LA EVOLUCIÓN DEL GENIO
El gran mito de la música y el folk de autor de los sesenta, está considerado como el creador
más influyente en la música del siglo XX
Bob Dylan ha atrapado el Nobel de Literatura 2016 que estabaen el viento. La Academia Sueca sorprendió con la designación del poeta del rock, candidato recurrente y el primer músico quegana un Nobel de Literatura. Se le concede "por crear un nuevo medio de expresión poética dentro de la gran tradición de lacanción americana". Así rezaba el acta que ha leído Sara Daniues, secretaria permanente de la Academia Sueca y la primera mujerencargada de anunciar el nombre del ganador. Robert Zimmerman, el gran poeta de Minesotta, ganador del Premio Príncipe de Asturias de lasLetras hace casi una década, sucede en el reconocimiento a la bielorusa Svetlana Alexiévich, ganadora del galardón el añopasado.
Mito vivo en la historia de la música popular y del rock, activodurante más de medio siglo, faro de una generación que soñó cambiar el mundo, las canciones de Dylan son poema de un excelente calidad,una obra de alto contenido político que complementa con la música y que ha ejercido una poderosa influencia en muchos intérpretesy compositores desde los años sesenta del siglo pasado. No en vano su 'nombre de guerra', Dylan, es un homenaje a Dylan Thomas, un poeta tanalcohólico como genial.
Dylan conjuga la canción y la poesía en una obra que"ha creado y escuela determina la educación sentimental de millones de personas", según decía el acta del premio Príncipe de Asturias. "Es fiel reflejo del espíritu de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazónde los seres humanos", agregaba evocando su canción más famosa. 'Blowin in the wind' un himno universal.
Por J. E. GOMEZ. (1999) Texto y fotos © IndyRockDESDE hace 27 años estaba deseando poder decir «yo estuve allí». Dylan me ayudó a saborear la música y a entender que cuatro notas simples unidas a la poesía pueden llegar al corazón. Desde ese momento se abrieron para mi los caminos de la tolerancia y una visión más global de las cosas. Dylan, por fin, ha estado a escasos metros de mí. Le he oído tocar esas canciones con las que aprendí a colocar mis primeros acordes en el mástil de aquella guitarra acústica que compre por mil duros -una fortuna en el 74- y que luego traspasé, como él mismo, a la electrificada Fender Stratocaster.
Dylan en Granada
18-4-99, Palacio Deportes
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¡MASTER of MUSIC!
Por Javier Sanchez (especial Indyrock)
Había incertidumbre, unos esperaban mucho, otros nos conformábamos con verle y a algunos otros les bastaba con que les vieran a ellos. Lo cierto es que nadie sabía con que nos iba a deleitar Bob Dylan.Se rumoreaba que sus actuaciones estaban siendo muy rockeras y con fuerza, la fuerza de los 60 vuelta a un mito, que en Granada, la noche del dieciochode abril de 1.999 demostró porqué lo es. Comenzó la actuación con una guitarra acústica sobre la que demostróun dominio que le han negado a lo largo de toda su carrera, una bellísima batería, dos guitarras más (una de ellas muy peculiar) y un contrabajo completaban la banda que tuvo el honor de acompañarle. Pero pronto cambió la brillante acústica para hacer vibrarlas cuerdas de una Fender Stratocaster que destapaba sus intenciones. Puro rock y blues intercalando clásicos como BLOWIN' IN THE WIND o Mr.TAMBOURINE MAN muy transformados y adaptados a un sonido más potente que en otros tiempos.
El ambiente se iba caldeando y Bob Dylan estaba dispuesto a animar la fiesta,de repente sorprendió a todos llamando al público más enfervorecido al calor del escenario. Los más rápidos coparonlas primeras líneas para disfrutar de un nuevo concierto en el que desaparecieron las sillas. Una actuación así merecíasaltar, bailar y era imposible estar sentado. Todo un signo de lo que fue su interpretación de la música en una noche inolvidable. Andrés Calamaro besó el "albero" que iba a pisar posteriormenteBob Dylan, un gran honor para él y un gran gesto que resumía el sentir de los devotos asistentes. Superó con creces las expectativas de todos los que asistimos averle y oírle, quizás no la de los que asistieron para que les vieran. Granada se merecía a Bob Dylan y Bob Dylan se merecióGranada. . .
