18/06/2023. Noches del Botánico (Real Jardín Botánico Alfonso
XII). Madrid
JAVIER ALONSO JULIÁ Y MARINA SANZ DOMÍNGUEZ * Crónica y
fotos * INDYROCK
Quique González llegaba a las Noches del Botánico para celebrar
su 25 aniversario, en un marco incomparable como lo es este
festival, que año tras año nos sigue regalando conciertos
inolvidables y que gracias a su aforo, sonido y ambiente,
recomendamos no perderse las propuestas que aún tienen hasta
finales del mes de Julio.
Como es costumbre, cada año el festival nos trae teloneros muy
interesantes y en este caso le tocaba el turno a la canadiense
Allison Russell, que nos encandiló con su sonido folk y
americana, pero que también tocó otros palos como el soul, jazz,
o música de raíz. Lleva unos cuantos premios musicales
acumulados en su haber por lo que hay que seguirla muy de cerca
y adentrarse en sus trabajos publicados hasta la fecha.
ALLISON RUSSELL *
FOTOGALERÍA: JAVIER ALONSO JULIÁ Y MARINA SANZ DOMÍNGUEZ
Llegadas las 22.30, el público esperaba tanto en la pista como
en la grada la aparición de Quique y sus secuaces, que en este
caso le acompañaban: Toni Brunet (guitarras y coros), Edu Olmedo
(batería), Jacob Reguilón (bajo) y Raúl Bernal (teclados e
instrumentación). La noche arrancó con “Miss Camiseta Mojada” de
su tercer trabajo de allá por 2002, “Pájaros Mojados”.
Continuó con “Restos de stock” y “Kamikazes enamorados” en las
que el público comenzó a corear a un volumen muy leve, pero que
según fue avanzando la noche se elevó en tono y energía.
“Cuando estés en vena” mantuvo la línea y, al terminar esta,
Quique nos confirmó que estaba celebrando su 25 aniversario y
que iban a tocar canciones de toda su discografía. Bajo los
aplausos del público siguieron la noche con “Fiesta de la luna
llena” para llevarnos a “Trucos fáciles para días duros”, que
quiso dedicar a su amigo Javi Pedreira y a “Pequeño rock &
roll” en la que el solo de guitarra fue toda una delicia.
La noche avanzaba y Quique nos mandaba regalos sonoros
seleccionados de su amplia discografía como “Puede que me
mueva”, “39 grados”, “La ciudad del viento” y “Salitre”. En esta
última con palmas y coros del público crearon un ambiente de
buen rollo y felicidad que se mantuvo hasta el fin de la
actuación.
“Se estrechan en el corazón”, “Sangre en el marcador”, “Su día
libre”, “Orquídeas” y “Te tiras a matar” trajeron uno de los
muchos momentos de la noche con “Avería y Redención”.
Entre el respetable se escucharon muchas peticiones de temas,
pero no acertaron y Quique siguió con lo que tenía en mente
“Relámpago”.
El final se acercaba y de repente se apagó todo el escenario y
apareció Quique solo con su acústica para interpretar “La casa
de mis padres”, a la que se fueron uniendo el resto de músicos
según avanzaba el tema.
Antes de continuar quiso dar las gracias a toda la gente que
está en la sombra de sus conciertos y que hacen posible que él
esté sobre el escenario. Gran ovación del público antes de
interpretar “Y los conserjes de noche”, que acabó con Quique a
la armónica, evocando a uno de su ídolos, Bob Dylan, que hace
pocas semanas había pisado el mismo escenario.
El final de la actuación se cerró con toda una fiesta en la que
la banda se fundió con el público al son de “Vidas Cruzadas”.
Puede que muchos echaran de menos más temas de su discografía,
pero el show fue un regalo para los sentidos, lleno de emociones
a flor de piel, que te daba para empezar con fuerza el lunes en
el que ya estábamos inmersos tras abandonar el recinto.
Fragmentos del concierto de Quique
González en el Auditorio Manuel de Falla de Granada el
12 de marzo de 2022. Imágenes tomadas con autorización
de prensa para Indyrock Magazine. Videos: Luis Miguel
Albarracín.
Vídeo II - Fragmentos del concierto de
Quique González en el Auditorio Manuel de Falla de
Granada el 12 de marzo de 2022. Imágenes tomadas con
autorización de prensa para Indyrock Magazine. Videos:
Fran Karmona
Imágenes del concierto de Quique
González en el Auditorio de Atarfe, Granada, en 2010.
Bloque de vídeo grabado y emitido con autorización de
prensa para el programa de televisión Evasión-IndyRock
(Diario IDEAL, grupo Vocento) e Indyrock Magazine. Vídeo
realización: J. E. Gómez
Imágenes del concierto de Quique
González en el Festival Oxfam, Marcena, Granada, Bloque
de vídeo grabado y emitido con autorización de prensa
para el programa de televisión Evasión-IndyRock (Diario
IDEAL, grupo Vocento) e Indyrock Magazine. Vídeo
realización: J. E. Gómez
Quique González, un tema con Miguel
Ríos, en el concierto Oxfam en favor de Nicaragüa, Mayo
de 2008. Maracena, Granada. Bloque emitido en el
programa de televisión Evasión e IndyRock Magazine.
Imágenes: J. E. Gómez
VÍDEO COLECCIÓN DIRECTOS, QUIQUE GONZÁLEZ EN INDYROCK
Granada, 2022 * Granada 2010 * Festival Oxfam * Festival
Oxfam + Miguel Ríos
Crónica
EL VIENTO VUELVE AL VÓRTICE
Teatro Circo Price, Madrid – Inverfest 2022
23 de marzo 2022
Por SENDOA BILBAO * INDYROCK
Todo había cambiado salvo el viento, la calle mojada, el cielo
roñoso, abrigos, semáforos, coches. Los bares a un lado y
enfrente del Circo Price sacaban partido a los minutos previos
al concierto de Quique.
Barras y aceras colmadas de melómanos apurando las últimas
cervezas antes de entrar.
“Esta vez sí” decían recordando cómo el pasado 14 de enero horas
antes se venía abajo el evento por un contagio de Covid en el
equipo. Responsables de Inverfest avisaron con
premura y diligencia a todos y cada uno de los invitados.
Esta vez sí, nos decíamos en la cola sabiendo que ahora todo
siempre pende de un hilo. Estamos dentro. Bajo al patio para
sacar fotos en las primeras canciones. Adivino la formación
observando la disposición de los instrumentos, vislumbro la
cuadratura de un piano y hammond siameses, detrás un enorme
contrabajo a contraluz, batería un lado y guitarras entre las
bambalinas. Se apagan las luces.
A tres metros de la pista reafirmo mi compromiso con este disco,
el más especial para quien les escribe por el momento en el que
llegó, porque consiguió reparar algunas fugas y arreglar la
conexión con la música en directo y las entrevistas
presenciales, como la que le pude hacer a Quique en IndyRock
hace apenas unos meses. Sur en el Valle habla
de esos vientos de hoy y de cómo los cabalgamos para hacer
que duelan, pero no duelan como antes. (...)
FOTOGALERÍA; QUIQUE GONZÁLEZ. MADRID CIRCO PRICE MARZO
2022. FOTOS: SENDOA BILBAO
(...)
Esperaba un recital de teatro, una actuación quizá más grave
acorde con los arpegios más crudos y graves del disco, pero bien
sabía Quique González que necesitábamos fuego y tracción, ese
groove tan presente en el disco. Tenía grandes canciones y una
super banda, así que no tembló e hizo todo lo posible para que
no parásemos de marcar el ritmo y para que finalmente nos
levantásemos del asiento radiantes y felices en las últimas
canciones.
