el segundo concierto de Placebo este año. El primero fue en Salamanca el día 7 ; después, Zaragoza (10) y Barcelona (11) antes de que vuelvan un año más, a Benicassim el 8 de agosto.
EL GLAM-ROCK DE PLACEBO CONVENCE EN SALAMANCA
7 de Mayo 2003 Espacio Multiusos, SalamancaCrónica por Alberto Aliaga.
La banda de Brian Molko repasó los temas de su último disco y sus éxitos de siempre.
Despues de año y medio placebo regresa a Salamanca.
El inicio de la mini gira española de los Británicos Placebo en Salamanca fué algo confusa por un lado el éxito del concierto
que satisfizo cualquier espectativa de los seguidores de la banda,con una actuación contundente y glamourosa y musicalmente perfecta que convenció a los amantes del glam-rock, y por otro el inicio del concierto que no fué todo lo grande que hubiese querido Molko ya que un fallo en su micrófono chafó su gran entrada en escena,quitando este pequeño detalle el concierto fue para disfrutar.
Los que rompieron el hielo fue el grupo britanico "Operator" ,la banda formada por el lider de "Girls against boys",scott McCloud y Teho Teardo gustó mucho al publico con su propuesta bailable de Ciberpunk,combinando los aires rockeros de McCloud con el ambiente electrónico de Tehardo.
Una hora después salian a escena el trio britanico ante miles de aplausos del publico español, unos placebo muchisimo más electrónicos e experimentales brillaron con luz propia,un Briam mucho más carismático y seguro vocalmente hablando que se atrevió incluso a tocar la armónica, y un stefan y Steve pletóricos hicieron el resto, repasaron todos los temas de su último trabajo "Sleeping with Ghosts, 03" grandes joyas como "English Summer Rain" o "The Bitter end" o mis preferidas por mi "Protect me from what i want" o "Centrefolds", los combinaban con sus éxitos de siempre "taste in men" o "Pure Morning" o la increible versión de los "Pixies" "Where is my mind" muy solicitada por el publico salmantino y extranjero, siempre hasta llegar a un total de 20 temas.
Una anecdota de Briam fué su continua preocupación por decir bien alto al publico español en su idioma claro: "Paz para todo el mundo" una frase muy repetida en todo el concierto que hacia que la gente gritara junto a él.
En resumen Placebo todavía mantiene su gran emotividad y su tono provocativo aunque el cambio de imagen del andrógino Brian Molko no guste a alguno que otro como a mi; aún asi ellos estan en su mejor momento tanto musicalmente,como personalmente y eso también se nota.
Placebo, vuelta a los principios
"Meds" - Virgin Records 2006 - SKTM
Por J. E. Gómez / IndyRock
Brian Molko Y Stefan Olsdal, forman un trío extraño, atípico, aparentemente anárquico, pero por eso le aman cientos de miles de seguidores de todo el mundo. Placebo sorprende por su integridad musical, por su extraordinaria capacidad de crear al borde del precipicio. Crean canciones que podrían caer en el abismo o llenar estadios. Ellos logran mantener el equilibrio y llevar su obra hasta la genialidad. Después de años de carreterea y giras por los principales escenarios del mundo, Placebo ha dcidido volver a trabajar en sus raices, hacer un disco que devuelve a sus fans a los sonidos de los inicios. La idea, según el productor, Dimitri Tikovoi, era la de trabajar como si se tratase del primer disco de la banda. Brian Molko asegura que "dejamos espacio para que las composiciones pudieran brillar y traslucir más que exhibir lo listos que éramos y lo buenos que hemos llegado a ser en el estudio. Íbamos en busca de la simplicidad más que de la elaboración". El resultado ha sido MEDS, un álbum que te sobrecoge desde principio a fin, que devuelve la fe en la música de este siglo. La composición no ha muerto, desde sencillas baladas cargadas de matices a las explosiones sonoras a las que Placebo nos tiene acostumbrados. Para colmo el disco se edita también en un formato con DVD, en el que se incluyen directos, clips, y una joya muy especial, un tema en directo junto a The Cure. El documentary incluido en este disco debe ocupar un espacio destacado en cualquier videoteca que se precie. Por cierto, estarán en Benicassim 2006 y se rumorea que serán los invitados de Depeche Mode en su concierto de Granada en julio, pero es sólo un rumor.