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DYLAN DESBORDÓ EN GRANADA
18-4-99
Dylan ofreció en Granada un concierto de casi dos horas. El mítico Bob logró romper la seriedad de la organización que no había previsto que la gente pudiese abandonar sus asientos y convertir el patiode butacas en un tradicional coso festivalero. Al paso de una hora los seguidores de Dylan no se aguantaron más y decidieron que un buenconcierto era para seguirlo mas de cerca, saltando y bailando. A Dylan no le molestó y continuo más animado que nunca... Dos bises para un concierto historico.
SET LIST - Granada Las canciones que pudimos escuchar y que compusieron un extraordinarioconcierto fueron, por este orden: Friend of the Devil, Forth time around, Masters of war, Visions of Johanna,Mr. Tambourine Man, Tangled up in blue, The Lonesome death of Hattie Carroll, I don't believe you (She acts like we never have met), It takes a lot tolaugh, It takes a train to cry; I can't wait, To make you feel my love, Highway 61 revisited, Love sick, Rainy day women 12 & 35, Blowin' inthe wind, Maggie's farm.
Envio a Cartas al director de IDEAL de: Domingo Pereira Santana. Higuera de Llerena (Badajoz).
DYLAN EN MOTRIL
MERCHE S. CALLE © IndyRock
Dylan, el ocultismo del mito
Editorial Por Juan Enrique Gómez - director de IndyRock
Gira 2004 y 2006
Nadie duda que Bob Dylan se puede permitir lo que desee, pero con lo años parece que el mito se ha vuelto reservado. Su música sigue siendo un lección de creatividad, buen hacer y una constante victoria contra el paso del tiempo, modas, esnobismos y nuevas tendencias, porque Dylan ha sabido poner en mayúsculas la palabra evolución. Donde sí ha sufrido una regresión es en su tratamiento a quienes tienen como objetivo divulgar sus trabajos, informar de sus giras y conciertos. En su presencia en España la imagen de Dylan ha sido un secreto celósamente guardado para quienes no han pagado el precio de la entrada de sus conciertos, incluso para los que acudieron resultaba difícil distinguir a Robert Zimmerman bajo un sombrero negro, semiagachado sobre un teclado de piano electrónico a la derecha de un escenario cuyo "front line" permancía vacío casi la totalidad del espectáculo. Una profunda decepción para miles de seguidores que deseaban contemplar al Dylan de siempre, aunque su imagen física esté, lógicamente, gastada por los años. No importa la imagen, sólo se analizan, disfruta y corean las canciones. Dylan ha olvidado otros tiempos y se apunta al carro de los "divos" que malinterpretan los deseos de su público y de los que, no pudiendo ir a sus conciertos, quieren verlo, aunque sea en fotos de periódicos e imágenes de televisión. Desde su llegada a España (ya lo hizo en anteriores giras) la presencia de fotógrados de prensa y cámaras de televisión ha estado expresamente prohibida, a pesar de las protestas de los promotores de los conciertos. Dylan se suma a la cada vez más larga lista de los artistas que atentan contra la libertd de información. Se olvidan de que son personajes públicos y que lo que ocurre en sus conciertos es de interés general. No quiero que me pirarteen.
Solución, cortar las alas a la profesionales de la información. Para preservar la imagen su mánager no duda en provocar colas interminables de acceso al concierto mientras los "vigilantes" registran bolsos y bolsillos a la búsqueda de cámaras fotográficas. No sirve para nada, el público entra con cámaras y los flashes se multiplican por doquier. Sólo los profesionales se ven coartados para hacer su trabajo en beneficio del artista, los promotores y la cultura de conciertos. Nadie pudo conseguir publicar una buena imagen.
Todos teníamos la foto, e incluso la imagen de televisión. Todas han sido conseguidas con cámaras ocultas, y por tanto, de calidad mínima. Resultado: Dylan aparece en la oscuridad, más viejo y cansado que nunca. ¿Qué ha evitado? La respuesta es sencilla: que los profesionales de la prensa pudiesen conseguir una imagen con la que transmitir a ese Dylan que todos queremos ver.
Se habría conseguido la imagen de un Dylan que aún hace preguntas al viento.
