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INDYROCK Magazine


THE CULT

SONIC TEMPLE
Recuperan en directo su disco más clásico, una de esas noches que permanecen en las retinas y recuerdos durante mucho tiempo

FOTOS Y CRÓNICA: JUAN FRANCISCO CAMACHO

INDYROCK





THE CULT y EL INMORTAL 'SONIC TEMPLE'

Recuperan en directo su disco más clásico, una de esas noches que permanecen en las retinas y recuerdos durante mucho tiempo
La Riviera, Madrid 21-08 2019

FOTOS Y CRÓNICA: JUAN FRANCISCO CAMACHO * JFC FOTOGRAFÍA * INDYROCK
The Cult celebrando el 30 aniversario de Sonic Temple. En La Riviera. Sold Out, claro. Por algo es, seguramente, su disco más representativo. Aunque el abajo firmante prefiera el Love. O el Dreamtime. El Ceremony no. El Electric tampoco. Aun así, The Cult en plena forma, allá por el 89, mientras decidían si querían jugar en la liga de Guns and Roses o Aerosmith. Con el oscureo bastante olvidado. Los indios seguían ahí pero un poco a otro plano. En el subsconsciente, si quieres, como demostrarían unos años más tarde. Se comenta que serán The Cult haciendo Sonic Temple enterito, añadiéndose a esa moda (bendita sea) de recuperar discos enteros clásicos en los directos. Ansias monetarias para algunos, exceso de nostalgia para otros. Nuevas oportunidades, para muchos. Para mí seguro, que nunca –por diversas razones que no vienen al caso- he visto a los de Astbury, Duffy y compañía. Concierto tempranero, puertas a las 20h, sin teloneros. Solo los de ¿Bradford? para llenar la noche. No hay excusa alguna para que no sea una de esas noches que permanecen en retinas, oídos medios y recuerdos mucho tiempo. No, no las hay.



Sun King abre el disco. Y el concierto. Se nota al grupo un poco frío, con Duffy haciendo esos molinetes con los brazos tantas veces ensayados y repetidos. Poco a poco van entrando, el público lleva ya rato emocionado. New York City y Automatic Blues. Últimos temas en los que la organización/la sala/el grupo nos permite hacer fotos. Desde el lateral y sin “pisar” el centro. Elige tu propia aventura, o tu lado para hacer las fotos. Y mantenlo, claro. Nos sacan a la calle con Swet Soul Sister. Algunos de los presentes les explicamos que estamos acreditados como redactores también y amablemente nos permiten volver a la sala. Se puede gestionar el tema mejor, bastante mejor, pero bueno, también podría haber sido peor. El caso es que entro cuando empieza American Horse. La frenética actividad de Mr Astbury se reduce a tirar al suelo la pandereta de vez en cuando. Esa “sosez” diluye un poco la fantástica energía que tienen las canciones, para mí, lo más trascendente del sonido de la banda con diferencia.



Soul Asylum, Edie (Ciao Baby) y, por encima de todas, Fire Woman. Los siempre eficacísimos John Tempesta (batería), Grant Fitzpatrick (bajo) y Damon Fox (teclados y coros) quedan un poco por debajo de los guitarrazaos de Duffy, que sigue con los molinetes. A estas alturas, pese a la sensación de que todo obedece a largas horas frente a un espejo, agradezco su carisma y el que se lleve por delante (en este sentido) al indiscutible de Ian (funcionaba mejor, el carisma, cuando tenía pelazo). Fire Woman es un auténtico puñetazo, una explosión que hace al público saltar y bailar pese a exceso guitarrero en la mezcla y a algún fallito en la voz de Astbury que empieza a estar algo ahogadillo. Recupera un poco en Rise y en American Gothic, para llegar al (para mí, cuestión de gustos) punto culminante de todo el bolo: “Esta canción es antigua, justo de después de Death Cult”. Y comienza la estupenda Spiritwalker, dónde se aprecia mejor eso que decía de la energía: melodía sencilla, letra aún más sencilla, cero alardes instrumentales… pero un tema increíble. Y de los que hacen imposible permanecer quieto. Como me sucede con los siguientes, sacados del magnífico Love: The Phoenix y el supermegahit She Sells Sanctuary. Aquí ya da lo mismo todo, ya está todo el pescao vendido, que diría aquel.