Placebo en Santiago de Chile
1 y 2 de abril de 2005
Without You I'm Nothing
Por Esteban Velásquez Cuadra Especial para Indy Rock
Fue una larga espera, tanto la visita de Placebo, como las casi 5 horas día de pie, previo al ansiado segundo día de concierto de los ingleses. Chile fue la plaza escogida para el arranque de su gira latinoamericana. Y no por asunto de azar, pues es el país que más fanáticos tiene la banda en el cono sur.
Es el segundo Show que Placebo ofrece en la centenaria estación Mapocho. Las expectativas son grandes. El día anterior ya había cumplido con una impecable primera actuación y los comentarios fueron muy favorables. La banda, eso si, no había quedado muy conforme con el sonido, así que la prueba de sonido previa, estaría centrada en mejorar ese aspecto. Resulta que el lugar de la presentación, una antigua estación de trenes con una arquitectura francesa de la escuela de Eiffel, siempre ha sido objeto de criticas por la mala acústica que posee. La estructura es de acero y el sonido nunca ha sido el más adecuado. Recuerdo cuando vi a The Smashing Pumpkins en el '98, el sonido rebotaba cual pelota saltarina. Para esta ocasión los productores prometían que la banda traería tecnología de última generación, lo cual garantizaba un optimo sonido. Por lo menos visualmente parecía algo novedoso. De los clásicos muros de amplificación, derivó a 2 estructuras colgantes y discretas, que pendía del techo, a ambos extremos del escenario.
22:00 horas y la puntualidad inglesa, se hacia presente en aquellos parlantes con "Taste in Men". En escena Brian Molko, Stefan Olsdal, Steve Hewitt y la locura desatada de 9 mil fanáticos, saltando y coreando de principio a fin todas las canciones. Detalle que no paso, en absoluto, desapercibido por los ingleses, quienes demostraban su agradecimiento y sorpresa con la impresionante recepción que tenían en este lado del mundo. Molko y compañía parecían estar disfrutando del Show, tanto o más, que el fervoroso público presente. Los sonidos metálicos de "The Bitter End", "This Picture", "Pure Morning", "Every You Every Me", iban sucediendo enérgicamente una tras otra, mientras las voces del público, al unísono, coreaban cada canción con lo brazos extendidos haciendo palmas. Gran momento. Pero no fue hasta en "Without You I'm Nothing", donde sólo escuche mi voz cantar religiosamente. Ya no habían 9 mil fanáticos. Sólo era yo y ella, presentes en el mismo recinto, pero separados por un mar de gente. No había nadie más. Una comunión única y misteriosa que trasciende a todo y a todos. De pronto, mi teléfono móvil en mi bolsillo comienza a vibrar. Un nuevo mensaje de texto me ha llegado. No sólo era yo quien sentía la emoción de ""Without You I'm Nothing". Las luces de apagan y Placebo se retira del escenario. Sólo un bis tuvo el Show. En 1 hora y 25 minutos nos brindaron un espectáculo potente, vitamínico, bien facturado y emotivo. Yo, camino agotado, dejando mis huellas y mis ojos se pierden en la gente en busca de otro mensaje. No de texto precisamente.
Casino Royale Club, (Palma de Mallorca) 2 -03 -2002
En la cabina, Mr. Brian Molko.
GLAMOUR NATURAL
Por Nuria Monfort
La sala mallorquina, un antiguo club de alterne elegantemente remodelado, fue el marco elegido por Brian Molko para ofrecer una sesión de DJ, la primera que hace en España, y para volver a obsequiarnos con todo su glamour, en esta ocasión, en estado natural.