UN CLÁSICO NADA CONVENCIONAL
por Luis Miguel Albarracín
Mientras en Berja se celebraba una corrida de toros, en Motril comenzaba a impregnarse el ambiente emocional de una velada exquisita. No existía en los alrededores del Campo Municipal de Fútbol Escribano Castilla el movimiento de otros grandes conciertos (como el caso de los Stones en Benidorm, por ejemplo), ni la estética primaba con patillas, tatuajes o peinados varios. Las personas que acudieron a la cita civilizaron siempre y lo querían pasar bien sin realizar grandes aspavientos. Mejor que mejor. Cuando a las ocho se abrieron las puertas, el escenario aparecía a la izquierda, y el césped invitaba a echar un partidillo antes de la hora de Robert Allen. A la derecha se situaron las barras. Menudos precios por una mierda de refresco saturado de cubitos, qué hijos de puta. ¿Se creen que somos idiotas o que tenemos propiedades en Miami y nos podemos permitir ciertos lujos? Una cosa es que nos gastemos la pasta en una entrada y otra que seamos gilipollas y pasemos por todos los aros.
Los seguidores del viejo Bob fueron tomando posiciones, y poco a poco el aforo fue completándose de manera paulatina y sin grandes aglomeraciones. Sobre las nueve, aun con luz solar, saltó al escenario Eva Amaral, con su guitarra acústica y su voz. Tocó una canción de Lagartija Nick y dejó un buen sabor de boca en la escasa media hora que estuvo en el escenario. Juan Aguirre tocó la armónica en algunas canciones e hizo público el poco estilo que tiene sobre un escenario, algo así como un pato mareado a punto de hacerle un control de alcoholemia.
Poco antes de las diez los ánimos ya estaban por todo lo alto. Ver a Bob Dylan en Motril no podía pasar desapercibido para los amantes de la música, y a estas alturas de su carrera no se puede perder de vista al guitarrista de Minesota. Se rumoreaba que se situaría a un lado del escenario, acariciando las teclas del órgano y silbando sonidos ancestrales en su armónica. Los malos augurios se cumplieron, y ahí empezó la caída en picado. Muchos de sus fans le pedían que tocara la guitarra, pero fue imposible, menudo tostón tuvieron que tragarse los que fueron a verle. Porque una cosa es ser comercial y un títere en manos de los demás, y otra es no hacer ninguna concesión a todos sus fans. Su voz parece que la ha comprado en una tienda de todo a un euro, y los arreglos de sus canciones resultan infumables. Queda muy bonito escribir que un artista se reinventa, pero se puede caer en el riesgo de reventar una obra. Bingo. Bob lo ha conseguido. La banda que lo acompaña es de lujo: Tony Garnier en el bajo (ha acompañado a Dylan en las últimas cuatro giras por España); Larry Campbell en la guitarra, slide guitar y pedal steel; George Receli en la batería; y Stu Kimball musicando al frente de otra guitarra, pero yo no fui para ver a la banda, para esos menesteres ya conozco a los Stones. Yo fui a ver a Bob Dylan, con su guitarra, su armónica, centrado en el escenario y escupiendo por esa boquita todo lo que él ha convertido en poesía. Tampoco creo que sea una cuestión de edad. Entiendo que seguramente estará harto de ser un songwriter y quiera hacer giras diferentes, pero yo no quería verlo así.
Focalizó la actuación en su último disco, "Love and theft" e incluyó temazos de toda la vida, como Mr. Tambourine Man o Like a Rolling Stone. Pero aquello no era lo que había ido a buscar. ¿Decepción? Bastante. Ahora pienso que posiblemente la carrera de Dylan ha sido siempre así: cuando tocaba y triunfaba en un formato acústico rompió con todo y decidió usar un formato eléctrico para sus actuaciones. Y cuando todo el mundo lo quería ver en su versión de songwriter en Motril, él ha creído conveniente que su público conozca mejor su perfil que su rostro. Un tira y afloja constante que todavía perdura. Pero entonces, ¿dónde está el secreto para que Dylan continúe llenando estadios allá por donde va? Se podrían escribir cientos de libros sobre el tema. Siempre he pensado que Zimmerman ha impregnado su música de una filosofía de vida, de una forma de ser. Alejado de las ventas galácticas de los Beatles, ha sabido hacerse un hueco dentro de la industria, y ha ido saboreando cada momento a cucharaditas pequeñas, sin pensar en la siguiente. Y eso es lo que también transmite su música. Un folk que hace agradable la vida. La filosofía de saber qué lugar ocupa en cada momento, la de persona que quiere ser músico y no le preocupa nada más. Una carrera que dura toda la vida, alejada de todo tipo de presiones. No queda ninguna duda: se ha ganado el respeto de todos, seguidores y detractores. Respeto. No hay nada más importante. Y él lo ha logrado y mantenido desde...uff, mucho tiempo. Arrieros somos.