Saltos, bailes y por favor, una petición (que caerá en saco roto) para conciertos siguientes: NO TIENE NINGÚN SENTIDO hacer lolololololo en She Sells Sanctuary (ni en ninguna, nunca, pero bueno). Ni lololo ni por supuesto, oeoeoeoeoe. Ni nada de eso. En señores (mayoría en la Riviera este día) cuarentones menos aún. Casi casi conseguís, panda de paletos maleducados, estropear ese clímax que decía antes. A punto estuvisteis. Y hasta aquí llegó el, cortísimo, bolo. Una horita y cuarto escasa. Faltan los bises claro, pero se me antoja corto, muy corto. Mismo set (y más o menos duración) que en, por ejemplo, el Azkena, siendo este un festival y lo del día 21 un concierto de los de 40 pavos la entrada, sin teloneros y con intención de celebración. Menos mal que, esta vez sí, el sonido de La Riviera, tantas veces criticado, estuvo a la altura. Y menos mal, sobre todo, que quedaban los bises.



A estas alturas ya todos sabemos cuáles serán. No han cambiado ni un tema, ni el orden siquiera hasta ahora, para qué hacerlo en los bises. Wild Flower, Rain, Love Removal Machine. Por supuesto. Tres de sus otro hits (tienen unos cuantos más, por supuesto, son muchos años y muchos discos). A cuál más esperado. Bien los tres, sin excesos más allá de lo vivido durante el resto del bolo. Destacar el final jugando a lo apoteósico y la despedida con un muy simpático Duffy y unos agradecidos Astbury, Fox, Fitzpatrick y Tempesta. Aparentemente sinceros, además. En resumen, un muy buen bolo, buen sonido, buen setlist (aunque corto y previsible). Decía al principio que no hay excusa alguna para que no sea una de esas noches que permanecen en retinas, oídos medios y recuerdos mucho tiempo. Y no, no las hay.



THE CULT * ARCHIVO HISTÓRICO INDYROCK




02-07-07 Barcelona Razzmatazz
Fotos Natalia Moreno - IndyRock
crónica por Luis Rodrigo Alvarez - IndyRock 
 


 
Con un hora de retraso se subieron al es cenario The Cult el pasado 2 de Abril en la Sala Razzmatazz 2 de Barcelona.  Quizás fuese una pataleta por haber vendido menos entradas de las esperadas o quizás fuese su idiosincrasia roquera sin más. Idiosincrasia de la que hicieron gala después en un concierto irregular: Ian Astbury con sus gorgoritos y sus poses andróginas y un Billy Duffy ya curtidito pero con la misma actitud de metal-macho. Los dos parapetados por una banda de mercenarios que cumplieron su papel sin hacer sombra en ningún momento a estos dos personajazos del rock ochentero.

El set list se desgranó entré canciones de sus discos de los 90 y puntuales momentos para el recuerdo de los 80, su mejor época. Cayó algún tema de "Love", algún otro de "Electric" y "Sonic Temple"  e incluso tocaron un tema del flojo "Ceremony". También tocaron un tema de su próximo disco que quedó bastante resultón y que ilusionó a los más fans con la promesa de un retorno a la época más roquera. Con todo, ni este set algo insulso ni la actitud más bien fría con el público hicieron que su rock grandilocuente alcanzase la potencia necesaria para devolvernos a los Cult de la buena época. El público, a pesar de todo, y como es habitual en este tipo de conciertos, se mostraba bastante entusiasta. Esta actitud positiva fue recompensada al fina del concierto y en los bises cuando los ingleses interpretaron del tirón "Wild Flower", "Love Removal Machine", "Eddie (Ciao Baby)" y "She sells sanctuary". Una traca final que para muchos de los que estábamos allí supuso la justificación de todo un concierto más bien mediocre. 