Un Brian sin maquillaje y accesible para todo aquel que quisiera acercarse, llegó al Club a las 24.00 horas y se situó en un discreto pero plenamente visible lugar, en una de las barras, a tomar copas a la espera del inicio de su sesión, que comenzó sobre las dos de la madrugada, después de la ofrecida por el DJ londinense Jeff Automatic, promotor de clubs en londres como el Sputnik.
Brian tomó las riendas de la cabina, y la única y temprana concesión a los seguidores de Placebo fue the Unkle remix de Whitout you I'm nothing. No estaba allí en representación del grupo, eso quedó claro desde el principio.
Y de nuevo, demostró que es un auténtico camaleón, un maestro de adaptación al medio y provocó la sorpresa de los presentes con el Cumpleaños Total de los Planetas. No fue el único tema español que salió de sus manos.
La cuestión es que, a pesar de la actitud de Brian antes del comienzo de la sesión, en el momento en que ocupó la cabina una nube de fans la rodearon; unos se quedaban atónitos mirándole, tan absortos que eran incapaces de bailar, otros le hacían fotos o le pedían autógrafos.
Esto pareció molestarle un poco, porque su intención era precisamente la contraria, y no dudó en decírselo al personal, primero en castellano --pinchó Bailando de Alaska-y posteriomente, en inglés, con el Let`s Dance,de Bowie.
En general, el cantante de Placebo ofreció una sesión en la que mezcló estilos al límite,cubriendo etapas de funk, rap, metal, punk.... Sonaron entre otros, sugar babes, princess superstar, new order, destiny´s child, james brown, primal scream, macnamara, alpine stars, talking heads...Lo cierto es que todo resultó muy bailable.
Sobre las 4.00 horas, dio por zanjada la sesión --que estuvo presidida por una imagen de Audrey Hepburn-- y dejó el testigo de nuevo a Jeff Automatic , dejándonos a todos los que sí bailamos --aunque con un ojo puesto en la cabina -- sudorosos y felices.
El cantante de Placebo fue invitado por el organizador del festival mallorquín Isla de Encanta, Toni Pla, que ha confeccionado un programa en el Club que incluye sesiones de DJ imprescindibles, como la del líder de Pulp, Jarvis Cocker.
PLACEBO EN SALAMANCAEntradas agotadas desde la semana anterior a la celebración del último concierto en España de la gira de presentación de su tercer album, Black Market Music, que, desde noviembre del año pasado, les ha llevado a Madrid, Bilbao; Barcelona; Jerez, Vigo y San Sebastián.
A la espera de un año sabático
Por Nuria Monfort (texto y fotos)
Salamanca. Pabellón Wurzburg. 13.10.01
A pesar de que estaban algo frios en la rueda de prensa -quizá cansados (lo cierto es que ha sido un año muy intenso (cerca de 140 conciertos desde julio de 2000 en Europa, EEUU, Canada, Japón, Australia.)-la chispa saltó y acabó todo el pabellón, por orden del gurú Molko, coreando a capela y con los tres músicos en el escenario frente al público, el final de Slave to the Wage, el regalo acústico de la noche. Run away, run away, run away...
Durante algo más de hora y media, el grupo tocó su último disco prácticamente al completo -a excepción, claro, de Spite and Malice; me temo que Stephan Olsdam no piensa aprender a rapear para sustituir a Justin Warfield--. Pero también hicieron concesiones. Desde Nancy Boy a Pure Morning pasando por Teenage Angst y una enorme My sweet prince por cortesía de Brian.
Y los saltos de las canciones más guitarreras, como Bruise Pristine, a las más tranquilas -Peeping Tom; Without you I'm nothing.-- en esta ocasión fueron acrobáticos, medidos; funcionaron.
En el escenario, Brian Molko, con su eterno cigarrillo, su impecable voz y su elegante manera de mover su cuerpecillo, siempre guardando la complicidad con Stephan Olsdam, el, en contraposición, altísimo bajo y tras ellos, Steve Hewitt, a la batería. Bill Lloyd, desde las sombras, ayuda, pero sigue siendo impresionante como pueden llenar de música estos tres tipos un local.
