Después de tres piezas introductorias, el libanés expresó su
agradecimiento a todos los asistentes con una gran dosis de
humor: "Muchísimas gracias por estar aquí. Estamos muy
emocionados, felices y contentos de volver a estas tierras, a
este festival maravilloso, que es Starlite. Dada la situación
que estamos viviendo, estamos más emocionados de estar con
vosotros porque somos conscientes de que uno se lo piensa dos
veces antes de ir a un concierto. Justamente por eso queremos
decir que desde la organización se están tomando todas las
medidas necesarias para volver a casa sin estar infectados de
ninguna porquería. La única infección que queremos que haya es
que nos infectemos de música, arte y cultura".
"Hay otro riesgo real del que queríamos advertir y es que al
estar ante un público maravilloso, en un lugar maravilloso,
puede que hagamos un concierto que dure unas 18 horas o algo
así". De esta manera, desatando una y otra vez la carcajada
del público, Malikian continuó diciendo que tocarían "cosas
que sabemos, que no sabemos, que quepan, que no, todo.
Justamente el siguiente tema no tiene título, a priori lo
había compuesto para mis abuelos, que toda su vida fueron
inmigrantes, como mis padres y como yo. Como no tiene título,
vamos a llamarlo 'Sonata Starlitino y Marbellino'. Para
vosotros".
Ara Malikian emocionó al Auditorio de Starlite Catalana
Occidente en su segunda actuación en el festival boutique más
importante de Europa. El violinista libanés afincado en España
tenía los sentimientos a flor de piel y provocó la misma
sensación entre sus seguidores, que se mostraron encantados
con su música y sus numerosas anécdotas biográficas a partes
iguales.
Las habilidades de Malikian con el violín quedaron patentes
desde el primer momento, y en el repertorio se encontraron
temas muy diversos como 'Taline Nanig', 'Ay Tikar Tikar' o
'Calamar Robótico', entrelazados con piezas de Chopin y
Dvorak, que hicieron del concierto una delicia de recital que
el público recibió como un auténtico regalo en forma de
música.
'Life on Mars' o 'Allien's Office' fueron los últimos temas
que el artista interpretó antes de la traca final, la 'Nana
Arrugada' que fue tocando entre sus fieles seguidores. "La
compuse durante el confinamiento para que de alguna manera
sirviera de acompañamiento a esas personas mayores que lo
pasaron tan mal".
Así, el músico bajó y paseó por la Platea, portando una
mascarilla negra. Después de tomar el pulso de sus seguidores
se dirigió al escenario para dar cierre a una noche
apoteósica, a una auténtica de hipnosis a través de la música
en la que, durante casi dos horas, los espectadores se
abstrajeron de cualquier otro pensamiento que no fuese la
alegría que infunde la música.
Malikian toca el violín con todo su ser, con el cuerpo que no
para quieto y con el alma, que traspasa las cuerdas del
instrumento hasta tocar el corazón de los espectadores. Todo
en el show es poético, desde la iluminación hasta la
complicidad entre él y sus músicos acompañantes, haciendo de
la noche una de las veladas más estremecedoras de la décima
edición de Starlite Catalana Occidente.
ARA MALIKIAN,
MÁS ALLÁ DE LA GALAXIA, STARLITE VIBRA CON EL MAGO
DEL VIOLÍN
UN CONCIERTO CON LAS MEDIDAS POR EL COVID 19 EN EL CORAZÓN
DE MARBELLA
STARLITE * CRÓNICA
ELENA PARLANGE (AVORY) * FOTOS
Marbella, 13 de agosto 2020
Ara Malikian emocionó al Auditorio de Starlite Catalana
Occidente en su primera actuación en el festival boutique más
importante de Europa. Con un recital de violín y piano, el
violinista libanés afincado en España tenía los sentimientos a
flor de piel y provocó la misma sensación entre sus
seguidores, que se mostraron encantados con su música y sus
numerosas anécdotas a partes iguales.
El músico confesaba minutos antes de empezar sentirse
"emocionado por estar aquí y tocar en un lugar tan mítico como
éste, además en una época tan rara en la que para mí es
emocionante porque son conciertos más íntimos, más cercanos,
donde se puede disfrutar del público maravilloso de Starlite
Catalana Occidente, que es muy conocedor, muy apasionado por
la música".