Formacion en 2007
Ian Astbury  (voz), Billy Duffy (guitarra solista), John Tempesta  (batería, miembro de bandas como Testament   o White Zombie , Mike Dimkitch (guitarra rítmica) y Chris Wyse (bajista).


Algunos artistas influencian de forma decisiva su tiempo, The Cult es uno de ellos y con el paso del tiempo se han convertido en un clásico absoluto del rock'n'roll. Irrumpieron a principios de los ochenta en la escena inglesa con una interesante y novedosa combinación de psicodelia y rock que tras su debut discográfico Dreamtime, les llevó a facturar el experimental Love con el que llegan sus primeros éxitos de la mano de los singles tan rotundos como Rain o She Sells Sanctuary. Pero fue en 1987 cuando un entonces prácticamente desconocido Rick Rubin les produce el vigoroso, vital y demoledor Electric, un disco que atrapó a miles de jóvenes y que posteriores bandas han aclamado como una influencia decisiva en sus carreras. Los crudos ejercicios de rock crudo y duro de Wild Flower o Lil' Devil fueron los culpables. Con él comenzó la época de los excesos y del éxito a gran escala que tuvo su continuidad en Sonic Temple, ya convertidos en estrellas del rock, y Ceremony con el que inauguraron la década de los noventa. Fue entonces cuando actuaron por primera vez en España, visitándonos en dos ocasiones más antes de su separación algún tiempo después de la publicación del simplemente titulado The Cult.

Después de algunos trabajos en solitario y proyectos con otros músicos el combo Astbury-Duffy se reencuentra en 1999 para unos conciertos que terminan triunfalmente con ocho noches consecutivas en el House Of Blues de Los Angeles. En 2001 editan Beyond Good And Evil y llega un nuevo periodo de inactividad en el que Ian Astbury comienza su andadura como vocalista de los reformados The Doors, primero bajo la denominación The Doors Of The 21st Century, con quienes realizó un memorable único concierto español en Benidorm, y más tarde como Riders On The Storm.
De repente en enero de 2006 y casi por sorpresa anuncian su vuelta a los escenarios con una gira de reunión A Return To Wild -vuelta al estado salvaje- y emprenden una gira que les trae a España en el mes de junio.
Tras un último concierto en la ciudad de Valencia en enero de 2007 con el proyecto de reunión de The Doors, Astbury anuncia su salida del proyecto declarando su dedicación exclusiva a The Cult: "He decidido seguir adelante y concentrarme en mi propia música y mi legado".
 
The Cult han estado metidos en el estudio de grabación los últimos meses preparando un nuevo lanzamiento discográfico que verá la luz en agosto de 2007, pero antes de eso han decidido hacer una gira a modo de aperitivo que durante algo más de un mes les llevara por Europa y en la que algunas de las fechas estarán abriendo para The Who.
THE CULT Beyond good and evil. 
Por Jesús S. (IndyRock)

Me asaltan todo tipo de dudas a la hora de escribir lo siguiente: no por el contenido propio que quiero darle a mis palabras, sino por el temor a que sean malinterpretadas. A ver, tenemos nuevo album de The Cult, tras muchos años de silencio y de incongruentes proyectos en solitario. Creo que han sido seis los años que han tenido para detener el carro, pensar bien cómo y por dónde continuar y llevarlo a cabo dignamente. De todas estas premisas, la única que les salva es la última. Ante todo, "Beyond good and evil" es un disco digno, se deja oir y no es un espanto, es rock lleno de guitarras, buena base ritmica y una voz grandiosa donde las haya. Ahora bien, el camino elegido y el medio no ha sido precisamente el más indicado para una banda de la grandeza de The Cult.  Me explico: en mi opinión puedes tratar de convencer a una parte de tu público de que todavía rockeas a base de clichés por todos conocidos: y es de eso de lo que anda sobrado este trabajo: no problem con las guitarras pesadas, con la base metalera que ha aportado Sorum...en definitiva, parte de la forma es honesta: ellos saben lo que su público espera en cuanto a fiereza y en ese sentido han apostado por temas densos y duros. En cambio, es en el contenido mismo de lo que oimos donde en mi opinión patinan: las canciones fallan, escasean riffs perdurables que se te claven a la mente, algo que era seña de identidad en "Electric"; falta la identidad rockera que hacía de "Sonic temple" un regalo a los oidos. Mucha gente pensará que este disco es superior al anterior, el de la famosa cabra. Bien, en aquella ocasión se desviaron de su camino pero ofrecieron grandes temas ("Star", "Be free"), dándoles una apariencia que a muchos no gustó. 