Lo cierto es que se han ganado un descanso. Y eso es lo que van a hacer a partir del próximo mes y hasta el verano de 2002. Aunque Brian bromea -no creo que haga otra cosa ante los periodistas, en general--, y dice que piensan buscar trabajo en una fábrica, Steve Hewitt, algo más serio, desvela que en este tour han estado escribiendo y que probablemente, se volverán a meter en el estudio el año próximo. Pero es imposible avanzar nada concreto sobre un nuevo trabajo, dice.
Así que acabamos hablando de Brian, que, parapeteado en sus gafas de sol, sólo con un par de frases se convierte en el héroe. No escucha su propia música. "Sería como beber mi propio esperma". Y si algún día decidiera utilizar sus estudios de arte dramático -y su innegable talento natural-para ser actor, ¿con qué director le gustaría trabajar?, le preguntamos. "Almodovar". Bueno, quizá nos estés tomando el pelo, Brian. Quiza no.
Como dijiste, uno sólo necesita tomar placebo si se siente enfermo. Pues creo que seguiremos empeorando.
Palau de la Vall de Hebrón (Barcelona). 27 03- 2001
Promotora: Doctor Music Concerts por Carles Font
Un Pavellón de la Vall de Hebrón casi lleno recibió a uno de los grupos de rock más interesantes de finales de la década de los noventa: Placebo. Pero el grupo liderado por Brian Molko presentó el pasado año un nuevo disco, Black Market Music, que plantea algunas reticencias. Parece que su glam-rock, influido sobre todo por el gran David Bowie, y los guitarrazos de Sonic Youth se han ido difuminando y han empezado a insertar elementos electrónicos. El trío formado por el mencionado Molko, al que su ambigüedad sexual alberga cada vez menos dudas, Stephan Olsdal y Steve Herwitt estaban acompañados en Barcelona por un teclista que hacía a veces de bajista. Su actuación fue correcta, sobre todo sus primeras seis o siete canciones, pero resultó demasiado corta (menos de una hora y media). El concierto además tuvo demasiados altibajos. La banda insertó a media actuación una serie de piezas lentas que provocaban irse a la barra del bar para tomar una copa. Resultó también imperdonable que se dejaran en el guión uno de sus éxitos más contundentes, Nancy Boy. No faltaron Pure Morning, Special K (la mejor canción de su último trabajo), Days before you came, Taste in men, Spite & Malice o Blue American, ni falló la característica voz de Brian Molko, pero dejaron muchas preguntas en el candelero. Placebo todavía mantiene su tono de provocativo gracias al andrógino Brian Molko y una imagen siniestra y glamourosa. Pero, ¿serán capaces de superar sus buenas composiciones de finales de los noventa?
PLACEBO, "El capitán Molko"
Sala: Pabellón de La Casilla (Bilbao); Fecha: 23-03-2001
Promotor: Get In.
Por Luis Benito para IndyRock
Debemos dejar claro que esta información no va acompañada de material gráfico porque no se nos concedió acreditación de fotógrafo. Dicen que el propio grupo exigió que los medios on-line no dispusieran de la misma, dicen, dicen...
El caso es que el grupo liderado por Brian Molko viajó hasta Bilbao el pasado 23 de marzo para presentar "Black Market Music", su tercer y último disco hasta la fecha. En un Pabellón de La Casilla con unas 3.000 personas fueron Sneaker Pimps los encargados de abrir la velada musical. Eran las nueve de la noche cuando esta banda comenzó su actuación y aún no se llegaba ni a la media entrada. Y bien que hicieron los ausentes, porque lo de Sneaker Pimps resultó una infumable propuesta de electro-rock que podíamos habernos ahorrado.