BOB DYLAN+AMARAL
Estadio Municipal de Motril. 10-7-04
Por Jesús S. - IndyRock
Eva Amaral salió al escenario en un puro acto de valentía que deberíamos reconocerle, armada únicamente con una guitarra acústica debido a una inoportuna lesión de Juan Aguirre. Aun así dejo patente la calidad de su voz en una corta actuación con versión de "Universal" de Lagartija Nick incluida. El público reconoció su esfuerzo y aplaudió el intenso "Sin ti no soy nada" con el que cerró su breve actuación.
Dylan y su banda aparecieron pasadas las diez de la noche, recibidos por una fuerte ovación que pronto se apaciguó cuando "Maggie´s farm" comenzó a sonar. Tal vez no sea este el Dylan del 66 ni el del 74, pero sigue siendo Dylan, y ahí le teníamos en cuerpo y alma, con una actitud intencionadamente tímida, apartado a un lado del escenario detrás de un pequeño teclado que no abandonaría en toda la noche. Desde ese inesperado para muchos parapeto, el genio de Minnesota y su fabulosa banda ejercitaron un intenso ejercicio de rock en el que las raices folkies del maestro dejaron paso a devaneos más que experimentales. Blues ácido en unas fases, un poquito de jammin´ en otras, la banda de Dylan atacó poderosamente un set list bastante aleatorio donde Dylan mezclaba sus composiciones más recientes con un puñado de temas que en sí mismos son todo un regalo del cielo, como "Highway 61" y "A hard rain´s a gonna fall". Aun así el bueno de Bob no quiso, como siempre, ponérselo fácil a un público que en buena parte quería corear estribillos conocidos. No, el señor Dylan sigue siendo el mismo tipo ácido de siempre, y su carisma es tal que le lleva a incluso poner cara de importarle un pimiento que tengamos que esperar un buen rato para ver si esos riffs iniciales corresponden finalmente a una hipercalórica versión de "It´s allright mama" o si ese teclado que da paso a una mandolina no es si no una alocada toma de "Girl from North Country".
Temas que tras cuarenta años han ido siendo re-arreglados infinidad de veces hasta convertirlos en otra cosa. Sin embargo, el tratamiento que Dylan da a sus temas más recientes (sonaron "Not dark yet", "Tweedle Dee and Tweedle Dum", "Summer days") es claramente cercano al original, con poderosas bases rythm n blues, y toques country que los conviertieron en lo mejor de la noche, hasta los bises, claro. Porque en los bises Dylan sí que lo tuvo claro enlazando brillantemente una caótica "Mr. Tamourine Man" con "Like a rolling stone". El punto álgido, el sorprendente final con una dura "All along the watchtower" que sí que dejó un buen sabor de boca a todos los que adoramos a este tipo. Tal vez sea cierto lo que mucha gente comentó al concluir la actuación, en concreto se echó en falta a un Dylan más en primera línea de fuego armado con una Fender o una acústica, pero bueno, el detalle carece de importancia si uno repasa mentalmente lo vivido y lo oído, y más aun cuando queda claro que Bob Dylan sigue estando en buena forma. Siempre ha ido a contra corriente, y el nuevo milenio no va a suponer un reblandecimiento de sus conceptos ni nada parecido. Acidez, personalidad, un cancionero inmejorable y una banda cojonuda para un maestro entre maestros.
BIOGRAFIA
Robert Allen Zimmerman nació en 1941 en Duluth, Minnesota, en el seno de una familia judía. A los ocho años sabía tocar el piano. A los diez, la guitarra. Pionero en la introducción de la literatura en la música popular, fusionó por primeravez los ritmos de origen europeo y afroamericanos, mezcla de influencia decisiva para las generaciones posteriores. Mal estudiante, dio sus primerospasos en los ambientes folk de la universidad de Minnesota. Obtuvo su primer contrato en un local de striptease.
Ya en Nueva York, adonde se trasladó en 1961 para dedicarse plenamente a la música, grabó su primer disco, 'Bob Dylan'. Vendiódos millones de copias. El segundo, de 1963, incluía 'Blowin in the wind', canción bandera para los defensores de los derechos civilesen Estados Unidos.