En este caso no falla el sonido en sí mismo, sino las canciones. ¿Realmente sentían que lo que componían era lo mejor que podían sacar de ellos mismos? Un año después de destapar aquel album que nunca llegó a salir ("Peace", que se puede escuchar integramente en ña caja "Rare Cult"), no hago más que cerciorarme de que en el caso de los Cult, la creatividad de aquellos años se ha perdido por completo. De hecho, si he de destacar tres o cuatro canciones me quedaría con las iniciales "War (the process)" y "The Saint", "Nico" o "True believers", buenos temas pero que en sus anteriores obras hubiesen quedado por debajo de la media. ¿Realmente creeis que temas como "Breathe" o "Speed of light" perdurarán en nuestra memoria como lo hicieron "King contrary man"o "Sweet soul sister"?...ni de lejos!!! No se han tomado el más mínimo interés por las melodias, todos los estribillos están más que vistos. Los que decían que "Ceremony" era un trabajo flojo (que en mi opinión no lo es), lo van a tener crudo para convencerme de que este no lo es más aun. 

Tema aparte el dichoso estribillo de "Take the power", una canción que podía haber sido grande queda reducida a la estupidez más supina al recurrir al plagio descarado de un tema como "American woman", sobado hasta la desesperación por el patético Kravitz. Ellos tenían la posibilidad y el potencial de volver a sesgar las cabezas de sus compatriotas poperos de un plumazo. Hasta me atrevo a decir que tenían la obligación de hacerlo. En cierta medida, y para muchos de sus fans, lo han hecho: cualquier parecido entre este disco y cualquier mariconada británica de los últimos años provoca la risa. Pero, que cojones, seamos sinceros, lo que parecía que iba a ser un gran año para el hard se está quedando en un banal intento de recuperar glorias pasadas. Algunas bandas han caido lo inimaginable (Aerosmith), a otras se le está acabando el crédito dado por su juventud (Backyard Babies), y en el caso de The Cult, ni el resultado es grandioso ni al menos lastimoso. De todas formas siempre tendremos ahí la imponente voz de Astbury, lo cual es bastante más por sí sola que todo lo que las hordas de numetaleros nos puedan ofrecer. Pero de momento, esperemos hasta septiembre a ver que tal se desenvuelven los temas nuevos en directo. Hasta entonces aplazo el aprobado definitivo. See you on stage!!!

THE CULT "RESUCITAN" CON "BEYOND GOOD AND EVIL"
Por Carlos del Amo - (Efe - Ideal).- Ian Atsbury y Billy Duffy, después de siete años, han vuelto a reunirse y lo han hecho junto al batería Matt Sorum, para, como ellos mismos dijeron hoy, "resucitar" con el disco "Beyond Good and Evil", a una de las bandas británicas de mayor peso dentro del mundo del rock, The Cult.
Atsbury y Duffy han elegido Madrid para la presentación mundial de este nuevo álbum, que saldrá a la venta el 11 de junio de 2001 y que todavía está en fase de producción, porque España, a donde piensan volver en septiembre para tocar en vivo, "tiene un público que se entrega totalmente y se vuelve loco cuando acude a un concierto".
The Cult nació en 1984, aunque un año antes ya existían como Death Cult, nombre con el que ya habían editado "God's Zoo" y formaban parte del grupo de los grandes del rock. A este trabajo seguirían "Dreamtime", "Love", "Electric" y "Sonic temple", este último publicado en 1989 y convertido ya en un clásico del género.
Tras la publicación de "Ceremony" (1991), el batería Nigel Preston muere de sobredosis y Matt Sorum deja The Cult para pasar a formar parte de Guns 'N Roses, y a pesar de que con el grandes éxitos "Pure Cult" ocuparon el número 1 de ventas, el fracaso comercial del álbum "The Cult" en 1994 hizo que el grupo se disolviera al ser abandonado por Ian Atsbury.