A las 22:15 horas los miembros de Placebo, los protagonistas de la historia, ya ocupaban sus lugares en el escenario. Molko y el alto bajista iban de blanco y pantalones oscuros. Con ganas de complacer a un público ansioso y entregado, el trío británico comenzó potente realizando un rock devastador. Entre su repertorio poseen temas extraordinarios para el directo, como "Allergic", "Special K" o "Spite & Malice", y al grupo se le ve seguro, cómodo y con tablas. Sin embargo, en ochenta minutos de actuación nos quedó un gusto no complaciente del todo, sin duda producto de una cierta irregularidad. No, no es Placebo el super-grupo. Es una buena banda de la que no sabemos si será capaz de ofrecernos algo más. Sus discos son notables, pero nos queda la duda. ¿Seremos demasiado exigentes? A su favor hemos de decir que Mr. Molko es un gran capitán, su voz continúa siendo la gran baza del grupo. Acompañados de un cuarto miembro, encargado de teclados y un segundo bajo, Placebo consiguió agradar a un respetable (además de verdad. ¡Menudo precio el de las entradas!) que se emocionó, saltó y vibró de lo lindo. Tocaba poner la guinda al pastel y "Pure Morning" era la buena. Sonó fantásticamente y fue el mejor cierre para una agradable noche. .
DE COMO CUMPLIR Y TRIUNFAR EN LA RIVIERA
Por Jesus M. Marcos. Madrid (11-11-2000)
Los británicos Placebo llenan en Madrid para presentar su música y actitud de mercado negro.
"Sold out" desde hacía semanas, un disco recién salido del horno con ventas masivas en media Europa (incluido España) y una trayectoria envidiable hacían de la noche del 11 de noviembre algo bastante especial. Si el disco nos metía en el cuerpo ciertas dudas, parecía que todos nuestros miedos iban a ser disipados en cuanto Molko y sus dos amigos salieran al escenario. En Caracol, hace dos años, las cosas les habían ido tan bien que fueron encumbrados hasta límites que, aunque merecidos, les metieron en el lío de las masas. Y así llegan a La Riviera, bañándose en una tropa de fans que grita y gime en cuanto Molko o cualquiera de sus dos amigos (pero especialmente él) se arriman un poco a las primeras filas. Y entretanto se nos había pasado la mitad del concierto y ellos seguían cumpliendo, con mal sonido, pero cumpliendo; y dando un buen concierto.
.
PRIMERO SE TE CAE EL CIGARRO, BRIAN
Luces off y ahí van. La estética, de lujo. Molko a lo "Hombre masa" (aunque de negro), el androide Olsdal con gafas a lo SuperñBono y a Hewitt no le veo muy bien, pero cumplirá, como todos hoy. Aunque claro, si te quieres rodear de glam y glam y estética y estética tienes que cuidar ciertos detalles. Y el Marlboro Light de Molko se fue al suelo en cuanto empezaron los primeros acordes de "Black eyed" (temazo). Adiós a parte del glam. Y perdido el glam (eres humano Molko) nos descargan una tormentosa dosis de electricidad y fuerza que dejan un poco KO al público de buenas a primeras, intercalando temas de sus tres álbumes.
"Scared of girls" y la poderosísima (es el mayor calificativo que he encontrado, pero se merece más) "Bionic" empezaron a encauzar un show que seguía con ciertos problemas de sonido (quizás era yo, que no oía bien) y con avalanchas de endemoniados por todos los lados (quizás también era yo, que me hago mayor). Cuando resultaron más contundentes fue, sin embargo, en sus toques más lentos y melancólicos. "My sweet prince" (otra obra de arte) y el medio tiempo de "Commercial for levi" (de lo mejor del concierto) seguían enseñando a los endemoniados lo que es "cumplir" (aunque parece que nadie se daba cuenta). Molko nos presenta a su "banda de rock" y ahí se acaban sus palabras hacia el público, pero ellos, pico y pala, siguen "cumpliendo".
.