El virtuosismo de Malikian con el violín quedó patente desde
el primer momento, con la introducción del concierto en la que
el músico paseó por la Platea, entre el público, portando la
mascarilla sanitaria. Después de tomar el pulso de sus
seguidores se dirigió al escenario para dar comienzo a su
repertorio, en el que se encontraba una mezcla perfectamente
equilibrada de temas propios y música clásica.
"Agradezco de corazón que hayáis venido, confiando en las
medidas de seguridad que Starlite Catalana Occidente ha puesto
en marcha para que podamos disfrutar de la música
tranquilamente. El único riesgo que hay es que estemos
infectados de música y arte". Asimismo, quiso agradecer "a los
promotores y organizadores, porque están siendo unos
conciertos muy emocionantes en los que se nota una gran
solidaridad hacia el arte, la cultura y la música",
manifestaba Ara Malikian.
Después de tanto tiempo sin actuar, el músico contaba con
muchas ganas de entregarse al público y tocar para él. Incluso
bromeó con tocar "hasta que nos echen, alrededor de 18 horas y
33 minutos seguidos".
Entre los temas, 'Bordj Hammoud' o lo que es lo mismo, un
homenaje al barrio de Líbano donde creció y a los ruidos del
bullicio característico del lugar; una pieza barroca del
alemán Christoph Willibald Gluck, en recuerdo a su etapa en
Alemania; 'Lucine', que comparte nombre con su madre o
'Pisando flores', una canción compuesta "en el este de su
apartamento".
Malikian toca el violín con todo su ser, con el cuerpo que no
para quieto y con el alma, que traspasa las cuerdas del
instrumento hasta tocar el corazón de los espectadores durante
las dos horas de duración del espectáculo. Todo en el show es
poético, desde la iluminación hasta la complicidad entre él y
su pianista Iván 'Melón' Lewis, haciendo de la noche una de
las veladas más estremecedoras de la undécima edición de
Starlite Catalana Occidente.
Para el cierre del show, el músico tocó temas compuestos
durante el confinamiento: "un tango para violín, porque nunca
hay tango para este instrumento solo, así que hice uno y se lo
dediqué a mis amígdalas" y "una nana que compuse pensando en
los ancianos, en nuestros mayores que han estado enfermos y en
hospitales sin familiares que le acompañaran. Esto tocó a todo
el planeta y compuse esta 'Nana arrugada' pensando que les
podría acompañar, dedicada a todas las personas vulnerables
que han sufrido durante la pandemia".
Con estas palabras, seguidas de una gran ovación, Ara Malikian
se fue como llegó, tocando entre el público con la mascarilla
puesta, envolviendo el Auditorio con su presencia mágica y su
música fuera de esta galaxia.
MALIKIAN, UN SÚPERCLASE
12 de agosto de 2018
Festival de la Porta Ferrada, Sant Feliu de Guixols, Girona
Por QUIM CABEZA
Siempre espectacular e incansable. La propuesta del gran
violinista armenio se convirtió en dos horas y media de música
donde encontrar un guión de lo más ecléctico. Así y bien
arropado por un oficioso cuarteto de cuerda –Humberto Armas,
Cristina López, Jorge Guillén del Castillo y Ania Bernaez-, un
excelente guitarrista como es Toni Carmona y que otorgó mucho
carácter a los temas más rockeros - y dos percusionistas de
nivel como son Natha Kuumar y Héctor “El Turco”, Malikian
basculó entre la clásica y el rock con una solvencia inusual.
Desde Hendrix a Mozart, pasando por Radiohead, Led Zeppelin y
David Bowie, para rescatar al mejor Tarantino mientras se
reencontraba con Vivaldi y Bach; así es como las gasta el
violinista. Y es que Malikian es un tipo auténtico, con una
personalidad arrolladora, buen comunicador y un excelente
instrumentista. Es así, un rockero puesto en la clásica o
quizá un amante de la clásica que también ama el rock. Sea
como fuere, la propuesta de Ara Malikian es entretenida,
recupera a los clásicos -siempre es de agradecer- y convence
por talento y persuasión. En definitiva, un superclase que
hace lo que le da la gana…
CONCIERTO EN GRANADA. FOTOGALERÍA: RAMÓN L. PÉREZ / IDEAL
EL VIOLINISTA QUE QUISO SER TRAVOLTA
El artista regresó a la capital nazarí con un doble concierto
en el que narró la historia de su violín, un instrumento que
salvó la vida de su familia
26 marzo 2017 GRANADA EXPERIENCE
Por PABLO RODRÍGUEZ / IDEAL / @prodriguezg
Actuó como él, bailó como él y hasta andó como él. Si no fuera
por la deslumbrante habilidad con el violín y por el exótico
peinado de Ara Malikian, anoche cualquiera habría pensado que
era el mismísimo John Travolta el protagonista de los dos
conciertos que pusieron patas arriba el Palacio de Congresos
con sendos llenazos. El músico armenio reconoció que soñó con
ser el actor -«más que Bach o Led Zeppelin, mi referente
siempre fue él»- pero lo cierto es que su violín lo ata a otra
estirpe de artistas, la de los virtuosos de la cuerda y los
locos genios del arco.
