Desde 1997 * Pioneros de la información musical on line

INDYROCK Magazine


BOB DYLAN

LA EVOLUCIÓN DEL GENIO
El gran mito de la música y el folk de autor de los sesenta, está considerado como el creador más influyente en la música del siglo XX

FOTO: J. E. GÓMEZ - Granada 18-4-1999

INDYROCK



BOB DYLAN


2023 *GOD BLESS BOD DYLAN * Crónica-comentario por FRAN KARMONA * INDYROCK 
JUNIO 2023 * DYLAN VUELVE A DESLUMBRAR DESDE LA PENUMBRA, EN EL CORAZÓN DE LA ALHAMBRA DE GRANADA

DYLAN EN GRANADA Crónicas y fotos concierto en marzo de 1999
DYLAN EN MOTRIL Crónicas del concierto en 2004 


GOD BLESS BOD DYLAN

GIRA ROUGH AND ROWDY WAYS


Bob es un jovenzuelo de 82 años que inició una gira en los años sesenta y todavía no ha regresado a casa.

Cuando Bob Dylan sale al escenario, sale a darlo todo: a entregarse en cuerpo y alma, a bendecir la música. Que sea más simpático o menos no hace que sea mejor artista y Bob Dylan ante todo es artista y creador. Lo único es que no se deja fotografiar y no tiene gestos amables. No todo es perfecto.

FRAN KARMONA * INDYROCK
Es la segunda vez que veo a Bob Dylan y reconozco que la primera vez que lo vi no sabía de la misa la media sobre Bob Dylan. Mi primera vez fue en Jaén en 2008 y la entrada me costó 47,5 euros. Fui a verlo porque pensé que nunca más tendría la oportunidad. Recuerdo que había que pasar un riguroso control de seguridad y te hacían entregar en una caja el móvil, la cámara de fotos y demás artilugios que pudieran usarse para sacar fotos o grabar la actuación. Cuando entré estaba expectante y me fui directamente a la barra a pedirme una gran cerveza para calmar la ansiedad. No me dio tiempo a dar el primer trago y allí estaba Bob tocando el piano de perfil al público con un enorme sombrero tejano y un traje negro muy elegante con su raya blanca en el pantalón y sus botas de tacón cubano. Parecía poseído por el diablo y muy cabreado. No miraba al público y sus músicos lo rodeaban como si fueran sus guardaespaldas. Intenté verlo desde diferentes ángulos para observar los detalles del mítico bardo de Minnesota. La primera vez nuca se olvida y por una parte me fui satisfecho por la dimensión del personaje que acaba de ver y por otra me sentí decepcionado por el comportamiento hermético y las formas hoscas de Dylan con el público. Llegué a pensar que sería su última gira antes de jubilarse y buscar un retiro dorado después de cobrar un dineral por esos conciertos. En Jaén se estuvo hablando del tema un tiempo y se llegó a decir que había cobrado tres millones de euros por aquel concierto. Por lo visto se había pagado con dinero de ayudas para promocionar el aceite de oliva virgen extra de Jaén. Igual las fake news, ya circulaban entonces por Jaén. Fuese como fuese el asunto, es que desde entonces mi amor por Bob fue creciendo como una bola de nieve y me documenté sobre su vida y su obra, escuché sus discos nuevos y le fui cogiendo el gusto a esa voz escacharrada. En Jaén todavía se habla de aquel extraño concierto con polvareda política incluida.

VÍDEO * DYLAN DESDE EL CERRO DEL SOL, ALHAMBRA
FRAN KARMONA 


Un grupo de seguidores de Dylan se concentró en el lugar conocido como Silla del Moro, en el cerro del Sol, en las zonas altas de la colina de la Alhambra, para seguir el concierto que Dylan ofrecía en el teatro del Generalife.


Han pasado 15 cortos años y Bob Dylan no se ha jubilado y hasta ganó el premio Nobel de Literatura y sigue sacando discos y haciendo giras por todo el mundo con 82 años. Yo tampoco soy el mismo, ya he llegado a los 50 y Bob hace que me sienta joven y no deje de soñar. Si Bob sigue de gira con 82 años, ¿por qué no puedo yo cumplir mi sueño secreto? Bob es un jovenzuelo de 82 años que inició una gira en los años sesenta y todavía no ha regresado a casa. Yo todavía estoy a tiempo, nunca es demasiado tarde. Bob está demostrando que la edad no es un obstáculo para seguir en la carretera y perseguir tus sueños.

 “ROUGH AND ROWDY WAYS”

Al inicio de la gira por España se le ha criticado su actitud con el público: que si no canta canciones que el público se conozca, que si no saluda al principio ni se despide al final, que si el público es melancólico y viejo, que si un artista que no tiene consideración con el público no se merece que se pague un alto precio por sus entradas, que si… que sí, que Bob Dylan hace lo que le da la gana, como siempre ha hecho. Nada nuevo en el horizonte de los seguidores de Dylan. Puedo estar de acuerdo en que el bardo de Minnesota no es nada simpático, que no habla entre canción y canción, que no saluda al principio del concierto ni se despide al terminar. Hasta aquí se puede criticar su actitud, pero nadie le puede acusar de no hacer bien su trabajo. 