"Nuestro regreso no es por motivos económicos, sino porque nos quedaban cosas que resolver después de un período de experimentar en solitario y teníamos el deseo de volver a tocar juntos, y aunque estamos convencidos de que no vamos a decepcionar a todos aquellos fans que esperan este trabajo, no nos preocupan ese tipo de presiones", aclaró Ian.
Billy Duffy explicó que han vuelto con Matt Serom porque "actualmente todas las bandas de rock tienen baterías a los que se les lleva el viento y nosotros necesitábamos a un monstruo de peso como él", aunque hay "grandes grupos" como Primal Scream y Rage Against The Machine.

Ambos músicos reconocieron que tienen la sensación de que a lo largo de estos más de quince años "no hemos dado todo el potencial que podíamos haber dado, ni siquiera en la época de 'Sonic Temple', pero con este nuevo disco la cosa cambia", incluso han vuelto a contar con el productor Bob Rock.
Entre los planes de The Cult no figura la publicación de un disco en directo, algo que suelen hacer todos los grupos que regresan, "entre otras cosas porque nos parece una medida muy comercial y nosotros hemos pretendido siempre ser artísticamente íntegros, coherentes y auténticos".
Ian Atsbury y Billy Duffy, que estrenan nuevo bajista, Billy Morrison, confesaron que durante estos últimos años se habían "echado mucho de menos en el escenario".
Choice Of Weapon, el nuevo álbum que editarán el 22 de mayo de 2012 , y que será su primer trabajo en cinco años, dejando aparte las cápsulas con algunos temas nuevos y grabaciones en directo que publicaron recientemente. En esta ocasión las ciudades seleccionadas serán Madrid, donde su último concierto fue en 2009 durante la gira del Love Live Tour, y Barcelona, donde no han actuado desde el año 2007.

The Cult surgieron en Inglaterra en 1984 como una de las bandas que lideró el movimiento post punk. Bebiendo del misticismo de The Doors, la psicodelia de Led Zeppelin y la crudeza de tres acordes de AC/DC, y con singles tan rotundos como She Sells Sanctuary de su álbum clásico Love, se convirtieron en un icono musical de su generación, primero en Inglaterra y luego en el resto de Europa. En 1987 arrasan en el mercado americano con el single Love Removal Machine, del gran álbum Electric producido por Rick Rubin, aunque su auténtico bombazo comercial llegó de la mano de Sonic Temple, que alcanza el Top Ten en las listas Billboard y les lleva a abrir las giras de megaestrellas como Aerosmith o Metallica.
Tras dos álbumes y un recopilatorio más en 1995 se separan, Ian Astbury y Billy Duffy emprenden caminos independientes que vuelven a converger en 1999 con una actuación en el Tibetan Freedom Festival, y que desemboca en un nuevo álbum Beyond Good And Evil, y una nueva disolución. Es entonces cuando Ian Astbury se une a los miembros originales de The Doors, Ray Marzarek y Robbie Krieger, con quienes realiza una serie de aclamados conciertos en los que se revive el espíritu de la legendaria banda californiana.

En 2007, se anuncia que Astbury abandona este proyecto para centrarse definitivamente en su carrera con Duffy en The Cult. Ese mismo año publican Born Into This, que es recibido positivamente por la crítica y reestablece el estatus de la banda como una formación de futuro e imbatible en el escenario, su auténtico medio natural.
 
Choice Of Weapon ha sido grabado en diferentes estudios norteamericanos durante los últimos meses y ha contado con la producción de Chris Goss y Bob Rock, que retorna al trabajo con el grupo tras su primera experiencia con Sonic Temple. 

http://www.the-cult.com/


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