Nos daba la bienvenida con la instrumental y reposada “Canción
Mixteca” interpretada por Ry Cooder junto a The Chieftains, al
fondo un crepúsculo ocre. Entraba la banda, Edu Olmedo a la
bateria, Diego Rojo al bajo y contrabajo, Toni Brunet a la
guitarra y Cesar Pop al piano y guitarras y el gran Raúl Bernal
al Hammond y acordeón.
El interprete saludaba enérgico al publico mientas sonaban las
primera notas de la canción “Sur en el valle”. Primero, guitarra
y voz, dos, tres estrofas y de pronto entraba la banda delicada,
suave y después contundente y rítmica. Perfecta carta de
presentación para dar a conocer el sonido y compenetración de la
banda. Su voz asciende hasta la fila más alta de la grada.
“Lo perdiste en casa” fue la muestra de que la leve luz de una
frágil melodía puede iluminar la profundidad del abismo más
profunda. El punteo de Brunet borda esas escenas tan nuestras en
las que pensamos en alguien, en las que volvemos de trabajar, en
las que salimos a fumar, en las que ardemos y nos rompemos.
Quique nos observa, comprende y con su voz en off nos hace
entrar.
Como si reprodujéramos el disco desde el principio nos presentan
el tercer corte “Amor en Ruta” que me recuerda al “Fancy
Funeral” de Lucinda Williams. El contrabajo de Rojo lo domina
todo y parece que la canción termina en un abrazo entre voz,
guitarra y hammond. Una pausa para coger aire y de repente todo
sube hacia una catarsis sónica que fluye por todo el circo.
Observo el juego de luces iluminando los asientos como el sol
que traspasa las ramas de los árboles. Ya estamos en camino.
Subo al piso de arriba donde me espera mi asiento. A mi lado,
otro como yo, libreta en mano y escribiendo a oscuras. Me dice
entre “luego llegaremos a casa y no entenderemos nada…”.
Es nada menos que Daniel Hernández del magazine musical SoloRock
y músico en la banda Elpuntomuerto,
grupo indy madrileño de culto. Me regala su disco y yo le
ofrezco una chapa de “La ley fosfórica”. De alguna manera ya
estamos hermanados.
Aprovechando la perfecta cohesión entre trama y melodía, entre
banda y cantante, entra pletórica “Pájaros mojados”. El público
se revuelve en el asiento y hace constar su entusiasmo
replicando con pies en las tabla y atizando palmas.
Se van desgranando “Caminando en círculos”, “La fábrica” y
“Parece mentira” con la que explica al público cómo ciertas
obras viven en un proceso creativo continuo: “algunas de estas
canciones recuperadas y con nueva envoltura instrumental les he
sumado letra que sentía que siempre había faltado. ¡Lo digo para
que alguno no piense que me he olvidado de la letra!”
Como un perfecto cruce entre el songwriter y bluesman emerge
“Betty” en un diálogo entre piano y Hammond que nos avanza la
ruta hacia “Daiquiri Blues” en la que Brunet y González
conversan con sus dos guitarras acústicas que marcarán el paso
para que la armónica irradie en la sala con “Alguien debería
pararlo”.
El tremolo y el chorale de Raúl Bernal brilla en canciones como
“Jade” donde sus manos van bailando entre tecla y tecla, se
levanta y gira el teclado mientras Diego Rojo golpea con los
puños plato y chaston.
Entre el funky y groove de “Su día libre” o “Detectives” se
intercalan las delicadas versiones de “Te tiras a matar” y
“Tornado” que suena tal y como le imaginaba. Hondas, graves y
rotundas . Como paradas en la cima desde las que avistar la
vereda correcta.
Con “Salitre” el publico se viene más arriba aún.. Es curioso
como en este caso es el estribillo el suena más desnudo que el
resto de las estrofas y es el público el que lo arropa mientras
Bernal les envuelve con la acordeón.
Me alegra ver que de vez en cuando Quique González suelta la
guitarra y mueve las manos como un crooner, es el caso de “Me
mata si me necesitas”. Con un juego de luces se convierten en
una banda de club. Quique quiebra la voz y Cesar Pop se rompe al
piano.
Hacen un alto para dar paso a la siguiente canción “un homenaje
a uno de los mejores letristas de lengua castellana, Rafael
Berrio”. Algunos aplaudimos. Nos cuenta que Raúl Bernal se
encuentra inmerso en la creación de un disco de canciones de
Berrio interpretadas por otros.
Quique nos muestra su adaptación casi tropical de “Considerando”
del último disco Berrio “Niño futuro”.
Abandonan el escenario después de “La casa de mis padres” en la
que vuelve a empezarla solo para después envolverla entre todos
con la voz en alto, fuerza sonora, psicodelia y luces rojas.
Retornan al escenario presentando a todo el equipo delante y
detrás del concierto para rematar las últimas cuatro canciones.
“Miss camiseta mojada”, “Puede que me mueva” que hace temblar
con el bajo y estamos casi bailando con los pies, “Y los
conserjes de noche” donde se luce a la armónica y “Vidas
Cruzadas” con la que ya el Price se levanta a cantar y agradecer
en un larguísimo y ensordecedor aplauso. Vuelve a sonar la
Canción Mixteca ahora en la voz de Los Igualados, una banda
originaria del El Valle de Texas.
Daniel y yo salimos a la calle casi del brazo y no nos vamos de
tragos porque es miércoles y mañana madrugamos. Nos contamos la
vida y nos despedimos. Yo vuelvo por la calle Miguel Servet
hacia Macanudos pensando como el Sur transformo también Madrid
en un par de horas. Como ese vendaval que se vislumbra a lo
lejos fui entrando poco a poco en el disco, después hablé con su
autor y comprendí, entonces entré y me dejé llevar, hice mías
sus canciones como hacía mucho que no me pasaba.
El viento vuelve al vórtice y cierro un círculo que pocos
músicos marcan. Pocas veces un autor en castellano deja su firma
en cada uno de los detalles, pocas veces la propuesta en directo
es tan coherente con el disco, pocas veces las transformaciones
que ocurren en forma y estilo empaquetan tan bien la trayectoria
de ayer, hoy y mañana. Gracias Quique por el compromiso con tu
esencia, el tiempo que vivimos, tu sonido y tu público.
QUIQUE NOS ACARICIA EN EL SUR
Granada, Auditorio Manuel de Falla, 12 de marzo de 2022
Organiza: Proexa
LUIS MIGUEL ALBARRACÍN * TEXTOS, FOTOS Y VÍDEOS
Hay conciertos de obligada asistencia, entre los que siempre
marcamos con una equis en el calendario los de Quique González.
Si le sumamos actuar en el Auditorio Manuel de Falla, la
presentación de su nuevo disco ("Sur en el valle"), que pide
intimidad y cercanía, y unos músicos con sensibilidad para
semejante ocasión, el regusto que dicha cita nos deja es de
satisfacción absoluta. (...)
FOTOGALERÍA: AUDITORIO
MANUEL DE FALLA, 12 MARZO 2022. FOTOS: LUIS MIGUEL ALBARRACÍN
* INDYROCK
(...)
Quique conduce con velocidad de crucero desde hace mucho tiempo.
Apuesta por los medios tiempos, se siente como en casa viajando
por ellos. Así que tras la música que anunciaba el inicio de su
actuación la súper banda formada por Toni Brunet (guitarras y
productor del disco), Edu Olmedo (batería), Diego Rojo (bajo y
contrabajo), y nuestro querido Raúl Bernal (teclados y Hammond),
marca con elegancia las líneas de la carretera por las que la
furgoneta GMC Vandura de Quique debe circular.
El madrileño dio un repaso a toda su discografía,
cohesionando temas de todas las épocas y creando más
introspección si cabe con las canciones de "Sur en el valle". De
esta manera, pudimos ver a Raúl tocando el acordeón en "La
fábrica", nos deleitamos con los coros de Bernal y Brunet,
arropando la voz de Quique de forma magistral, o sentimos que
los conserjes de noche siempre están presentes con armónica
final del señor González merecedora de mención.