Un artista como Bob Dylan, que es leyenda viva de la música, que es un creador universal que sigue su camino recto, no pierde ni un segundo en escuchar críticas, aunque bien podría tener algún gesto con su incondicional hinchada.

Los temas son delicadamente elegidos por Bob y son tocados por su banda como piezas únicas de coleccionista. Cambian los ritmos, alargan los tiempos, tejen texturas y crean arte alrededor de las composiciones de Dylan que trascienden al tiempo y al espacio. No hay un concierto igual, ni un concierto diferente, todos los conciertos de Dylan son especiales, ya actúe a los pies de la Alhambra o en un páramo seco de Duluth.

SEVILLA

En Sevilla lo vi actuar en el moderno auditorio del Palacio de Congresos y Exposiciones. Después de pasar los pertinentes controles de seguridad y embolsar el teléfono móvil en una funda precintada sucedió algo mágico: no había distracciones y entonces prestas atenciones a las cosas, detenidamente. La primera impresión que me dio ya dentro del auditorio es que el público entendía a quién iba a ver. Caras de ilusión, camisetas de Dylan, canas y arrugas y también gente joven. A mi lado se sentó un simpático americano que chapurreaba español y después de intercambiar gestos y sonrisas se aposentó en su butaca y sacó unos prismáticos y se puso a observar detenidamente el escenario. Yo aproveché que había gente en pie y me fui al borde del escenario a ver qué había.

El piano de Dylan ocupaba el centro del escenario, era como el altar de una pequeña iglesia. Detrás del piano había un bajo eléctrico y un contrabajo clásico y brillante. A derecha e izquierda del piano había en total cuatro guitarras eléctricas y me llamó la atención una de ellas totalmente desgastada por el uso. A la derecha estaba la batería y a la izquierda un slide guitar, un violín, una mandolina y demás artilugios. El escenario era enorme, pero todo estaba concentrado en no más de siete metros cuadrados.

Volviendo a mi butaca el simpático americano sacó un muñequito de peluche, lo posó en su rodilla y lo puso mirando al escenario, mientras seguía observando con los prismáticos todo lo que pasaba en el escenario. A las 20:05 se apagó la luz y el escenario se iluminó de un rojo intenso. Parecía que estábamos en la escena de una película de David Lynch y la música comenzó a sonar y ya no paró hasta pasadas dos cortas y mágicas horas. Dylan salió sin sombrero, resguardado por su piano y rodeado por sus músicos. Diecisiete canciones que sonaron como una sola canción. Dylan sacó su armónica y la sopló para deleite de los melancólicos. Agradeció al público su entrega y su respeto y nos bendijo con unas sentidas palabras: May God bless you. Salimos del concierto flotando y bendecidos por Bob y sus maravillosos músicos a los que nos presentó uno por uno con mucho cariño y amor.

GRANADA

Tres días después Dylan llegaba a Granada y no pude reprimir la tentación de subir al cerro del sol a ver si podía escuchar aquella música celestial desde algún sitio cercano al jardín de la Alhambra. Aparqué el coche en el cementerio de la Rauda y me adentré entre los pinos y los olivos guiado por la música de Dylan como si fuera una rata siguiendo al flautista de Hamelin. Descubrí que había otros como yo parapetados debajo de frondosos
pinos y bonitos olivos centenarios. Había llegado al lugar perfecto y al fondo se divisaba una luz roja entre la arboleda que anunciaba que allí estaba el bardo de Minnesota. La noche se hizo y la magia llegó.

Bob Dylan iba dejando su esencia en la Granada de Lorca, su rugido recorría el bosque de la Alhambra, su duende acariciaba el viento. Me llegaba su música de piano, violín y sonidos de jazz mezcladas con el croar de las ranas. Los aplausos sonaban huecos y lejanos y los gritos y aullidos del público al final de cada canción llegaban como estrellas fugaces a mis oídos. La verdad de Dylan estaba flotando en el viento, como dice su canción “Blowing in the wind”.

La voz de Bob se abría paso como una desbrozadora que destrozaba todo lo que pilla a su paso. Su vieja y escacharrada voz parece salir de un objeto de cobre recogido por un gitano que busca tesoros que se tiran a la basura, a los que luego saca brillo y da el verdadero valor que se merece. Bob es uno de esos gitanos y artistas que viajan en sus carromatos como hacía Lorca con su compañía de teatro “La barraca” que recorría los pueblos de España para llevar su teatro, su poesía y su arte universal. Dylan hace lo mismo, pero a nivel mundial y en otro tiempo, aunque se mueve en tres trailers que transportan sus instrumentos y su equipo.