Regresaba ayer Malikian a una ciudad con la
que tiene una vinculación especial. Con un hijo de Granada, el
bailaor y coreógrafo Rafael Amargo, colaboró hace unos años en
un proyecto en el que logró sacar flamenco de las resistentes
cuerdas de su violín. También aquí, en el Auditorio Manuel de
Falla, cosechó tremendo éxito en mayo de 2015 en el marco del
ciclo de conciertos Alhambra & Cía de la empresa
cervecera.
Ahora era el turno de 'La increíble
historia de violín', un espectáculo en el que Ara Malikian
desgrana las aventuras y desventuras de su instrumento,
suicidio incluido. Lo hace además con una mezcla perfecta de
música clásica, música contemporánea y un 'speech' sencillo
pero efectista que logró provocar las carcajadas en el público
que llenó el espacio granadino en las dos sesiones.
El músico desplegó toda su energía en un
concierto que tuvo algo de 'show' a lo Tarantino
El músico no se guardó nada en ningún
momento. Ya desde el comienzo dejó ver los ingredientes del
espectáculo: una adaptación del legendario Jimi Hendrix, una
pieza del majestuoso Réquiem de Mozart y una composición
propia con el sello exótico, tan armenio como libanés y
viceversa, de Malikian.
La receta la aderezó el aprendiz de
Travolta con una coreografía llena de energía. De rodillas,
intercalando brincos, sobre un banco o simulando una batalla
sonora con su banda, el músico desplegó todo su abanico de
movimientos sobre el escenario en una danza que no le impidió
'clavar' la interpretación.
Malikian tuvo palabras para su familia,
víctima del genocidio que se llevó por delante la vida de más
de un millón y medio de personas en 1915 y del que solo quedó
indemne su abuelo paterno. Salvado por la música -pasó la
frontera simulando ser miembro de un grupo-, su historia fue
recordada por el violinista, que lo homenajeó con 'Kachn
Nazar'.
Después llegó el momento de presentar su
instrumento. El músico contó cómo, durante su formación, salió
al paso a las inquisitivas preguntas de sus compañeros sobre
el origen de su violín. «¿Es un Stradivarius, un Guarnieri, un
Amati...?». La respuesta, digna de un diálogo sacado de alguna
película de Tarantino, fue aplaudida por el público que la
escuchó anoche. «Ravioli, es un Ravioli». La anécdota le
sirvió para recuperar otra de las composiciones propias del
músico, 'Con mucha nata', una canción dedicada a Alfredo
Ravioli, «el 'luthier' más grande de todos los tiempos».
Malikian aprovechó la visita a Granada para
recordar a otro de sus héroes, al margen de Travolta. El
músico reivindicó a Niccolò Paganini -«el mejor violinista de
la historia, el violinista que cambió la manera de tocar el
instrumento, que cambió incluso la forma del instrumento»- con
una versión propia, con algún otro detalle rockero, de la
famosa 'Campanella' de Lizst.
Los percebes también bailan
Delirante fue el episodio de 'La danza de los percebes'. La
canción, una energética composición influida por los sonidos
celtas, sirvió de excusa a Malikian para improvisar un relato
sobre una loca visita a Galicia. El músico, miembro de una
banda folk irlandesa, acabó seducido durante una gira por los
percebes.
Atrapado por la quietud del animal, el
violinista arregló una canción«que reflejara su movimiento» y
que fue bailada -caída a un lado y a otro muy lenta- por
algunos de los espectadores en el asiento. ¿En el asiento,
bailar? Absolutamente. Como dijo el propio Ara Malikian, «esta
es una canción que puede bailarse aquí sentado, tumbado en la
cama e, incluso, dormido».