MOLKO, DESPUES TE CAES TU
Y como no podía perder más glam esa noche, va Molko y se cae al suelo mientras se despedía antes de los bises y después de interpretar una insípida "Slave to the wage" (la mejor canción de su "Black market music"). Perdido todo el glam, Molko y sus dos amigos atacaron seis canciones más. Las tres primeras lentitas, tocando el piano Molko en "Peeping Tom" para que sepamos todos que sabe hacer muchas cosas. Las tres siguientes... pesadas. "Taste in men", definitivamente, no funciona en directo. "Nancy boy" ya la hemos escuchado muchas veces. Y "Pure morning", pese a una magistral interpretación, no sirve para finalizar un concierto, pero sí "cumple". Y así se fue todo el mundo, entre gritos de admiración por parte de ellos y ojos de lascivia por parte de ellas (y también de ellos). Hora y media escasa que nos sirvieron (perdón, me sirvieron), para darme cuenta de tres cosas:
1. Que a Molko todavía le quedan unos añitos para convertirse en megaestrella (que es lo que él quiere).
2. Que Without you i«m nothing es su mejor álbum.
3. Que echo de menos aquel concierto en caracol.
Seguro que acabarán llamándome exclusivista, lo se, porque lo soy.
por Abel Guerola - IndyRock
La impresión que causa el nuevo disco de Placebo tras dos o tres escuchas no es demasiado prometedora. De hecho, “Battle for the Sun” puede que al principio decepcione a los fans del trío. Las dos únicas canciones que parecen destacar del álbum son, precisamente, las dos que abren el CD: “Kitty Litter” (una canción muy rockera marca de la casa) y “Ashtray Heart” (que se da un aire y es casi tan buena como “This Picture” de su cuarto disco “Sleeping with ghosts”). Los doce temas restantes no terminan de entrar en un primer momento. Afortunadamente el álbum, el más inaccesible de los británicos hasta ahora, mejora cuanto más se escucha y, como de la nada, acaban apareciendo 7 u 8 canciones muy notables.
Otro elemento a destacar de “Battle for the Sun” es que éste ofrece una serie de novedades respecto a discos anteriores de la banda. En primer lugar, el trío liderado por Brian Molko y Stefan Olsdal estrena nuevo baterista, aunque éste es un cambio que no pasa de anecdótico. En segundo, la producción y los arreglos de éste álbum cogerán por sorpresa a más de un oyente. Aunque los referentes del trío siguen siendo los mismos de siempre, principalmente el glam-rock de Bowie y T-Rex, el punk y el pop oscuro de los 80, los Placebo actuales suenan más épicos que nunca, y sin duda a esto ha ayudado el abundante uso de orquestaciones, incluso con vientos metales. Eso sí, a pesar de este lavado de cara, los que siempre han criticado a Placebo por reiterativos pueden estar tranquilos, porque podrán seguir odiándolos a gusto.
Probablemente “Battle for the Sun” sea, después de lo dicho, más flojo que los dos últimos discos del grupo, y tiene sin duda 4 o 5 temas que no aportan nada a su ya extensa discografía. A pesar de estos defectos tampoco supondrá una decepción para sus fans. Y no hay tantas bandas que puedan decir eso tras casi quince años en activo y media docena de álbumes a sus espaldas.
Copyright IndyRock ©
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y
utilización total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad,
sin autorización previa, expresa y escrita, incluyendo, en particular, su reproducción y/o
puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa, blogs, páginas
personales, con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, y las no
comerciales y sin ánimo de lucro, a la que se manifiesta oposición expresa. Leer
más y Política de privacidad
Agenda de conciertos
Agenda de Festivales
Agenda de sesiones
Concursos
Noticias
Noticias de rock latino
Productoras
Tablón de anuncios
Locales de ensayo
Salas de conciertos
Estudios de grabación
Email:
info@indyrock.es
jegomez@indyrock.es
Phone: + 34 680 92 55 14
Dirección y edición
Juan Enrique Gómez
Merche S. Calle
NO NOS ENVÍES CDs
Preferimos un link de descarga