Una de las canciones más aclamadas fue "Salitre",
con acordeón incluido y las palmas del público, con un "toco
aquí en Granada" por parte de Quique que estremeció
a todos. Sus temas cambian en un alto porcentaje de una gira a
otra, y del concierto de ayer al de hoy también hay diferencias.
Además, ha querido rescatar para el directo temas que no han
sonado tanto como otros. Por ejemplo, con Betty regresamos a su
"Avería y redención", una perla menos conocida de su repertorio.
Los cambios de guitarras de Toni y Quique son
constantes. Unos temas armados con tanta delicadeza necesitan de
ropajes adecuados. Como la noche tuvo un poco de todo, también
hubo lugar para recordar al tristemente fallecido Rafa Berrio.
"Considerando" es la versión que Enrique ha incluido en un disco
homenaje producido por el murciano-granadino Raúl Bernal, que
una vez más se levantaba del taburete para llevarnos a los
grandes momentos del rock and roll.
A pesar de que el show se presagiaba reflexivo y
comedido, la mecha también se encendió en determinados momentos,
teniendo su espacio temas con arreglos rock, como fue el caso de
"Kamikazes enamorados", en los que el público quería acompañar
al músico y así demostrarle todo su cariño.
Las dos horas que Quique acaricia las cuerdas de su
guitarra nos hacen sentir vivos, ahora más que nunca. Para dejar
el buen sabor de boca por todo lo alto, optó por "Puede que me
mueva", una preciosa "Y los conserjes de noche" en modo jam
session, y el único tema en el que Quique se colgó la guitarra
eléctrica, "Vidas cruzadas". Sin duda, un concierto de obligada
asistencia para todos los que forman parte del ejército del
rock. Los conciertos son para saborearlos antes, durante y
después de ver al artista en directo. En este caso se ha
cumplido plenamente.
DICIEMBRE 2021
AUDIO ENTREVISTA * PODCAST* CON QUIQUE GONZÁLEZ
Con la cercanía de la Navidad, IndyRock quiere hacerte un regalo
especial, una entrevista, una conversación con Quique González,
grabada en Madrid, una charla personal e intimista con Sendoa
Bilbao en uno de los locales a los que, hace años, acudía de
forma habitual.
Recibimos a Quique en el pub Horacio en el barrio Conde Duque en
Madrid, otro de los tótems de la música negra y underground del
foro.
Empieza la entrevista:
"DEJAR QUE LAS CANCIONES ENTREN EN CASA COMO ESE VIENTO DEL
SUR, IMPREDECIBLE Y DENSO"
“Sur en el valle” es uno de los mejores discos de Quique
González. Eso sí, no es de los que se pueda juzgar en la primera
escucha. Hay que darle tiempo y dejar que las canciones vayan
entrando en casa como ese viento sur, impredecible y denso por
los prados norteños.
Entrevista en el pub Horacio, Madrid
Los discos reflejan el tiempo que transcurre desde que componen
las primeras estrofas, Quique nos muestra escenas de en casa,
paseos por campos pasiegos, preguntas alre y silencios sobre una
banda en completa cohesión, sonando sosegados y maduros.
En canciones como “Tornado” o “Amor en ruta” se filtran
hilos de la fatiga que ha marcado el clima que hemos vivido
estos últimos tiempos. Ante tantos discos y proyectos
positivistas se agradecen letras que vayan acorde con la
realidad de los tiempos y no eviten hablar del dolor.
La banda suena como viejos bluesmen respondiendo a los silencios
con finas líneas de instrumentación, recursos creativos, diálogo
entre músicos, la voz de Nina, un Wurlitzer y mucho, mucho
Groove.
Quique González y Sendoa Bilbao
'SUR EN EL VALLE',
Álbum 2021
Quique González alcanza el Nº2 de las listas de ventas con
“Sur en el valle”.y el nº1 en vinilos
El pasado 1 de octubre se publicaba “Sur en el valle” (Cultura
Rock Records), el decimotercer disco de Quique González. Un
álbum en el que el compositor, tras más de dos décadas de
trayectoria, volvía a entregarnos una nueva colección de
canciones tras "Las palabras vividas" (2019).
Gracias a la fidelidad de los seguidores que Quique ha ido
sumando a lo largo de su carrera, “Sur en el valle” ha
conseguido llegar al número dos en la lista de ventas oficial de
los álbumes más vendidos en nuestro país, alcanzando el número
uno en la referida exclusivamente a vinilos.
QUIQUE GONZÁLEZ, HISTÓRICO EN INDYROCK
CRÓNICAS, FOTOGALERÍAS, COMENTARIOS
FOTOGALERÍA: CONCIERTO EN EL GRAN TEATRO DE ELCHE, ALICANTE.
20 ABRIL 2017. FOTOS: EMILIO PASTOR * INDYROCK
NOTAS
QUE FORMAN MARAVILLOSAS CANCIONES
Quique
González & Los Detectives
Se palpaba la expectación en los interiores del Gran teatro
de la ciudad alicantina de Elche, que recibiría a Quique y los
suyos entre vítores para comenzar entre algodones la segunda
parte de una gira presentación de un brillante último disco,
llamado "Me mata si me necesitas"
22
de abril de 2017. Gran Teatro de Elche, Alicante
Crónica por Sonia Rodríguez / IndyRock
Fotos
por Emilio Pastor / IndyRock
A los pocos minutos de la hora fijada, 20´30h, un escueto juego
de luces nos deja entrever un escenario que evoca una calle casi
a medianoche. Una cineasta calle donde los poetas sueñan, entre
viejas farolas de neón y una icónica cabina de teléfono, uno de
esos escenarios que habitan en películas de detectives donde
imaginamos también a poetas trasnochados vomitando sus
sentimientos sobre desordenadas notas que terminan siendo
canciones.
Por este ensoñador escenario se dejan ver despacio, casi de
puntillas, los 6 músicos que forman Los Detectives que dejan
paso libre al protagonista de la noche; por el contario Quique
González sale raudo, sonriente y por la rapidez con que se
enfunda la guitarra, parece con ganas de demostrar a que vino
aquí.
Comienza el show con "Sangre en el marcador" y "Se estrechan en
el corazón" ambos de este último trabajo suenan potentes en su
función de rompehielos destilando un rock sucio con olor a
tabaco rubio que fácilmente se acompasa a golpe de tacón.
Tras el brillante inicio, Quique templa el pulso y presenta con
todos los honores a la voz femenina que le acompaña, así
Carolina de Juan pasa a ser La Gran Nina. Apostada
momentáneamente en la primera línea del escenario nos dejaría
asombrados con su voz aterciopelada y dulce a la vez en "Charo"
; tema que fue elegido como primer single promocional de este
álbum .
Tras el primer round dedicado exclusivamente a este último
trabajo "Me matas si me necesitas", es tiempo de echar la vista
atrás y repasar los clásicos del extenso historial del rockero
madrileño afincado en Cantabria. Sonaron, entre otras, las
celebradas "Donde está el dinero" y "Te lo dije" con un clímax
menos regio y algo mas desenfadado en el seno de una estática y
sobria banda de gusto exquisito que, arropaba al artista que
gozaba de una calidad de sonido formidable. Innegable la entrega
y la calidad de Pepo López a la guitarra solista y la
versatilidad de Edu Ortega (lo mismo se enfundaba una guitarra
eléctrica o acústica, que los más inusualmente mandolina o
violín sin temblarle el pulso en ello).
A los 45 minutos de show comienzan a sonar los acordes que nos
harían llegar a uno de los momentos cumbres de la noche. "La
Ciudad del Viento" puso al público en pié rompiendo así el
estricto corsé de las normas del teatro, brazos meciéndose al
aire mientras se alzan las voces conduciendo así a la primera
hora de recital con el corazón del respetable a la merced de
Quique González .