El que no se dormía era Malikian. Sin parar
de saltar volvió de nuevo a interpretar algunas canciones de
grupos conocidos. Se lució con 'Kashmir', una versión de Led
Zeppelin; y rompió el escenario con 'Misirlou', la célebre
melodía que bailaron Uma Thurman y John Travolta en 'Pulp
Fiction'. Fue ahí donde Malikian terminó de apuntalar su
transformación. Identificado con el actor, imitó su forma de
andar -«paso corto y el culillo arriba»- y logró conquistó al
público con el baile. Todo sin dejar de tocar con una
velocidad imposible.
Habían pasado casi dos horas y media cuando
el músico regresó de nuevo a sus raíces, a la increíble
historia de su violín que es la increíble historia de su
familia. Hijo de violinista, nieto de violinista, Malikian
recordó a las víctimas del genocidio armenio y a las de todas
las guerras del mundo. Tocó '1915', una composición dedicada a
todos los fallecidos en conflictos y a los más de 65 millones
de refugiados que hay en el mundo actualmente. Fue el broche
de oro antes de cerrar con Bach: «la toco hoy por ellos,
espero no tener que tocarla muchas veces más». Que así sea,
pero que no deje de tocar muchas otras más.
ARA MALIKIAN * BIOGRAFÍA OFICIAL
Se inició en el violín a muy corta edad de la mano de su
padre. Su talento fue reconocido tempranamente a pesar de las
difíciles circunstancias que la guerra civil libanesa le
obligaron a vivir. Dio su primer concierto importante con 12
años, y a los 14 el director de orquesta Hans Herbert-Jöris le
escuchó y consiguió para él una beca del gobierno alemán para
cursar estudios en la Hochschule für Musik und Theater
Hannover. Con 15 años fue el alumno más joven admitido en este
prestigioso centro superior de estudios musicales.
Posteriormente amplió sus estudios en la Guildhall School of
Music & Drama de Londres, además de recibir lecciones de
algunos de los más prestigiosos profesores del mundo como
Franco Gulli, Ruggiero Ricci, Ivry Gitlis, Herman Krebbers o
miembros del Alban Berg Quartet.
Como intérprete es poseedor de un amplio repertorio que
incluye la práctica totalidad de las grandes obras escritas
para violín (conciertos con orquestas, sonatas y piezas con
piano y música de cámara). Ha estrenado obras de compositores
actuales como Franco Donatoni, Malcom Lipkin, Luciano Chailly,
Ladislav Kupkovic, Loris Tjeknavorian, Lawrence Romany Yervand
Yernakian.
Como violín solista ha sido invitado por formaciones de la
talla de la Orquesta Sinfónica de Tokio, Orquesta Sinfónica de
Bamberg, Zurcí Chamber Orquestra, Génova Opera Orquestra,
Orquesta Sinfónica de Madrid (OSM), Sinfónica de Portugal,
Orquesta de Cámara de Tubingen, Virtuosos de Moscú,
Filarmónica de Belgrado, Orquesta de cámara de Toulouse o la
Filarmónica de Armenia. Ha tocado bajo la batuta de directores
tan importantes como Mariss Janssons, Peter Maag, Jesús López
Cobos, Vladimir Spivakov, Miguel Ángel Gómez Martínez,
Luis Antonio García Navarro, Vassili Sinaisky, Edmond de
Stoutz, Gudni Emilson, Juan José Mena o Jo Ann Falleta, Pedro
Halffter, Alejandro Posada, Cristóbal Halffter, o Salvator
Brotons. Y ha actuado en las más importantes salas de
concierto del mundo, en más de cuarenta países de los cinco
continentes: Nueva York (Carnegie Hall), París (Salle Pleyel),
Viena (Musikverein), Toronto (Ford Center), Madrid (Auditorio
Nacional y Teatro Real), Zurcí (Tonhalle), Londres (Barbican
Centre), Cádiz (Gran Teatro Falla).