Bob Dylan es eterno y no parará nunca de girar como un planeta dentro de una galaxia con universo propio. El que vaya a ver a Bob Dylan que se olvide de sus viejos éxitos y de cantar en sus conciertos y de hacer fotos, porque Dylan sigue creando nuevas melodías y nuevos poemas que quieren hacer volar las cabezas de la gente y quedarse en sus recuerdos. Cuando vayas a ver a Dylan, déjate llevar por el contador de historias, el trovador que suelta su canción en forma de estrella que llega profundo, a las entrañas y se enreda en el alma humana hasta fundirse con el cosmos y decirte al oído de dónde vienes y a dónde vas.

Esta ha sido mi tercera vez y me acabo de convertir en un ferviente y fanático seguidor  de Bob Dylan. El concierto de Granada dejó impregnado en la Alhambra y los jardines del Generalife la esencia del poeta, músico, Premio Nobel de Literatura y ganador de un Premio Oscar, que un día electrificó los sonidos de la música tradicional americana y abrió camino para que otros siguieran su senda. Granada es un ejemplo de ello donde cientos de grupos se miraron en el espejo de Dylan para hacer lo que el falso profeta comenzó hace ya unas cuantas décadas.

Vida eterna a Robert Allen Zimmerman.



DYLAN VUELVE A DESLUMBRAR DESDE LA PENUMBRA, EN EL CORAZÓN DE LA ALHAMBRA DE GRANADA

“Ojalá todas las noches para tocar fueran como esta, en un sitio tan hermoso”


El mítico Bob Dylan volvía a Granada, esta vez para formar parte del cartel del 72 Festival Internacional de Música y Danza de Granada, con una actuación en el Teatro del Generalife, el 13 de junio de 2023

El concierto estuvo coproducido por 1001 Músicas–CaixaBank y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada,
La presencia de Dylan en este festival consagrado a la música y danza clásica, afianza la apuesta del festival y de la Alhambra, por incluir otras músicas en sus programaciones, lo que se ha convertido en una realidad con el ciclo '1001 músicas' que se celebra en el mes de septiembre de la mano de Proexa.

Bob Dylan presentaba en la Alhambra 'Rough and Rowdy Ways Tour' en un recital para la historia. Los afortunados que tuvieron la suerte de adquirir una entrada, agotadas a los 32 minutos de salir a la venta, disfrutaon de una leyenda mundial de la música, pero tuvieron que hacerlo sin usar los teléfonos móviles, ya que Dylan, desde hace años, prohíbe todo equipo fotográfico en el recinto, incluso la prensa no tiene la posibilidad de realizar fotos para informar sobre el concierto. La organización habilitó un espacio para depositar los teléfonos móviles del público.
 
Pepe Rodríguez, director del ciclo 1001 Músicas-CaixaBank, afirmaba que "estamos ante una noche histórica que viene a completar un círculo que empezamos en 1999 con la visita de Dylan a la Huerta de San Vicente por el centenario de Lorca y seguimos con el concierto de Motril la noche en la que recogió las flores que una fan le lanzó en el centenario y aquello significó mucho para él, y ahora cerramos el círculo en el monumento árabe más importante del mundo recibiendo al judío que fue, y al cristiano  que es ahora, tocando a la Puerta de la Justicia, desde la Alhambra de Granada”. Pepe Rodríguez, director de la promotora Proexa, es un promotor curtido con los mas importantes nombre de la música internacional y considera que disfrutar de un concierto de Dylan es algo inolvidable.

El concierto de Dylan fue inclasificable, canciones difíciles de reconocer y un artista semiescondido tras el piano, como es habitual en él desde hace años. A pesar de ello, para sus seguidores, asistir a un concierto de Dylan es una inmersión en la historia de la música y escuchar, en vivo, a uno de los más grandes creadores de todos los tiempos.

Se esperaba un recital para la historia y los privilegiados que tuvieron la fortuna de estar presentes en el Teatro del Generalife podrán dar fe de que muy pocas veces más en su vida podrán vivir algo igual. “Lo llevaremos grabado en nuestra memoria y en el corazón", afirma Pepe Rodríguez, director de Proexa y máximo responsable del 1001 Músicas-CaixaBank, quien ha coproducido con el Festival Internacional de Música y Danza este memorable concierto. No se permitieron móviles, ni cámaras de televisión ni de fotografía. Pero los más de 1.500 espectadores lo guardarán en sus retinas y en su memoria.

Todo apuntaba a una noche histórica y, sin duda, lo fue”, incide el productor musical. “El encanto del Generalife obró su magia, acrecentada por el hecho de que no hubiera móviles y creo que todo el mundo salió encantado con la experiencia”, añade.

Pepe Rodríguez destaca no solo la sublime calidad musical del concierto sino también la actitud de un Dylan que se mostró cómodo y, por un momento, abandonó su carácter huraño y poco sociable con el público. “Interactuó a su manera con la gente al final y se vio en la manera de presentar a la banda, bromeando con ellos”. Pero, sobre todo, con el halago que cobra un valor incalculable viniendo del Nobel de Literatura, tan poco propenso a manifestarse así. “Ojalá todas las noches para tocar fueran como esta, en un sitio tan hermoso”, dijo el mito.