Tanto es así que decide hacer una gran apuesta, justo
cuando la sangre galopa en las sienes y las emociones están a
flor de piel se queda sólo en el escenario. El compositor
clama al silencio robándole arpegios a su acústica en un
desierto escenario donde Nina se desconsoló con "De haberlo
sabido"; una sensación de frío y culpa enmudeció el antes
envalentonado graderío. Culmina el tema un majestuoso violín al
que da alas un inmenso Eduardo Ortega, que se corona como fiel
escudero de nuestro Quijote particular. Acto seguido el
respetable, saliendo de su estupor, rompió en una desatada
ovación tras el órdago sensorial lanzado por el artista del que
salió mas crecido si cabe.
De vuelta al nuevo trabajo arranca con la auto-aclamada canción
favorita del grupo "Orquídeas", le seguiría mas adelante "Me
mata si me necesitas", para llegar al final del show con la
cruda "La casa de mis padres" donde se despiden para un obligado
descanso momentáneo tras 80 minutos de concierto.
Tras el breve descanso, aparece en el escenario Quique arropado
por su guitarra acústica y Eduardo Ortega al violín para ponerse
mano a la obra con "Aunque tú no lo sepas", canción que
escribió para Enrique Urquijo y dónde nació su amistad con Edu,
entonces miembro de Los Problemas, banda que acompañaba al
malogrado artista.
Tras varias canciones en un estrecho margen de 20 minutos donde
se dá rienda suelta a la calidad musical de los miembros de la
banda y una acalorada demostración de armónica vuelven a
despedirse y en este tiempo me queda claro por lo vivido, que
las gratas sensaciones sobre el nuevo disco se confirman; los
nuevos temas no solo funcionan, si no que destacan convirtiendo
"Me mata si me necesitas" en un disco referencia dentro de la
carrera de Quique González & Los Detectives ..¡y por qué no
decirlo!, el mejor disco en años de la carrera del madrileño.
De nuevo a la palestra avasallan con "Pequeño Rock`n`roll",
donde incendian de nuevo el ánimo del teatro, no bajando el
clímax con " Kamikaces Enamorados", tras la que sigue una larga
ristra de presentaciones, halagos y gratificaciones. Un recuerdo
a las tierras que tan bien los acogieron en su gira americana
con "México" y ya con "Vidas Cruzadas" pusieron el punto final a
125 minutos que se resumen en un notable alto donde sólo en este
último set bajó el pistón la calidad del sonido y la edulcorada
elección de temas que fueron muy celebradas por el público pero
que a gusto particular distan bastante de la redondez de este
gran último trabajo que rebosa madurez , una madurez que no
entiende de modas y donde sin las consabidas presiones el
artista ha sabido crecerse y moverse como pez en el agua dejando
claro que hay Quique para rato.
galerias/quiquegonzalez/data1
Fotogalería del concierto de Quique
González en la Sala El Tren en Granada, el dia 6 de diciembre
2009, Sala El Tren. gira 'Daiquiri Blues'.
Fotogalería por: Alejandro Aguilar
'Quique
invade Granada con sus emociones'
14 de mayo 2015. Teatro Caja Granada
Por Luis Miguel Albarracín / IndyRock
A las once menos veinte de la noche, como si fuera un club
nocturno cualquiera, dio comienzo el intimísimo show del gran
Quique González. Con una sala llena, en la que sólo quedó sin
venderse una entrada, el escenario contaba con tres guitarras
acústicas afinadas de diferente manera, un piano, una chimenea
que hacía más
acogedora la estancia y unas luces que contenían más si cabe las
emociones venideras.
El público de Quique es fiel a su artista, tiene la suerte de
salir a las tablas con el partido ganado. Con una chaqueta,
camisa azul, pantalón ceñido y botas marrones puro estilo rock
and roll apareció el cantautor afincado en Santander. Un oleaje
que mecía suavemente a fans y no tan fans que duró dos horitas
que se pasaron volando.
Venía para presentar su gira "Carta blanca", en la
que su parroquia le pide temas de toda su carrera a través de
las redes sociales, y también susurrándole en sus shows las
joyas que más desea su hinchada. De todas formas, el músico
también elige a su antojo lo que quiere tocar, siendo el
resultado una miscelánea entre
lo que desean, lo que siente y lo que sucede.
Como pistoletazo de salida, se colgó su guitarra
acústica y regaló "Clase media". Perfecta. Dulce, sigilosa,
sugerente. Canción redonda. Tiró mucho de su "Salitre 48", un
disco que gana mucho en el cuerpo a cuerpo, donde sus golpes son
más certeros. "Crece la hierba" fue la primera de ellas.
A continuación cambió de tercio. Sentado frente a
su piano, llegó la primera petición. La elegida fue "Nos invaden
los rusos". Sus canciones se enriquecen acariciando las teclas.
Quique pidió que el público se soltara un poquito más, y empezó
a aumentar el calorcillo. "Pequeño rock and roll" sonó como
música celestial, para
volver a la guitarra con "Bajo la lluvia", una composición
preciosa con encanto propio. "Día de feria" dio paso a "Palomas
en la Quinta", con un Quique pegado a una armónica, llevándolo
en volandas una sala que empezaba a dar sus primeras palmas. La
noche fluía cada vez mejor. De "Avería y redención" cayeron
entre otras
"La cajita de música", con la que se pasaba de nuevo de la
guitarra al piano.
El tiempo se paró. Nada más importaba. Acurrucados como en el
sofá de casa la conexión artista-público era total. Contando en
la sala con la presencia de Jose Ignacio Lapido, Raúl Bernal y
Víctor Sánchez, alguien pidió "Algo me aleja de ti" al piano.
Imposible no tocarla. Quique se crece al mando de las teclas,
incluso más
que con la guitarra. Maravillosa. Porque un músico de club se
crece en las distancias cortas. De paso tuvo unas palabras de
agradecimiento para su "pandilla canina", por haber crecido con
la gira "Soltad a los perros" tanto a nivel profesional como
personal. Atacó con "Avería y redención" y con "Hotel
solitarios", pedida en
directo, a la que el madrileño contestó con un "es una pregunta
de examen". Aquí hizo un pequeño monólogo sobre cómo se gestó el
tema, en un ambiente distendido, entre risas y con una
complicidad total con sus seguidores.
Quique había sonado en Granada no hacía tanto en su
gira junto a Lapido, electrificada y triunfadora al mismo
tiempo. Pero su descarga en acústico fue igual de bella, puede
que más. La sala transmitía el contexto necesario. El señor
González dijo que deseaba volver a sus inicios, cuando los
garitos eran su hábitat natural, y
tras nueve discos a sus espaldas, lo ha vuelto a hacer. Con un
diez.
Canciones que erizan la piel. "Rompeolas" es un
claro ejemplo de ello. Como se trataba de crear un cajón
desastre, y había lugar para todo, fue el momento de "El día de
año nuevo", una cara B de "Clase media" grabada en Barcelona con
la ayuda de Ricky Falkner.
Al frente de su armónica se quedó con el "Avión en
tierra", de nuevo un tema para enmarcar, al igual que la mayoría
de ellos. "Los desperfectos" dio paso a "Suave es la noche",
otra vez acompañada de palmas. Y de nuevo un tema sublime que
daba paso a momentos inolvidables. "La luna debajo del brazo"
alcanzó la orilla,
el marinero remó "Y los conserjes de noche" hicieron el resto.
Gran momento por la emotividad que desprende, y por pertenecer a
su primer álbum, "Personal".