Su calidad y nivel como violinista ha sido reconocido en
numerosos concursos de prestigio mundial entre los que cabe
destacar los primeros premios obtenidos en los concursos
internacionales Felix Mendelssohn (1987, Berlín, Alemania) y
Pablo Sarasate (1995, Pamplona, España). Además ha recibido
premios en distintos concursos como Niccolo Paganini (Génova,
Italia), Zino Francescatti (Marsella, Francia), Rodolfo
Lipizer (Gorizia, Italia), Juventudes Musicales (Belgrado,
Yugoslavia), Rameau (Le Mans, Francia), Internacional Artist
Guild (Nueva York, USA), y en la Internacional Music
Competition of Japan (Tokio). En 1993 recibió el Premio a la
dedicación y el cumplimiento artístico del Ministerio de
Cultura de Alemania. Ha obtenido el Premio MAX de las Artes
Escénicas a la Mejor composición musical para espectáculo
escénico (La lucha libre vuelve al Price, 2011), y ha sido
galardonado dos veces con los Premios de la música en las
categorías de Mejor álbum de nuevas músicas 2006 (De la
felicidad) y Mejor intérprete de música clásica 2007 (Ínsula
poética).
En 2013 ha presentado su propia orquesta La orquesta en el
Tejado en el Teatro Español de Madrid.
Ara Malikian tiene una amplia discografía. Con la compañía
Warner España ha grabado las más destacadas obras para violín:
los 24 caprichos para violín solo de Paganini (2003), un álbum
con obras de Sarasate (2003) acompañado al piano por el
pianista armenio Serouj Kradjian, las Seis Sonatas para violín
solo de Ysaÿe (2003) y las Sonatas y Partitas para violín solo
de Johann Sebastian Bach (2003), las Cuatro estaciones de
Vivaldi (2004). Acompañado por el guitarrista flamenco José
Luis Montón ha grabado Manantial (2002/2004) y De la felicidad
(2005). Ha registrado música de Fernando Egózcue recogida en
los álbumes Lejos (2007) y Con los ojos cerrados (2011). Entre
sus discos más recientes podemos encontrar El Concierto para
Violín y Orquesta de Aram Khachaturian (2008) con la Orquesta
Sinfónica de Extremadura dirigida por Jesús Amigo, Conciertos
románticos españoles de violín (2010) con la Orquesta
Sinfónica de Castilla y León dirigida por Alejando Posada con
temas de Bretón y Monasterio, y el disco No Seasons (2010) en
el que se recogen Las cuatro estaciones Porteñas de Piazolla
con la Non profit music Chamber Orchesta, Christmas mood
(2011) en el que interpreta 11 canciones de temática navideña,
Pizzicato (2013) que recoge algunas de sus actuaciones para el
programa de TVE Pizzicato. Su último álbum es 15 (2015)
concierto grabado en el Teatro Real de Madrid con el que
celebra sus 15 años de vida en España y que resume todos los
espectáculos con los que ha girado estos últimos 15 años.
Ara Malikian ha demostrado desde siempre un especial interés
por acercar la música a todos los públicos, tanto clásica como
no clásica. Desde el año 2006 colabora con la Fundación Non
Profit Music y el compositor madrileño Jorge Grundman en la
creación de la orquesta de cámara Non Profit Music Chamber
Orchestra, dedicada a difundir la obra de compositores
contemporáneos dentro de la llamada Nueva Música Consonante.
Fruto de esta colaboración son la publicación de los trabajos
Tears of Beauty (2006) y Meeting with a friend (2007). Junto
con la compañía Yllana ha creado y coproducido el espectáculo
PaGAGnini (2008) en el que se hace una revisión en clave
humorística y teatral de piezas cumbre de la música clásica,
de autores como Sarasate, Manuel de Falla, Luigi Boccherini,
Johann Pachelbel, Shigeru Umebayashi, Mozart, Serge Gainsbourg
y Paganini. Ha participado en la producción y creación del
concierto escenificado para público familiar Cuentos del
mundo, la historia de un hombre feliz (2009), así como el
espectáculo Mis primeras cuatro estaciones, una versión
dramatizada de las Cuatro estaciones, de Vivaldi, que continúa
actualmente en gira. Desde 2010 forma parte del grupo de
presentadores del programa infantil-juvenil de La 2, de
Televisión Española, El club del Pizzicato, dedicado a dar a
conocer la música clásica de distintos compositores al público
más joven. Ha creado diversos espectáculos que posteriormente
se han convertido en giras, como Las ocho estaciones de
Vivaldi (2011), Piazzolla (2011) y Caprichos para violín y
cuerpo (2011) con la dirección teatral de Marisol Rozo, Los
Divinos (2012) coproducido con José Manuel Zapata. Actualmente
está en gira con los espectáculos: 15, Mis primeras cuatro
estaciones, y los dúos con José Luis Montón y Fernando
Egozcue.
