ELEGANCIA, DETALLES Y LUCIDEZ EN LAS NOCHES DEL
BOTÁNICO
+ THE WHITE BUFFALO
Madrid 12-julio.2023.
JAVIER ALONSO JULIÁ Y MARINA SANZ DOMÍNGUEZ * CRÓNICA Y FOTOS
Las Noches del Botánico nos sigue sorprendiendo con la calidad de sus propuestas y la
noche del pasado miércoles 12 de Julio no nos defraudó. Tener a Joshua Michael Tillman o lo que
es lo mismísimo Father John Misty sobre un escenario y en un lugar en el que realmente lo vas a
disfrutar en su máxima expresión es todo un regalo para los amantes de la música.
Si el artista principal era un reclamo perfecto, el telonero The White Buffalo, se marcó un
concierto a la altura de la noche, incluso tocando al atardecer en una jornada en la que el
calor era la estrella de la tarde. Jake Smith nos regaló momentos especiales de su amplia
discografía con temas como “Not Today”, “Set My Body Free”, “Oh Darlin’ What Have I Done”, “Into
The Sun”, “Live Your Own” o la archiconocida “Come Join The Murder” que apareció en la serie
“Sons Of Anarchy” y otros hits como “I Got You”, “The Whisthler” o “The Pilot”. Todo un lujo
tener a este artista y disfrutar de su música en un concierto directo y sin parafernalia:
batería, guitara acústica, eléctrica y bajo en un trío que lo dio todo ante un público que no
solo venía por Father John Misty.
FOTOGALERÍA: THE WHITE BUFFALO * JAVIER ALONSO JULIÁ Y
MARINA SANZ DOMÍNGUEZ
Sobre las 22.20 de la noche, con las luces apagadas y con una versión instrumental de
“Bittersweet Symphony” aparecía Father John Misty sobre el escenario secundado por siete músicos
que le dieron al concierto un ambiente emocionante y elegante. Claro está que la voz y la
interpretación de Joshua Michael Tillman es algo sobrenatural, algo que ninguno de los
asistentes pudo poner en duda, todos caímos rendidos a sus pies.
La noche no podía empezar mejor que con los acordes de “The Next 20th Century” y un escenario
sencillo con un telón al fondo iluminado que le daba un aire distinguido al show, al más estilo
de las big bands estadounidenses.
“Hangsout at the Gallows” nos sumergió en el sonido más denso, que en ocasiones te llevaba a la
sonoridad de Portishead en aquel directo en Roseland NYC. Mr. Tillman y sus movimientos sobre el
escenario, en ocasiones haciendo volar el pie del micro, consiguieron subir las pulsaciones de
los allí presentes.
Se colgó la acústica para interpretar “Strange Encounter”. El final de solo de guitarra fue al
más estilo Gary Moore o Jimmy Page y brilló sobre el resto de instrumentos.
Continuaron la noche con “Nancy From Now On” y “Nothing Good Ever Happens at the Goddamn Thirsty
Crow” en las que la voz de Mr. Tillman te atrapa en sus fauces y no te suelta hasta el fin de la
noche. El tono y la manera de interpretar te transportan a distintas épocas y lugares del
planeta, dejando hacer volar tu imaginación.
“Total Entertainment Forever” sacó su lado más distendido y bailable, a la que le
siguieron “Things It Would Have Been Helpful to Know Before the Revolution” y “Goodbye Mr.
Blue” con la que la emoción del momento se vislumbraba en las caras de felicidad de sus fans que
no podían más que ovacionarle tras lo vivido.
Pero si el show no había llegado ni a la mitad, ¿que nos depararía?. Más y más momentos de
absoluta elegancia, detallismo y lucidez con temas como “Please Don’t Die”, “Mr. Tillman”
brillante y pegadiza o “Clhoë” con ese aire a cabaret, en el que solo faltaban unos bailarines
arropando al amo y dueño del escenario.
Varios serían los momentos de la noche y “Chateau Lobby #4 (in C for Two Virgins)” fue uno de
ellos con todo el público volcado y disfrutando de una noche inimaginable. “When You're Smiling
and Astride Me” nos llevó a la guitarrera “Hollywood Forever Cemetery Sings”.
El fin parecía llegar y “Pure Comedy” bajó nuestro ritmo cardíaco para regalarnos el último tema
antes del bis, que no podía ser otro que “I Love You, Honeybear”. “Madre mía!” eran frases que
escuchabas a tu alrededor e incluso con ver la cara de muchos no hacía falta saber cual eran sus
sensaciones.
Tras unos minutos en el backstage la banda volvió a salir para interpretar los dos último temas
de la noche, “Buddy's Rendezvous” con un saxo y piano espectaculares y “Holy Shit” con todo el
público cantando al unísono junto al reverendo Tillman que nos había atrapado en su espectáculo
celestial, dejando un recinto iluminado por las miles de estrellas del firmamento. No nos quedan
otra cosa que decir “Thank you Mr. Tillman”.
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