Por desgracia, Quique no podía pasar toda la noche
tocando en el club, así que cada vez quedaba menos. Todo se daba
para que lo bueno estuviera por llegar. Y así fue. Qué se puede
decir de "Dallas-Memphis", otra joya que su público disfrutó de
lo lindo. Y para concluir "Salitre", de nuevo acompañada de
palmas, con la
que se retiró para volver con más emociones.
"Kid chocolate" abrió el primer bis, era la hora de
salir a por todas. Para ello sacó de su cajón "Aunque tú no lo
sepas", con el recuerdo siempre de Álvaro Urquijo y sus
"Problemas". A "Delantera mítica" le puso alas, volando libre y
fresca. Volvió a su piano y esta vez la elegida fue "Días que se
escapan".
De nuevo abandonó el escenario. La chimenea todavía
mantenía sus llamas intactas, y Granada necesitaba más poesía.
Nueva sorpresa en tan tremenda noche. De pie, con su guitarra
acústica colgada al más puro estilo Woody Guthrie-Bob Dylan,
acompañado de su armónica, tocó la fibra sensible de los suyos
todavía más.
"Pájaros mojados" era cantada por todos. Pero el momento más
espectacular no había llegado. Con su última canción, "Vidas
cruzadas", se armó de valor. Desenchufó su guitarra, se situó al
borde del escenario, sin micro, solo, como los grandes. Su
canción dejó de ser suya. Ya era de todos. Y con este broche
final acabó una
velada llena de sabores para todos los gustos, pese a que sus
canciones cuentan historias cotidianas que muy a menudo no dejan
felices a nadie
Quique
González - Lapido: Estado de gracia
28 noviembre 2014. Auditorio Manuel de Falla
Por Luis Miguel Albarracín / IndyRock
Ante el penúltimo concierto de la gira “Soltad a los perros” la
acogida no pudo ser mejor. Aunque es en Sevilla donde la dupla
Lapido-González termina su gira, Granada es mucha Granada, y el
ex 091 triunfó como antaño. Con un “localidades agotadas” en las
puertas del Manuel de Falla todo quedaba por disfrutar. Con una
mezcla de edades y patillas por aquí y por allá, a las
nueve y diez de la noche comenzó todo. Un auditorio repleto
hasta la bandera deseaba ser uno más de la banda que ha hecho
las delicias de muchos por varias ciudades españolas.
“Ladridos del perro mágico” y “La luna debajo del
brazo” dieron el pistoletazo de salida. A las primeras de
cambio, con el sarcasmo característico de Lapido, éste dio las
gracias a todos los presentes por haber elegido su show
antes que el de Maldita Nerea o el tan ansiado Black Friday.
Malafollá granaína en estado puro.
“El carrusel abandonado” sería la siguiente perla en aparecer en
escena, con una nueva introducción que saboreaban los fieles
fans de ambos músicos. Quique aprovechó para dar las gracias a
todos por su asistencia, contando un poquito del proyecto que se
gestó comiendo en el Albaicín mientras contemplaban la Alhambra,
y
que se ensayó en Capileira durante cinco días, en la bonita
Alpujarra granadina. “Me agarraste” la interpretó Lapido, porque
cantaban más las composiciones del otro que las de uno mismo, un
ejemplo de generosidad y diversión con todas las de la ley. A
continuación vendría uno de los temas más logrados del
granadino, “Luz
de ciudades en llamas”, al que siguió “Se equivocaban contigo”,
ésta del madrileño afincado en Santander. “Deslumbrado” la atacó
Jose Ignacio, quedando como si fuera suya, porque la conexión y
la química eran tremendas.
Paulatinamente se fue rindiendo homenaje a la banda, pero
no todos a la vez. Cada equis tiempo se mencionaba a uno o dos
de los componentes de la formación. Así, el primer músico
presentado por Quique fue el murciano Raúl Bernal, teclista de
Lapido que crece cada vez más y que se hizo indispensable. Más
tarde
llegarían las menciones a los demás integrantes de esta súper
mega band. Ricky Falkner al bajo, prestigioso productor entre
otros de Niños Mutantes, y el único de los músicos que no
pertenece ni a Lapido ni a González. Por supuesto, el
inseparable guitarrista del poeta eléctrico, el sempiterno
Víctor Sánchez (que
próximamente sacará disco en solitario); por parte de Quique
González forman la banda Pepo López a la guitarra y Edu Olmedo
(componente de Señor Mostaza) a la batería.
A parir de aquí llegó el grueso de la actuación. Todo empezaría
con “Antes de morir de pena”, a la que siguió “Kid chocolate”
que sirvió para que Lapido sacará lo mejor a su Gibson SG y
dejara a todos con la boca abierta. Las bromas y la complicidad
fluían de forma natural, entre ellas cuando González y Lapido
hablaron del
boxeador malafollá, que para eso estábamos en Graná. El momento
más rock se hizo presente con “Hotel Los Ángeles”, con un Quique
sin guitarra y balando como le daba la gana. Momento súper
divertido. Se volvió a medios tiempos con “En el backstage” con
un solo de Jose Ignacio para quitarse el sombrero, y “El más
allá”,
una de las canciones favoritas de González, según él mismo
confesó. “Dallas Memphis” puso el toque más country de la noche,
con Quique tocando la armónica a lo Dylan. Lapido presentó una
canción grabada hace cinco años, en la que el autor de “Los
conserjes de noche” aportó con su voz su granito de arena: “En
medio de
ningún lado”. Los siete músicos sonaban como una verdadera
banda, muy compacta y solvente. Me recordaron mucho a las
actuaciones del Grupo de Expertos Solynieve por su amor a la
música y no a otro tipo de intereses.
“Clase media” también fue muy bien recibida, al igual que “Algo
me aleja de ti”, una verdadera joya que desprende tanta esencia
como verdad. “De espaldas a la realidad” quedó perfecta en
directo, al igual que “Cuando por fin”, con un Quique
sintiéndose el rey de la pista, un solo de Lapido espectacular,
y unas palmas del
público que llevaba en volandas a una banda en estado de gracia.
Tras hora y media de buena música, el grupo se despidió de sus
seguidores. Entonces apareció Quique González con su guitarra
acústica y su armónica, solo ante el peligro. La canción que iba
a tocar se la dedicaba a Raúl Bernal, la cual nunca había tocado
tan desnuda en directo. “Nos invaden los rusos” supuso una
comunión
con el público. Un silencio que mereció la pena. Como había
tiempo para todo, Quique se marchó y aparecieron sobre las
tablas Lapido, Bernal y Sánchez. Ellos se dieron el capricho de
interpretar “En el ángulo muerto”, otra preciosa canción. El
show empezaba a vislumbrar su fin, pero lo mejor estaba por
llegar. Con todos
sobre el escenario, González presentó lo que para él es una
canción visionaria, y además una de las últimas que Lapido
compuso para 091, “Nubes con forma de pistola”. El público
empezó a corear a los Cero, y no era para menos. Además, en el
auditorio se encontraba Tacho González, mítico baterista de la
banda granadina.
“Vidas cruzadas” fue otro de los temas calientes, en el que
Víctor Sánchez tuvo la oportunidad de cantar, y la verdad es que
no lo hizo mal.
La banda se despidió de nuevo. Volvieron a aparecer pero el
final había llegado en un abrir y cerrar de ojos. “Cuando el
ángel decida volver” y “Dónde está el dinero” fueron las últimas
joyas. Habían transcurrido dos horas y nadie iba a pedir que le
devolvieran los euros gastados. No es fácil encontrar una gira
de este tipo y
menos con un público entregado y siendo profeta en su tierra.
Sin duda, una gran idea que no ha defraudado a nadie, porque la
entrega y el reconocimiento de su público así lo demuestran..