Una inagotable inquietud musical y humana han llevado a Ara
Malikian a profundizar en sus propias raíces armenias y
asimilar la música de otras culturas del Medio Oriente (árabe
y judía), Centro Europa (gitana y kletzmer), Argentina (tango)
y España (flamenco), todo ello dentro de un lenguaje muy
personal con el virtuosismo y la expresividad de la gran
tradición clásica europea. Estrenó el concierto Músicas
cíngaras (2009) que recoge melodías de los diferentes países
musicalmente influenciados por el viaje que los cíngaros
realizaron desde India hasta España. Con el guitarrista
flamenco José Luis Montón ha coproducido el espectáculo Payo
Bach (2011).
Ha colaborado entre otros con la cantante libanesa Fairud, los
bailarines flamencos Joaquín Cortés y Belén Maya en Ensamble
Nuevo Tango, y con el pianista de jazz Horacio Icasto. Ha
participado en varios álbumes de Extremoduro La ley innata
(2008), Material defectuoso (2011) y Para todos los públicos
(2013), con Nach en Los viajes inmóviles (2014) y con Juan
Antonio Valderrama en Ambrosía (2014).
Su presencia ha sido solicitada por importantes compositores
de música de cine como Alberto Iglesias, con quien ha grabado
la banda sonora de Hable con ella (2002) y La mala educación
(2005) de Pedro Almodóvar o con Pascal Gainge en El otro
barrio (2000) de Salvador García Ruiz. Y ha participado en las
bandas sonoras de las películas Manolito Gafotas (1999), Los
pasos perdidos (2001) y Pájaros de papel (2010).
Además Ara Malikian es un personaje de prestigio y de fama
internacional que le permite colaborar siempre que puede en
proyectos destinados a mejorar la vida de las personas más
desfavorecidas, sobre todo cuando se trata de niños. Así cada
año colabora con la ONG Acción contra el hambre.
PREMIOS
Nominación a los Grammy Latino 2015.
Premio MAX de las Artes Escénicas a la Mejor composición
musical para espectáculo escénico (La lucha libre vuelve al
Price, 2011)
Mejor intérprete de música clásica, Premios de la música
(Ínsula poética, 2007)
Mejor álbum de nuevas músicas, Premios de la música (De la
felicidad, 2006)
Primer premio Pablo Sarasate (1995, Pamplona, España)
Premio a la dedicación y el cumplimiento artístico del
Ministerio de Cultura de Alemania (1993)
Primer premio Felix Mendelssohn (1987, Berlín, Alemania)
Niccolo Paganini (Génova, Italia)
Zino Francescatti (Marsella, Francia)
Rodolfo Lipizer (Gorizia, Italia)
Juventudes Musicales (Belgrado, Yugoslavia)
Rameau (Le Mans, Francia)
Internacional Artist Guild (Nueva York, USA)
Internacional Music Competition of Japan (Tokio)
DISCOGRAFÍA
Le quattro stagioni (1995)
750 Jahre Wölpinghausen (1996)
Miniatures (1996)
Bow on the String (1997)
500 motivaciones (1999)
All Seasons for Different (2000)
Robert Schumann (2000)
24 Caprices for Solo Violin by Paganini (2003)
Sarasate (2003)
Six Sonatas for Solo Violin by Ysaÿe (2003)
Sonatas and Partitas for Solo Violin by Bach (2003)
El arte del violín (2004)
Manantial (2002/2004)
The Four Seasons by Vivaldi (2004)
De la felicidad (2005)
Tears of Beauty (2006)
Meeting with a friend (2007)
De los Cobos / Montsalvatge (2005)
Lejos (2007)
Conciertos románticos españoles de violín (Orquesta
sinfónica de Castilla y León-Alejandro Posada y Ara
Malikian-2010)
Con los ojos cerrados (Ara Malikian y Fernando Egozcue
Quinteto- 2011)
Chirstmas mood (2011)
Pizzicato (2013)
15 (2015)
http://aramalikian.com/