Tras sufrir un grave accidente de moto en 1966 reapareció dosaños más tarde con 'John Wesley Harding'. En 1973 compuso la banda sonora de la película de Sam Peckimpah, 'Pat Garret &Billy the Kid', en la que además interpretó un pequeño papel. En 1975 rodó su única película como director,'Renaldo and Clara', si bien siguió participando en varias bandas sonoras y fue guionista de 'Masked and Anonymous', dirigida en 2003 porCharles Larry. No todo fueron éxitos en su carrera. En 1970 firmó 'Self portrait', álbum compuesto durante la convalecencia del
accidentey que supuso un rotundo fracaso. Uno de sus grandes amores fue la cantautora Joan Baez.
En la década de los 80, y después de una crisis religiosa que le alejó del judaísmo y le acercó al catolicismo,grabó varios discos centrados en sus nuevas inquietudes. Actuó ante el papa Juan Pablo II, en 1997, en Bolonia.
Firme defensor de causas sociales, colaboró en conciertos como el que George Harrison promovió para los damnificados de Bangladesh,'Farm Aid' o 'Festival Pro-Etiopía Live Aid'. Habitual visitante de España en sus giras, aún se recuerda el 'Concierto porla paz', que ofreció en 2006 en la playa de La Concha de San Sebastián ante cien mil personas.
La influencia de Dylan en la música popular es incalculable. Como cantautor, colonizó varios estilos y formas diferentes de escribir y componer canciones dentro del pop.
El cantante y compositor realizó temas que abarcan desde la narrativa cantada, pasando por temas "alucinógenos", hasta canciones de narrativa con clara conciencia de los problemas sociales. Como vocalista, rompió las bases lógicas que debía tener un cantante por aquella época, esto es,una voz convencionalmente buena, con lo que también redefinió el papel del
vocalista en la música pop. Como músico, tocó diferentes géneros de la música pop, inclusive el folk-rock y el country-rock.Y esto por señalar mínimamente sus múltiples logros.
La fuerza de Dylan era evidente durante su máxima popularidad a mediados de los 60´ pero no debemos olvidar su influencia a través de subsiguientes generaciones. Muchas de sus canciones llegaron a ser los estandartes populares, y sus mejores álbumes son indiscutiblemente clásicos del rock & roll.
La influencia de Dylan en la música folk es igualmente poderosa, él marca un punto de evolución dentro del siglo XX, siendo su persona el momento en el que el genero emigra de las canciones tradicionales hacia los cantautores. Aún cuando sus ventas son mínimas en las décadas de los 80´ y 90´, la presencia de Dylan siempre está ahí.
"El viejo mundo estaba saltando en mil pedazos y el caos recibía a los recién llegados con un puñetazo en la cara", escribe Dylan en Crónicas, el primer volumen de suexcelente autobiografía. Bob Dylan llegó en tiempos de cambio y sus canciones fueron uno de los motores de la transformación. Entre 1962 y 1966, en sólo cuatro años, publicó siete álbumes que son siete joyas que marcaron el espíritu de su generación y que hoy continúan siendo fundamentales:
Bob Dylan (1962), The Freewheelin' Bob Dylan (1963), The Times They Are a-Changin'(1964), Another Side of Bob Dylan (1964), Bringing Il All Back Home (1965), Highway 61 Revisated (1965) y Blonde on Blonde (1966).
Bob Dylan los grabó entre los 21 y los 25 años, algo que hoy, con la distancia que da el tiempo, resulta tan admirable como asombroso.
El álbum ganador del disco de Platino Time Out Of Mind de 1997 obtuvo seis Premios Grammy, incluyendo la categoría Álbum de Año, mientras que "Love and Theft" continuó la racha de Platino y ganó varias nominaciones a los Grammy y una estatuilla al Mejor Álbum de Folk Contemporáneo. Modern Times, publicado en 2006, se convirtió en uno de los álbumes más populares del artista, vendiendo más de 2,5 millones de copias en todo el mundo y valiéndole a Dylan otros dos Grammys. Together Through Life fue el primer álbum del artista que debutó en el #1 tanto en EEUU como Reino Unido, al igual que en otros cinco países, con ventas de más de un millón de copias. Tempest fue aclamado de forma unánime por la crítica tras su lanzamiento y alcanzó el Top 5 en 14 países, mientras que Shadows In The Night fue alabado por los fans y la crítica por el singular talento interpretativo que en él demuestra Dylan.