El director de 1001 Músicas-CaixaBank cree que hubo un hecho que reflejó perfectamente el estado de ánimo de Dylan. “El guiño final, cuando estaba acabando el concierto, y echó mano a su armónica y acompañó a la banda en los últimos compases del último tema como si fuera una de aquellas noches de los años 60 en las que él estaba en el escenario con una guitarra acústica y una armónica. Sin duda, fue algo para la historia y algo que él mismo no suele hacer. Ni recuerdo cuando fue la última vez que le había visto con la armónica”.

Y es que la Alhambra hechizó a Bob Dylan y la leyenda hizo lo propio con el monumento nazarí. Esa fusión convirtió la noche en inolvidable en un recital que no necesitó de los temas clásicos del artista de Duluth, quien tocó diecisiete temas, la misma setlist que presenta en sus doce presencias en España este año: Watching the River Flow, Most Likely You Go Your Way (And I'll Go Mine), I Contain Multitudes, False Prophet, When I Paint My Masterpiece, Black Rider, My Own Version of You, I’ll Be Your Baby Tonight, Crossing the Rubicon, To Be Alone with You, Key West (Philosopher Pirate), Gotta Serve Somebody, I’ve Made Up My Mind to Give Myself to You, That Old Black Magic, Mother of Muses, Goodbye Jimmy Reed y Every Grain of Sand.

1001 Músicas – CaixaBank
El concierto de Bob Dylan en el Teatro del Generalife es el magnífico preludio de la tercera edición del Ciclo 1001 Músicas - CaixaBank que tendrá lugar en el Teatro del Generalife durante todos los fines de semana de septiempre con las actuaciones de Elvis Costello & Steve Nieve (2 de septiembre), Ara Malikian (8 de septiembre), Luz Casal (9 de septiembre), Andrés Calamaro (14 de septiembre), 091 (15 de septiembre), Pablo López (16 de septiembre), Suede (22 de septiembre) y Raphael (23 de septiembre).

Todos los conciertos tendrán lugar a las 21:30 horas y las entradas se pueden adquirir en la Red Ticketmaster (web, 902150025, FNAC y Halcón Viajes), en la página web www.1001musicas.es y de forma presencial en el Teatro Isabel la Católica.

VÍDEOS * DYLAN, LAS LETRAS DE CANCIONES MÍTICAS



VÍDEO: Las canciones de Dylan son poemas de una excelente calidad, una obra de alto contenido político que complementa con la música y que ha ejercido una poderosa influencia en muchos intérpretes y compositores desde los años sesenta del siglo pasado.


En 2016 recibe el premio Nobel de Literatura

DYLAN, NOBEL DE LITERATURA

Bob Dylan gana un Nobel que estaba en el viento
El gran poeta del rock toma el relevo de la bielorrusa Svetlana Alexiévich"por crear un nuevo medio de expresión poética" 
Por Miguel Lorenci / IDEAL | MADRID 
13 octubre 2016

Bob Dylan ha atrapado el Nobel de Literatura 2016 que estabaen el viento. La Academia Sueca sorprendió con la designación del poeta del rock, candidato recurrente y el primer músico quegana un Nobel de Literatura. Se le concede "por crear un nuevo medio de expresión poética dentro de la gran tradición de lacanción americana". Así rezaba el acta que ha leído Sara Daniues, secretaria permanente de la Academia Sueca y la primera mujerencargada de anunciar el nombre del ganador. Robert Zimmerman, el gran poeta de Minesotta, ganador del Premio Príncipe de Asturias de lasLetras hace casi una década, sucede en el reconocimiento a la bielorusa Svetlana Alexiévich, ganadora del galardón el añopasado. 
Mito vivo en la historia de la música popular y del rock, activodurante más de medio siglo, faro de una generación que soñó cambiar el mundo, las canciones de Dylan son poema de un excelente calidad,una obra de alto contenido político que complementa con la música y que ha ejercido una poderosa influencia en muchos intérpretesy compositores desde los años sesenta del siglo pasado. No en vano su 'nombre de guerra', Dylan, es un homenaje a Dylan Thomas, un poeta tanalcohólico como genial. 
Dylan conjuga la canción y la poesía en una obra que"ha creado y escuela determina la educación sentimental de millones de personas", según decía el acta del premio Príncipe de Asturias. "Es fiel reflejo del espíritu de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazónde los seres humanos", agregaba evocando su canción más famosa. 'Blowin in the wind' un himno universal.




DYLAN PC

Por J. E. GOMEZ. (1999) Texto y fotos © IndyRock 
Dylan en Granada
18-4-99, Palacio Deportes
DESDE hace 27 años estaba deseando poder decir «yo estuve allí». Dylan me ayudó a saborear la música y a entender que cuatro notas simples unidas a la poesía pueden llegar al corazón. Desde ese momento se abrieron para mi los caminos de la tolerancia y una visión más global de las cosas. Dylan, por fin, ha estado a escasos metros de mí. Le he oído tocar esas canciones con las que aprendí a colocar mis primeros acordes en el mástil de aquella guitarra acústica que compre por mil duros -una fortuna en el 74- y que luego traspasé, como él mismo, a la electrificada Fender Stratocaster. 