El disco se graba en 2004 en el Estudio 54, de Valencia. Con su
álbum debut deslumbraron a aquellos que valoran en su justa
medida la imaginación a la hora de hacer canciones pop con las
mejores tradiciones de éste -tomando como referencia los grupos
de pop con guitarras; desde bandas de los 60 como The Kinks o
The Who, hasta actuales como Teenage Fanclub o Flaming Lips, sin
olvidar a pioneros de aquí como 091 o La Granja-. También
contagiaron con su `algo especial` a públicos de festivales como
Contempopránea, donde su disco fue el más vendido en los stands,
merced a un directo vital y fresco que siempre ha sido una de
sus principales bazas. Lo demostraron también en su primera
gira, en la que además celebraron la edición como single de
`Amable` (Grabaciones en el mar, 2004) -que contiene tres temas
nuevos, incluyendo un cover de los legendarios Gabinete
Caligari- junto a su videoclip, realizado por Juan Ugarriza, y
ganador del concurso nacional Cinemad 2004, situándose
meteóricamente en la rampa de grandes promesas de la escena
nacional.
Durante el 2005 continúan pisando los escenarios, tanto en salas
como en festivales. El eco de sus canciones traspasa nuestras
fronteras, y fruto de ello en noviembre visitan Buenos Aires
para ofrecer varios conciertos, entre ellos en el mega festival
Pepsi Music 2005, el festival más importante de Argentina, donde
comparten escenario con artistas como Megadeth, Babasonicos, Die
Toten Hosen o Los Piojos. Aparecieron en radios, televisiones y
revistas -como Inrockuptibles-, y dejaron -y se quedaron con-
una sensación gratísima que en breve esperan retomar.
Y
el chico tímido se destapó
22-11-2013 Teatro Circo Albacete
Por Javier Urrea / IndyRock
Supongo que cuando uno va a ver a Quique González a un teatro no
espera una sesión de rocanrol como la que dio en Albacete junto
a su banda y es que el chico introvertido cada vez se va
soltando más, tal vez esa pantera enjaulada que colgaba en el
escenario fuese una metáfora, pero lo cierto es que esta gira
Quique ha decidido volverse mas rockero.
Con una puntualidad casi exacta se apagaron las luces y apareció
la banda tocando “La fábrica”, un buenas noches y descargaron
“Parece mentira”, “¿Donde está el dinero?” y “Suave es la
noche”, comienzo mas arrollador imposible. Por fin hablaba un
poquito más Quique presentando “Restos de stock” (ojito a
los guitarreos
de Pepo López que estaba en su salsa) y seguidamente vino la
efectiva “Caminando en círculos” de su ajuste de cuentas.
Edu Ortega soltó la guitarra para engancharse al violín y hacer
la sensible “Cuando estés en vena” y un tema que González dijo
haber escrito hace muchos años “No encuentro a Samuel”.
Con Boli ya al contrabajo, seguidamente sonaron “Palomas en la
quinta” y “Pájaros mojados” que meneó bastante a la gente (a
pesar de estar sentados). Tras tocar “Hasta que todo encaje”
contaba Quique que hacía mucho que no tocaban “La luna debajo
del brazo” asique los albaceteños tuvimos la suerte de
escucharla,
empezaban a salir mas clásicos desde luego con “La ciudad del
viento” y “39 grados”, impecable Edu Olmedo con el ritmo.
En ese momento Quique se quedó solo en el escenario para tocar
“Pequeño rocanrol” y “Aunque tú no lo sepas”, dos canciones en
las que obviamente no necesita mucha compañía para que
funcionen. De nuevo con la banda en el escenario volvieron a
repasar el nuevo disco con “Las chicas son magníficas” y “Me lo
agradecerás”. En esto momento empezó el desfase: “Kamikazes
enamorados”, “El campeón”, “Miss camiseta mojada” y el tema que
a mí más me gustó de la noche personalmente “Hotel Los Ángeles”
y es que Quique dejó la guitarra y al quedarse solo con el
micrófono se transformó en todo un Mick Jagger, desde luego esa
electricidad no me la esperaba de él y así decidieron retirarse
por todo lo alto.
Volvieron al escenario con el single de Delantera mítica: “Tenía
que decírtelo” que rápidamente volvió a meter a la gente en
calor y por si faltaba alguien por engancharse cayó
“Salitre” y con “Dallas-Memphis” se retiraron de nuevo. La
última reaparición vino con “Su día libre” y entonces con “Vidas
cruzadas” si que se rompió
el teatro circo, no se quedó nadie sentado y los gritos de
Quique inundaron el auditorio. Aún hubo tiempo para la única
canción del primer disco que está tocando en esta gira “Y los
conserjes de noche” donde la gente decidió que ya era tontería
sentarse, Quique acabó con la armónica de rodillas en éxtasis
total.
Un espectáculo de dos horas y media y la gente aún con ganas de
más, el chico tímido triunfó rotundamente en Albacete y desde
luego que si el concierto hubiera sido de estar de pie y con
litro en mano no hubiera desentonado para nada, González
doctorado y hasta la siguiente que vuelva por Albacete, donde ya
sabe que es
un tipo querido.
Setlist
1. La fábrica
2. Parece mentira
3. ¿Dónde está el dinero?
4. Suave es la noche
5. Restos de stock
6. Caminando en círculos
7. Cuando estés en vena
8. No encuentro a Samuel
9. Palomas en la quinta
10. Pájaros mojados
11. Hasta que todo encaje
12. La luna debajo del brazo
13. La ciudad del viento
14. 39 grados
15. Pequeño rocanrol
16. Aunque tú no lo sepas
17. Las chicas son magnificas
18. Me lo agradecerás
19. Kamikazes enamorados
20. El campeón
21. Miss camiseta mojada
22. Hotel Los Ángeles
23. Tenía que decírtelo
24. Salitre
25. Dallas-Memphis
26. Su día libre
27. Vidas cruzadas
28. Y los conserjes de noche.
Octubre
2010.- Quique González nominado en los
Premios de la Música a la 'Mejor canción' por
'La luna debajo del brazo' y su disco 'Daiquiri
Blues', primer lanzamiento de Last Tour Records, está
nominado al 'Mejor álbum'. Asimismo, Fernando Macaya
es finalista en la categoría de 'Mejor producción
audiovisual' por 'Daiquiri
Blues'.
FOTOGALERÍA 2010 *
GRANADA. FOTOS: MERCHE S. CALLE
Antología 'Daiquiri'
Coliseo
Club - Atarfe 30-10-2010. Gira 'Daiquiri Blues' - Organiza:
Musiserv
Crónica Juan Enrique Gómez / IndyRock Fotos Merche S. Calle / IndyRock
Hace unos años, un joven cantautor pop paseaba por los
escenarios y salas de toda España a la espera de poder mostrar
sus composiciones, codearse con sus ídolos y encajar en un mundo
especialmente exclusivista y cerrado. Quique González se lo ha
ganado a pulso, con las tres "b" como armas, buen hacer, buenas
canciones y buenos amigos. Ahora, a final de 2010, con
ocho discos en su haber y una gira que no puede acabar porque le
piden que siga, este cautautor roquero se ha alzado a la cumbre
del pop de este país, a caballo entre la música alternativa y el
gran público, porque lo extraño de Quiue González es que ha
sabido enamorar a los 'indies', coquetear con los roqueros, y
cautivar a quienes gustas de otras músicas más fáciles (lease:
Fito, Sabina...) y a pesar de que es "fácil" es la antítesis de
Quique González.
En el Coliseo Club, en la localidad de Atarfe, en Granada,
Quique repetía en Granada con la misma gira, aunque se esforzó,
y mucho, en que el concierto no tuviese parecido, dentro de lo
posible, con el que ofreció en la Sala El Tren en diciembre de
2009, hace casi un año. En esta ocasión se ha mostrado mucho más
maduro,
seguro de sí mismo, con una impresionante compenetración con la
banda. Sabe hacerlo, en grupo y en solitario. Quique González,
no tiene que dedicarse a su último disco para estar sobre el
escenario y calar. Es como los grandes del pop, tiene que
recurrir a toda su discografía para contentar a sus seguidores,
porque su
forma de hacer, su particular Universo que ahora podemos lalamr
"Daiquiri", es más que una moda. Quique González tiene ya su
propia antología.