Modern Times, publicado en 2006, se convirtió en uno de los álbumes más populares del artista, vendiendo más de dos millones y medio de copias en todo el mundo; álbum con el que Dylan se alzó con dos Premios Grammy más. Together Through Life se convirtió en el primer álbum del artista en debutar en el #1 tanto en EEUU como Reino Unido, al igual que en otros cinco países, mientras alcanzaba ventas de más de un millón de copias. Tempest ha recibido elogios unánimes de la crítica de todo el mundo tras su lanzamiento, y llegó al Top 5 en 14 países,
mientras que las giras de conciertos del artista por todo el mundo durante los últimos años han destacado especialmente el singular repertorio de este álbum.
2015 "Shadows in the Night" el 3 de Febrero de. Columbia Records Con diez nuevas canciones, el álbum producido por Jack Frost es el disco de estudio No.36 de Bob Dylan, y se trata del primer trabajo con material nuevo del artista desde el lanzamiento en 2012 del exitoso Tempest.
Bob Dylan comentó: “Ha sido un gran privilegio grabar este álbum. Desde hace tiempo he querido hacer algo así pero hasta ahora no he sido lo suficientemente valiente para abordar complicados arreglos escritos para 30 músicos y refinarlos para que suenen bien en una banda de cinco. Esa es la clave de todas estas interpretaciones. Conocíamos estas canciones muy bien. Todo se hizo en directo. Quizás una o dos tomas. Sin pistas dobladas. Sin cabinas donde grabar la voz. Sin auriculares.
Sin separación de pistas, y, en su mayor parte, se ha realizado la mezcla mientras se grababa. No me siento como si estuviera versionando estas canciones, de ningún modo. Ya han sido lo suficientemente versionadas. Enterradas, en realidad. Lo que estamos haciendo mi banda y yo, básicamente, es descubrirlas. Sacarlas de la tumba y ponerlas a la luz del día.”
Shadows In The Night de 2015, alcanzó el Top 10 en diecisiete países, incluyendo el puesto 7 en EEUU, el 3 en España y debutando en el número 1 en el Reino Unido, Irlanda, Suecia y Noruega.
2016 FALLEN ANGELS Columbia Records que incluye doce clásicos norteamericanos escritos por algunos de los compositores más influyentes y aclamados de la música, el álbum muestra el talento único de Dylan como vocalista, arreglista y líder de una banda. Producido por Jack Frost, es el álbum de estudio número 37 de Bob Dylan y se trata de la primera entrega de nueva música desde que el artista lanzara Shadows In The Night, a principios de 2015.
En Fallen Angels, Dylan incluye canciones de una amplia variedad de compositores como Johnny Mercer, Harold Arlen, Sammy Cahn y Carolyn Leigh que él ha elegido y grabado con el grupo que le acompaña de gira. El álbum fue grabado en el Capitol Studios en Hollywood en 2015.
Los seis álbumes fueron publicados en un periodo creativo que abarca 18 años, que también incluye la grabación de una composición ganadora de un Oscar y un Globo de Oro, "Things Have Changed," del film Wonder Boys, en 2001; una autobiografía de éxito mundial, Chronicles Vol. 1, que permaneció 19 semanas en la Lista de libros más vendidos del New York Times, en 2004, y un documental dirigido por Martin Scorsese, No Direction Home, en 2005. Bob Dylan también publicó su primera colección de clásicos navideños, Christmas In The Heart, en 2009, decidiendo donar las ganancias del disco a ONGs que luchan contra el hambre en el mundo.
Recientemente, Bob Dylan recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más importante de EEUU. Fue galardonado con un Premio Pulitzer especial en 2008 por “su profundo impacto en la música y la cultura de Estados Unidos, marcado por composiciones líricas de extraordinaria fuerza poética.” Además recibió el reconocimiento como Officier de la Legion
d'honneur en 2013, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2007, el Premio Polar Music de Suecia en 2000 y Doctorados de la Universidad de St. Andrews y Princeton, entre otros numerosos honores.
Dylan agradece el Premio Príncipe de Asturias: "Permítanme agradecer al Rey, al Príncipe Felipe y a los españoles el haberme concedido el Premio Príncipe de Asturias. Soy consciente del enorme prestigio que este Premio proporciona, así como también de la larga lista de ilustres galardonados. Es realmente un gran honor. Lamentablemente no puedo estar ahí para recibir el premio en persona, pero espero regresar pronto a España para manifestar mi gratitud por este galardón."
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