Al igual que yo otros muchos estaban allí. Pero también han estado, haciéndose notar y empapándose en un nostálgico baño social, la mayoría de los que han puesto su granito de arena para que otros eventos musicales, en los que Dylan hubiese participado con gusto -lo hizo en el Doctor Music Festival hace muy poco tiempo- no se celebren en esta ciudad. Eran los que cerraron los platos de sus equipos de música a todo lo que no sonase a los 70 y los que creen que la música de hoy no es más que un mal plagio de lo que ya inventaron los de siempre. Los que ni siquiera entienden que sus hijos se pongan camisetas negras con el nombre de su banda preferida e intenten hacer rugir sus guitarras de segunda mano compradas a hurtadillas, y los que ponen el grito en el cielo cuando ven a sus hijas seguir enfervorizadas a la boy band del momento. 

El concierto de Dylan ha sido concebido, no por él sino por quienes lo han contratado, como un evento de élite. Entre cinco y siete mil pelas son muchos billetes para la gente joven. Se evita el tradicional coso donde la gente, de pie, puede bailar y saltar, respirar de cerca la emoción del fan. 
Se vende como un homenaje a Lorca -«son como dos goticas de agua» decía un amigo, cuando en realidad muchos de los que estaban allí sólo asistieron porque un concierto de Dylan es PC, es decir «políticamente correcto».


FOTOGALERÍA: DYLAN 8 JULIO 2015. FOTOS: RAMÓN L. PÉREZ
Por encima del bien y del mal
Bod Dylan en Granada, Palacio de los Deportes 8 de julio 2015 
Organiza: Musiserv 
Por Pablo Rodríguez / IDEAL

Más de 5.000 personas disfrutaron de un concierto en el queBob Dylan recorrió sus últimos discos obviando algunos de los temas más famosos de su discografía Solo las leyendas, las verdaderas leyendas, están por encima delbien y del mal. Sus incoherencias humanas están ajenas a las críticas; sus errores, respetados. Si se trata de un músico como Bob Dylan,un superdotado que lleva denunciando las barrabasadas de una sociedad inhumana desde hace más de 50 años pero al que la edad pasa factura ya, no importan cuestiones como el tiempo, el entorno o las decisiones. La leyenda, al final, supera las imperfecciones humanas y se coloca porencima del bien y del mal. 
Fue lo que pasó anoche con la estrella. Por encima de las complicacionespara tomarle fotografías durante el concierto, por encima de los evidentes problemas que le impidieron agarrar una guitarra como hacíaantaño e, incluso, más allá de un repertorio previsible que lleva repitiendo prácticamente igual desde su concierto en Ljubjiana,estaba Dylan. Esa bestia musical, esa garganta árida y consumida, un mito que parece resistirlo todo. Es un misterio, pero para intentarabordarlo hay que comenzar por el principio. 
A las ocho menos diez se abrieron las puertas. Un torrente de personas–el artista logró muy buena entrada– inundó las gradas del Palacio de los Deportes de Granada. Entonces ya se hizo patente una delas cualidades que le hacen único. ¿Qué estrella de la música es capaz de congregar hoy en día a abuelos, padresy nietos en el mismo sitio? 

Allí estaban, unos 5.000 granadinos, sentados en las gradas ode pie en pista, contando al mundo a través de Twitter, Facebook o WhatsApp –es curioso que en una sociedad cada vez más individualistano se sienta como vivida una experiencia si no se comparte con los demás– que la leyenda estaba en Granada. Por más que los promotores y losmedios dieron –dimos– guerra, fue así como se enteraron muchos granadinos de la presencia del artista, porque a él no le vieron sacar la cabezade su mítico autobús –donde duerme y come durante las giras– hasta que se subió al escenario. Fue una vez pasada la tormentaeléctrica –bendita frescura– de Soleá Morente y Los Evangelistas, al borde de las diez de la noche. 
La penumbra con que el artista se cubre en los últimos años no impidió al público disfrutar de su presencia. A pesarde alguna que otra queja –«Falso, hay tan poca luz que eres un doble», gritaba uno–, allí estaba Dylan. Camisa negra, chaqueta gris, tocadocon un sombrero  tras el micrófono, desbrozando ‘Things have changed’ y ‘She belongs to me’ con una voz que el artista granadino AntonioArias definió hace unos días como «la de un ‘cantaor’ de Minnesota» y que anoche sonaba como si una retroexcavadora arrastrarala pala sobre la grava. 

Hacía calor pero a muchos se les erizó el vello cuandoel artista agarró la armónica. No es el Dylan de los 60, es una pieza de museo frágil y llena de historia. ¿Y quéimporta? No pierde valor. Cuando encarriló la banda ‘Duquesne Whistle’, una de esas pocas gemas llenas de swing que el artista ha fabricado enla última década, una ovación caliente y sudorosa le respondió. «Sigue siendo el rey», decía unaseñora mayor. 

