SOUNDGARDEN * AUDIOSLAVE
Con la muerte de Chris Cornell mi generación pasa página a los últimos ecos que quedaban de nuestra juventud. Eso es lo más duro, egoístamente hablando por supuesto, darse cuenta de que con él se nos muere el aliento rebelde, sofocado, el último grito de la última generación que pudo sentir la vida sin el opio de la híper tecnología, la última generación que fue capaz de meditar, de escuchar el silencio, de leer más allá de 140 caracteres. ¿Cómo hubiéramos reaccionado nosotros si entonces, a principios de los 90, hubiéramos sido testigos del renacer universal del fascismo, ese fascismo que se enmascara, cuando ya casi ni lo necesitaría?, ¿Hubiéramos sido tan maleables, tan manipulables, tan estadísticos? ¿Nos hubiéramos quedado tan tranquilos viendo como los gobiernos de medio mundo no solo no corrigen, sino que impulsan el cambio climático? Si al holocausto nazi le llamamos genocidio, ¿Cómo le vamos a llamar a algo que potencialmente puede tener efectos inmensamente más devastadores? ¿Qué estamos haciendo con los millones de familias sirias que se mueren cada día en condiciones terribles, en sucias tiendas de campaña, sin comida, sin electricidad, sin asistencia sanitaria? ¿De verdad que necesito seguir enumerando las aberraciones que estamos ignorando? Si no nos queda otra cosa ¿Dónde está el arte para, al menos, denunciar lo que está pasando?
Y es que no, ya no quedan jóvenes, ya solo quedan tuiteros, y un paisaje que se va quedando más y más devastado, una generación no perdida, sino aniquilada, un paisaje tan grotesco que a él acuden buitres aún más trasnochados a vendernos fórmulas arcaicas en vez de mirar hacia adelante, y es que no se puede mirar demasiado lejos cuando tu atención no supera el eslogan inmediato, el subsidio, los 2 minutos, la idea básica, el chiste fácil, el LOL, XOXO, y las caritas XD y su reputísima madre.
Y todo esto por Chris Cornell, ganas dan de reír, pero como que no me sale.
A nosotros, culpables de dar el último grito, que nos han
robado no solo el futuro, sino también el presente, y solo nos
queda un pasado que, para mí, se acaba de cerrar
definitivamente.
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El también vocalista de Temple of the Dog se encontraba en
Detroit actuando con Soundgarden, con quien se había embarcado
en una gira por Estados Unidos que comenzó el pasado mes de
abril, ha precisado la CNN, que cita un comunicado de su
representante, Briam Bumbery.
Según ha señalado Bumbery a la cadena estadounidense, el
fallecimiento del cantante fue "repentino e inesperado". "Su
esposa Vicky y su familia se sorprendieron al enterarse de su
fallecimiento repentino e inesperado y trabajarán
estrechamente con el médico forense para determinar la causa"
de la muerte, ha dicho
Bumbery en la nota.
La familia y el manager del fallecido agradecen a "sus
seguidores, el continuo amor y la lealtad" que han mostrado al
artista y les piden "que su privacidad se respetada en este
momento".
El músico de rock alternativo y hard rock, ganador de un
Grammy, había actuado el pasado miércoles en el Fox Theatre de
Detroit, en el estado de Michigan.
Carrera musical
Cornell nació en Seattle, en el estado de Washington, hace 52
años y comenzó en el mundo de la música con 7 años cuando se
aficionó a tocar el piano. Su carrera musical, dentro de la
escena del rock, se inició en Seattle al formar la banda
Soundgarden en 1984, que jugó un papel importante en el
movimiento "grunge" de
los años noventa, según medios locales.
El grupo se disolvió en 1997 y en 2001 Cornell se unió a tres
ex miembros de Rage Against the Machine para formar
Audioslave. El artista también cantó el tema de la película de
James Bond 'Casino Royale'.
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