En esta ocasión participaba en una curiosa fórmula puesta en
marcha en el Coliseo de Atarfe por parte de la productora,
Musiserv. La plaza de toros se convierte en un club, cálido y
con muy buen sonido, gracias a la idea de instalar una carpa,
con techo y suelo, en el centro del ruedo. Una fórmula que crea
una sala de entre
1.500 y 2.000 espectadores, perfecta para conciertos más
intimistas y cálidos, como el de Quique González.
El cantautor de interiores
6
de diciembre 2009, Sala El Tren. gira 'Daiquiri Blues'
Crónica Enrique Novi / IndyRock Fotos Alejandro Aguilar / IndyRock
Quique González ha conseguido a base de tesón, humildad y
honestidad convertir cada una de sus numerosas visitas a
nuestras salas en un pequeño éxito con el que refuerza los lazos
sentimentales que lo unen a sus seguidores, tal vez no demasiado
numerosos pero incondicionales. Una mini-legión creciente y
apasionada.
Estas palabras corresponden al comienzo de la crítica que
publicamos de un concierto del madrileño hace justamente 3 años
en otra sala de la ciudad. Decíamos entonces que sus seguidores
formaban una mini legión creciente y parece que en eso acertamos
pues el domingo la sala El Tren presentaba un aspecto de lleno
absoluto y poco debió faltar para colgar el cartel de no hay
billetes. Con su octavo disco, Daiquiri Blues recién estrenado y
apenas comenzada la gira de presentación, su trayectoria ha sido
tendida a lo largo de los 11 años transcurridos desde su debut y
siempre en ligero ascenso, con pasos lentos pero seguros.
González no ha perdido el tiempo en mirar hacia los lados para
ver como les va a sus competidores. No es ese su estilo. Él mira
hacia el interior donde encuentra el material para crear sus
canciones y donde obtiene el impulso para avanzar sin perderse
en los superfluos vaivenes del mercado. Por eso su carrera ha
ido creciendo peldaño a peldaño.
El domingo se presentó más convencido y convincente que nunca
arropado por la mejor banda con la que ha contado hasta la
fecha. Por supuesto alternó, como suele ser habitual, los
pasajes en que se hace acompañar magistralmente por ella con
otros que se reserva para encontrarse a solas con su guitarra y
cada uno de
sus oyentes. Siempre será un cantautor de interiores en busca de
la complicidad con cada uno de sus oyentes. Por eso cierra los
ojos y desgrana las imágenes con que teje sus historias de
supervivencia emocional, la epopeya cotidiana de sobreponerse a
las trampas de la melancolía. Así construye sus refugios contra
la
tristeza, haciendo metáforas de las pequeñas cosas con pequeñas
puntadas, casi artesanalmente, como es el envoltorio de sus
canciones.
Para su detractores ello no es sino la demostración de que lo
suyo no pasa de ser un impecable ejercicio de estilo, de
arreglos precisos y preciosistas, eso sí, pero sin grandes
alardes. Se puso de manifiesto cuando invitó a subir al
escenario a un Miguel Ríos que fue recibido con una gran ovación
y que elevó el pulso de su
actuación. Al decano de los roqueros granadinos le bastaron un
par de estrofas para dejar constancia de su maestría vocal. Pero
ni su presencia alteró el pulso contenido de Quique González,
que siempre generoso con sus seguidores completó las dos horas
de concierto. Hasta el próximo año.
Entrevista
PÁLPITOS URBANOS SIN CONCESIONES
13 de noviembre de 2009, Madrid
Entrevista por Raúl Ruiz / IndyRock
Con motivo de la presentación de su nuevo disco "Avería y
Redención", Quique González vuelve a escena acompañado, en esta
ocasión, de la Aristocracia del Barrio. Rockero incondicional de
poesía humana, el cantante madrileño sigue fiel a su propia
esencia, negándose a romper con la música tal como siempre la ha
expresado y vivido. El hombre de pelo enmarañado y barba casual
sigue albergando la excitación de quien toca en directo por
primera vez, disfrutando de aquello que hace sin plantearse
razón ni objetivo.
1. Han pasado casi 10 años desde "Personal". ¿Queda algo de
ese primer Quique en "Avería y Redención"?
Pues hombre, sigo siendo el mismo chico que compone y canta las
canciones pero es inevitable que exista una evolución. "Avería y
Redención" es una versión mejorada de quien era hace 10 años,
pero manteniendo la identidad.
2. ¿Por qué ese título para el LP?
En principio yo quería hacer un disco doble: el primero que
fuera de Avería y el segundo de Redención. Luego no encontré
mucho sentido al hecho de separar así los temas, pues veía que
todo se encontraba dentro del mismo concepto. Avería es el
daño que hacemos tanto a los demás como a nosotros mismos y
Redención es
la forma que tenemos de quitarnos esa culpa. En conjunto es
hablar de lo frágiles que somos.
3. ¿Es este quizá el disco más visceral de Quique?
Creo que mis discos son siempre bastantes viscerales.
"Kamikazes..." y "Salitre..." lo eran, aunque en ocasiones uno
es mas explicito que en otras; menos narrativo. Puede que
"Avería..." si que sea el más directo en ese sentido. Si lo
miramos así entonces puede que sí sea el más visceral.
4. La idea de acompañar el disco con un documental ¿se
planteó en el origen del proyecto? o ¿surgió a medida que se
fue desarrollando este?
Se fue desarrollando. En un inicio comenzamos a grabar canciones
sin pensar en que iban a emplearse ni en un disco ni en una
película; la idea era enredar y jugar un poco pero sin una idea
preconcebida de nada.
5. A Fernando Macaya qué se le da mejor ¿la guitarra o la
cámara?
Jo, pues la verdad es que con la guitarra y con la cámara es un
monstruo. He tenido mucha suerte de pode hacer esto con Mac que
es músico y sabe, no solo de que va todo esto, sino tratar a la
gente. No creo que pudiese haber hecho este proyecto con otras
personas; él es de mis mejores amigos y le tengo mucha
confianza.
Lo cierto es que, como te he dicho, las dos cosas se le dan muy
bien.
6. Y ¿por qué en este disco Quique se rodea de la
Aristocracia del Barrio?
Siempre hemos estado pensando en juntarnos para grabar algo
desde que nos reunimos la primera en Buenos Aires, ahora hace
dos años. A partir de entonces nos fuimos reuniendo de una
forma intermitente hasta conseguir grabar el disco, el cual,
además, hemos producido entre nosotros cinco. Y, bueno, al final
me han
dado la razón a la confianza que deposité en ellos, y yo creo
les he devuelto la que depositaron en mí. En Buenos Aires nos
juntamos de una forma casual y eso fue la semilla de "Avería y
Redención".
7. ¿Cuál es el motivo de cambiar las salas de conciertos por
teatros en la gira?
Ya habíamos hecho teatros alguna otra vez, aunque nunca una gira
casi exclusiva de ellos. Bueno, existen un par de salas en esta
gira pero creo que los teatros son los mejores sitios donde se
escucha la música que hacemos. Hay más silencio y mucha más
atención. Un teatro siempre exige más pero también da más, ¿no?
Me
refiero a la calidad de sonido, a la atención prestada... en
fin, a todo.
8. ¿Te consideras más un músico de clubes que de grandes
conciertos?
Si, siempre he sido un músico de club realmente, pero creo que
también puedo hacerlo bien en un sitio grande.
9. ¿Cómo surge esta colaboración en la gira de Fito?