El show seguía los cánones. Temas arreglados de formadiferente a la manera en que suenan en los discos y un público que únicamente reconocía las canciones en los estribillos. Solocon ‘A fool such as I’ rompió Dylan el guion. El resto, ‘Tangled up in blue’, unas palabritas al público y el descanso de 20 minutos,siguió con lo realizado en Barcelona, Zaragoza y Madrid. 

Desconexión
Entre abanicos y cervezas pasó el descanso. El calor pesabacomo los versos agotados de ‘Forgetful heart’. Por momentos la gente charlaba, hacía fotos a pesar de la prohibición y de los constantesfogonazos de los pacientes guardias de seguridad. Sí, alguno seguía el ritmo con los pies, hasta un señor pasado de rosca bailaba peligrosamente,ridículamente en uno de los vomitorios, pero eran los menos. Al final de ese tramo de concierto, con temas más nuevos y desconocidos,no se sabía a ciencia cierta si el aplauso era por la música o por apaciguar la calima. 

Al borde de la desconexión, el músico de Minnesota encarriló el final del concierto con temas como ‘Scarlet Town’ o ‘Soon after midnight’,de su álbum ‘Tempest’. Dylan mantenía el tipo detrás de una media luna de micrófonos que le ocultaban a los seguidoresy buscaba luego asiento en el piano. La voz, lo único que permanecía invariable, seguía siendo piedra machacada. 

Guardaba una última bala. Cuando todo parecía perdido, cuando algunos enfilaban la salida –«Para no coger atasco, vamos»–,Dylan pegó un zapatazo con uno de sus clásicos.  No es el mismo, pero en realidad importa poco. Su voz te devuelve a la infanciacuando todo era más fácil, cuando éramos más jóvenes, más fuertes, más ágiles, cuando amábamosmás y protestábamos mucho más. Es eso Dylan, por encima del bien y del mal. Estalló en los 60, revivió en los 70y a finales de los 90 volvió a dar un golpe en la mesa cuyo eco se mantiene. Así será para siempre por más que enlos últimos tiempos publique discos desiguales, más allá de conciertos como el de ayer. 
Es un mito, se ha ganado la inmortalidad. 


NOTICIAS ANTERIORES
Dylan en el FIB 2012
Dylan Tour 2004, Fotos y crónicas 




¡MASTER of MUSIC! 
Por Javier Sanchez (especial Indyrock)

Había incertidumbre, unos esperaban mucho, otros nos conformábamos con verle y a algunos otros les bastaba con que les vieran a ellos. Lo cierto es que nadie sabía con que nos iba a deleitar Bob Dylan.Se rumoreaba que sus actuaciones estaban siendo muy rockeras y con fuerza, la fuerza de los 60 vuelta a un mito, que en Granada, la noche del dieciochode abril de 1.999 demostró porqué lo es. Comenzó la actuación con una guitarra acústica sobre la que demostróun dominio que le han negado a lo largo de toda su carrera, una bellísima batería, dos guitarras más (una de ellas muy peculiar) y un contrabajo completaban la banda que tuvo el honor de acompañarle. Pero pronto cambió la brillante acústica para hacer vibrarlas cuerdas de una Fender Stratocaster que destapaba sus intenciones. Puro rock y blues intercalando clásicos como BLOWIN' IN THE WIND o Mr.TAMBOURINE MAN muy transformados y adaptados a un sonido más potente que en otros tiempos. 

El ambiente se iba caldeando y Bob Dylan estaba dispuesto a animar la fiesta,de repente sorprendió a todos llamando al público más enfervorecido al calor del escenario. Los más rápidos coparonlas primeras líneas para disfrutar de un nuevo concierto en el que desaparecieron las sillas. Una actuación así merecíasaltar, bailar y era imposible estar sentado. Todo un signo de lo que fue su interpretación de la música en una noche inolvidable.  Andrés Calamaro besó el "albero" que iba a pisar posteriormenteBob Dylan, un gran honor para él y un gran gesto que resumía el sentir de los devotos asistentes. Superó con creces las expectativas de todos los que asistimos averle y oírle, quizás no la de los que asistieron para que les vieran. Granada se merecía a Bob Dylan y Bob Dylan se merecióGranada. . .

 
DYLAN DESBORDÓ EN GRANADA 
18-4-99
Dylan ofreció en Granada un concierto de casi dos horas. El mítico Bob logró romper la seriedad de la organización que no había previsto que la gente pudiese abandonar sus asientos y convertir el patiode butacas en un tradicional coso festivalero. Al paso de una hora los seguidores de Dylan no se aguantaron más y decidieron que un buenconcierto era para seguirlo mas de cerca, saltando y bailando. A Dylan no le molestó y continuo más animado que nunca... Dos bises para un concierto historico.

SET LIST - Granada Las canciones que pudimos escuchar y que compusieron un extraordinarioconcierto fueron, por este orden:  Friend of the Devil, Forth time around, Masters of war, Visions of Johanna,Mr. Tambourine Man, Tangled up in blue, The Lonesome death of Hattie Carroll, I don't believe you (She acts like we never have met), It takes a lot tolaugh, It takes a train to cry; I can't wait, To make you feel my love, Highway 61 revisited, Love sick, Rainy day women 12 & 35, Blowin' inthe wind, Maggie's farm.
Envio a Cartas al director de IDEAL de: Domingo Pereira Santana. Higuera de Llerena (Badajoz).

DYLAN EN MOTRIL



MERCHE S. CALLE © IndyRock


Dylan, el ocultismo del mito
Editorial Por Juan Enrique Gómez - director de IndyRock
Gira 2004 y 2006
 

Nadie duda que Bob Dylan se puede permitir lo que desee, pero con lo años parece que el mito se ha vuelto reservado. Su música sigue siendo un lección de creatividad, buen hacer y una constante victoria contra el paso del tiempo, modas, esnobismos y nuevas tendencias, porque Dylan ha sabido poner en mayúsculas la palabra evolución. Donde sí ha sufrido una regresión es en su tratamiento a quienes tienen como objetivo divulgar sus trabajos, informar de sus giras y conciertos. En su presencia en España la imagen de Dylan ha sido un secreto celósamente guardado para quienes no han pagado el precio de la entrada de sus conciertos, incluso para los que acudieron resultaba difícil distinguir a Robert Zimmerman bajo un sombrero negro, semiagachado sobre un teclado de piano electrónico a la derecha de un escenario cuyo "front line" permancía vacío casi la totalidad del espectáculo. Una profunda decepción para miles de seguidores que deseaban contemplar al Dylan de siempre, aunque su imagen física esté, lógicamente, gastada por los años. No importa la imagen, sólo se analizan, disfruta y corean las canciones. Dylan ha olvidado otros tiempos y se apunta al carro de los "divos" que malinterpretan los deseos de su público y de los que, no pudiendo ir a sus conciertos, quieren verlo, aunque sea en fotos de periódicos e imágenes de televisión. Desde su llegada a España (ya lo hizo en anteriores giras) la presencia de fotógrados de prensa y cámaras de televisión ha estado expresamente prohibida, a pesar de las protestas de los promotores de los conciertos. Dylan se suma a la cada vez más larga lista de los artistas que atentan contra la libertd de información. Se olvidan de que son personajes públicos y que lo que ocurre en sus conciertos es de interés general. No quiero que me pirarteen.

Solución, cortar las alas a la profesionales de la información. Para preservar la imagen su mánager no duda en provocar colas interminables de acceso al concierto mientras los "vigilantes" registran bolsos y bolsillos a la búsqueda de cámaras fotográficas. No sirve para nada, el público entra con cámaras y los flashes se multiplican por doquier. Sólo los profesionales se ven coartados para hacer su trabajo en beneficio del artista, los promotores y la cultura de conciertos. Nadie pudo conseguir publicar una buena imagen.

Todos teníamos la foto, e incluso la imagen de televisión. Todas han sido conseguidas con cámaras ocultas, y por tanto, de calidad mínima. Resultado: Dylan aparece en la oscuridad, más viejo y cansado que nunca. ¿Qué ha evitado? La respuesta es sencilla: que los profesionales de la prensa pudiesen conseguir una imagen con la que transmitir a ese Dylan que todos queremos ver.

Se habría conseguido la imagen de un Dylan que aún hace preguntas al viento.



UN CLÁSICO NADA CONVENCIONAL

por Luis Miguel Albarracín



   Mientras en Berja se celebraba una corrida de toros, en Motril comenzaba a impregnarse el ambiente emocional de una velada exquisita. No existía  en los alrededores del Campo Municipal de  Fútbol Escribano Castilla el  movimiento de otros grandes conciertos (como el caso de los Stones en Benidorm, por ejemplo), ni la estética primaba con patillas, tatuajes o peinados varios. Las personas que acudieron a la cita civilizaron siempre y lo querían pasar bien sin realizar grandes aspavientos. Mejor que mejor. Cuando a las ocho se abrieron las puertas, el escenario aparecía a la izquierda, y el césped invitaba a echar un partidillo antes de la hora de Robert Allen. A la derecha se situaron las barras. Menudos precios por una mierda de refresco saturado de cubitos, qué hijos de puta. ¿Se creen que somos idiotas o que tenemos propiedades en Miami y nos podemos permitir ciertos lujos? Una cosa es que nos gastemos la pasta en una entrada y otra que seamos gilipollas y pasemos por todos los aros. 

Los seguidores del viejo Bob fueron tomando posiciones, y poco a poco el aforo fue completándose de manera paulatina y sin grandes aglomeraciones. Sobre las nueve, aun con luz solar, saltó al escenario Eva Amaral, con su guitarra acústica y su voz. Tocó una canción de Lagartija Nick y dejó un buen sabor de boca en la escasa  media hora que estuvo en el escenario. Juan Aguirre tocó la armónica en algunas canciones e hizo público el poco estilo que tiene sobre un escenario, algo así como un pato mareado a punto de hacerle un control de alcoholemia. 