Todo el equipo de Fito ha tocado conmigo, también compartimos la
oficina... no sé, coincidimos por eso. Carlos Raya y Joserra,
por ejemplo, están en la banda de Fito y han tocado conmigo;
también "El niño" Bruno, el batería. Iban a hacer el fin
de gira y pensaron que era una buena idea invitarnos a tocar y
acabar la gira así, juntos, pasándolo bien. Y nada más,
ese es el objetivo.
10. En tu progresión como cantante, se denota un tono de voz
cada vez más roto un disco tras otro. Algo así como lo que
pasó con el modo de cantar de Enrique Urquijo. Dime ¿los
sentimientos y situaciones cada vez duelen más? o ¿es que la
vida no es si no un cúmulo de desengaños continuos?
No, yo no lo veo así. Y, no sé, tampoco creo que mi voz suene
mas rota cada vez. Bueno, raja más, sí, pero espero que sea
porque cada vez lo hago mejor.
11. Y ¿cómo fue conocer a Enrique?
Para mi fue una suerte. Yo debía tener 20 años y en el primer
garito de Madrid donde iba a tocar con mi acústica le conocí.
Después estuvimos coincidiendo y tocando durante dos años. La
verdad es que fue un gran aprendizaje y guardo un muy buen
recuerdo de él y de sus canciones. Es inevitable que me acuerde
mucho de él
cada vez que canto "Aunque tú no lo sepas".
12. ¿Todos tus temas se inspiran en vivencias personales?
Si, la verdad es que si. Lo que pasa es que a veces eres mas
explicito, más directo o sentimental, como quieras llamarlo; y
en otras ocasiones prefieres expresarte de una manera más
narrativa, menos evidente. A pesar de ello, en ambas maneras
estas hablando de ti, solo cambia la perspectiva.
13. En la mayoría de tus temas, suenas melancólico y trágico.
Pero ¿cómo eres en tu vida diaria?
Pues no sé, como todo el mundo. Unas veces más contento, otras
más jodido o triste. Pero no me considero especialmente
dramático o trágico. Suelo ver la vida con bastante optimismo
para lo que está cayendo.
14. Para componer que prefieres: ¿guitarra o piano?
Tener las dos cosas me permite no cansarme de una de ellas.
Además, de cada instrumento surgen canciones distintas, con otro
espíritu e intención. Tienen diferente disposición de notas y
eso provoca que surjan cosas diferentes, que es lo que interesa.
15. Para finalizar, ¿te gustaría que esta colaboración con la
Aristocracia se prolongara durante mucho tiempo o prefieres
que las situaciones se desarrollen como venga sin plantearte
las apetencias del futuro?
Las dos cosas están bien. Nunca sabes como va a llegar la
historia, pero me ha costado mucho tiempo juntar una banda con
la que tener la intención de trabajar un proyecto que se
extienda más allá de un disco, y eso queda. Pero no depende solo
de mí, aunque me gustaría mucho. Además, estoy encantado con
ellos y son mi
familia, mis amigos. Me encanta hacer música con ellos y viajar.
Ojalá se prolongue durante mucho tiempo.
Quique González & La aristocracia del Barrio "Avería y
redención",
- Dro Atlantic- 2007
Por Raül Ruiz - IndyRock
"Avería y redención" es el nuevo trabajo del cantante y
compositor Quique González. En esta flamante andadura le
acompaña La aristocracia del barrio, nueva banda del músico cuyo
origen como formación tuvo su semilla en Buenos Aires.
Presentado en octubre de este mismo año, el reciente
proyecto de Quique lo componen un disco con diecisiete temas y
un dvd con la película "Dónde están las gafas de Mike",
documental de Fernando Macaya (guitarrista de Del Tonos) sobre
la grabación del disco. Dos obras diferentes pero que se
complementan en perfecta simbiosis.
Dentro de "Avería y redención" encontramos una elíptica
selección de temas, todos nuevos, encadenados en un orden nada
aleatorio. El disco comienza con "Pequeñas monedas y grandes
mentiras", una canción llena de rock rítmico que, a pesar de lo
que en un principio pueda parecer, refleja optimismo en sus
letras. El texto no habla de añoranza con sufrimiento sino de
aceptación redentiva. El final del disco, en cambio, es una
proclama a la desazón y la renuncia a continuar apostando. Su
título: "Vete con cuidado". Y es que esta es la esencia del
disco, un descenso progresivo en los estados emocionales que
transmuta la vitalidad mostrada en su apertura por estados
anímicos más pesimistas y autocompasivos.
Pese a que el disco no está impregnado con el mismo toque
de genialidad que salpicó, el hasta ahora trabajo más intimista
de Quique, "Salitre 48", sí que se trata de un trabajo muy
elaborado con temas sinceros y cercanos que saben expresar
sentimientos reales sin necesidad de maquillajes de idealización
fantasiosa.
Una buena recomendación para todos los seguidores del
cantante así como para aquellos que necesiten bocados de
realidad emocional nada edulcorada.
LA VERSATILIDAD DE QUIQUE GONZÁLEZ
10 de octubre de 2006, Sala Industrial Copera, Granada
Crónica por Luis Miguel Albarracín / IndyRock
El concierto que ofreció Quique González ante sus seguidores
granadinos fue de menos a más. A las diez menos veinte de la
noche salió al escenario el autor de "Aunque tú no lo sepas"
solo, acompañado únicamente de un piano, con el que comenzó una
velada cargada de buenas sensaciones. Agradeció al público que
le hiciera peticiones para poder tocarlas. Una de ellas fue
"Calles de Madrid". Al piano le siguieron la guitarra acústica y
la armónica, con las que regaló algunos temas más, entre ellos
"Se nos iba la vida", de su primer disco ("Personal", 1998). Si
algo caracterizó al concierto fue dar un repaso a todos sus
álbumes, no dejando ninguno en la sombra, y haciendo de padre de
las criaturas en todo momento, con temas más y menos conocidos.
Tras dejar a un lado la guitarra acústica fue el momento de
invitar a su banda para hacer un poco de ruido en forma de rock
and roll. Con una formación muy sólida, con baterista, bajista y
guitarra solista en plena forma, llegó el aluvión que sus fans
esperaban, con mayoría de canciones de medios tiempos y alguna
que otra descarga algo más salvaje. La actuación transcurrió sin
prisa pero sin pausa. La primera hora se fue en un abrir y
cerrar de ojos. "Salitre 48" es sin duda su obra maestra hasta
el momento. "Ayer quemé mi casa", "De haberlo sabido" o "Tarde
de perros" tienen algo que no guardan el resto de temas. Otros
títulos muy aplaudidos fueron "Pequeño rock and roll", "Te lo
dije" o "Vidas cruzadas". Sin duda una auténtica fiesta para
todos sus seguidores, que cada vez son más. Cada concierto de
Quique González es diferente, siguiendo las pautas ya
instauradas por Bob Dylan, no haciendo nunca dos actuaciones
iguales y cambiando a menudo los arreglos a las canciones. Un
artista que crece poco a poco, como todo lo bien hecho,
defendiendo sus pequeñas gemas a capa y espada, y emocionando a
todos aquellos que mantienen un mínimo de sensibilidad.
Dos horas y cuarto ajustando cuentas consigo mismo, con su
público y con la Granada de Lapido, Miguel Ríos y García
Montero, claras referencias en el imaginario de Quique.
Discografía
Personal (1998)
Salitre 48 (2001)
Pájaros mojados (2002)
Kamikazes enamorados (2003)
La noche americana (2005)
Ajuste de cuentas (2006)
Avería y redención #7 (2007)
Daiquiri blues (2009)
Delantera mítica (2013)
Me mata si me necesitas (2016)
En vivo desde Radio Station (2018)
Las palabras vividas (2019)
Sur en el valle (2021) http://www.quiquegonzalez.com/
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