Poco antes de las diez los ánimos ya estaban por todo lo alto. Ver a Bob Dylan en Motril no podía pasar desapercibido para los amantes de la música, y a estas alturas de su carrera no se puede perder de vista al guitarrista de Minesota. Se rumoreaba que se situaría a un lado del escenario, acariciando las teclas del órgano y silbando sonidos ancestrales en su armónica. Los malos augurios se cumplieron, y ahí empezó la caída en picado. Muchos de sus fans le pedían que tocara la guitarra, pero fue imposible, menudo tostón tuvieron que tragarse los que fueron a verle. Porque una cosa es ser comercial y un títere en manos de los demás, y otra es no hacer ninguna concesión a todos sus fans. Su voz parece que la ha comprado en una tienda de todo a un euro, y los arreglos de sus canciones resultan infumables. Queda muy bonito escribir que un artista se reinventa, pero se puede caer en el riesgo de reventar una obra. Bingo. Bob lo ha conseguido. La banda que lo acompaña es de lujo: Tony Garnier en el bajo (ha acompañado a Dylan en las últimas cuatro giras por España); Larry Campbell en la guitarra, slide guitar y pedal steel; George Receli en la batería; y Stu  Kimball musicando al frente de otra guitarra, pero yo no fui para ver a la banda, para esos menesteres ya conozco a los Stones. Yo fui a ver a Bob Dylan, con su guitarra, su armónica, centrado en el escenario y escupiendo por esa boquita todo lo que él ha convertido en poesía. Tampoco creo que sea una cuestión de edad. Entiendo que seguramente estará harto de ser un songwriter y quiera hacer giras diferentes, pero yo no quería verlo así.   

   Focalizó la actuación  en su último disco, "Love and theft" e incluyó temazos de toda la vida, como Mr. Tambourine Man o Like a Rolling Stone. Pero aquello no era lo que había ido a buscar. ¿Decepción? Bastante. Ahora pienso que posiblemente la carrera de Dylan ha sido siempre así: cuando tocaba y triunfaba en un formato acústico rompió con todo y decidió usar un formato eléctrico para sus actuaciones. Y cuando todo el mundo lo quería ver en su versión de songwriter en Motril, él ha creído conveniente que su público conozca mejor su perfil que su rostro. Un tira y afloja constante que todavía perdura. Pero entonces, ¿dónde está el secreto para que Dylan continúe llenando estadios allá por donde va? Se podrían escribir cientos de libros sobre el tema. Siempre he pensado que Zimmerman ha impregnado su música de una filosofía de vida, de una forma de ser. Alejado de las ventas galácticas de los Beatles, ha sabido hacerse un  hueco dentro de la industria, y ha ido saboreando cada momento a cucharaditas pequeñas, sin pensar en la siguiente. Y eso es lo que también transmite su música. Un folk que hace agradable la vida. La filosofía de saber qué lugar ocupa en cada momento, la de persona que quiere ser músico y no le preocupa nada más. Una carrera que dura toda la vida, alejada de todo tipo de presiones. No queda ninguna duda: se ha ganado el respeto de todos, seguidores y detractores. Respeto.  No hay nada más importante. Y él lo ha logrado y mantenido desde...uff, mucho tiempo. Arrieros somos.
BOB DYLAN+AMARAL 
Estadio Municipal de Motril. 10-7-04
Por Jesús S. - IndyRock


Eva Amaral salió al escenario en un puro acto de valentía que deberíamos reconocerle, armada únicamente con una guitarra acústica debido a una inoportuna lesión de Juan Aguirre. Aun así dejo patente la calidad de su voz en una corta actuación con versión de "Universal" de Lagartija Nick incluida. El público reconoció su esfuerzo y aplaudió el intenso "Sin ti no soy nada" con el que cerró su breve actuación. 



Dylan y su banda aparecieron pasadas las diez de la noche, recibidos por una fuerte ovación que pronto se apaciguó cuando "Maggie´s farm" comenzó a sonar. Tal vez no sea este el Dylan del 66 ni el del 74, pero sigue siendo Dylan, y ahí le teníamos en cuerpo y alma, con una actitud intencionadamente tímida, apartado a un lado del escenario detrás de un pequeño teclado que no abandonaría en toda la noche. Desde ese inesperado para muchos parapeto, el genio de Minnesota y su fabulosa banda ejercitaron un intenso ejercicio de rock en el que las raices folkies del maestro dejaron paso a devaneos más que experimentales. Blues ácido en unas fases, un poquito de jammin´ en otras, la banda de Dylan atacó  poderosamente un set list bastante aleatorio donde Dylan mezclaba sus composiciones más recientes con un puñado de temas que en sí mismos son todo un regalo del cielo, como "Highway 61" y "A hard rain´s a gonna fall". Aun así el bueno de Bob no quiso, como siempre, ponérselo fácil a un público que en buena parte quería corear estribillos conocidos. No, el señor Dylan sigue siendo el mismo tipo ácido de siempre, y su carisma es tal que le lleva a incluso poner cara de importarle un pimiento que tengamos que esperar un buen rato para ver si esos riffs iniciales corresponden finalmente a una hipercalórica versión de "It´s allright mama" o si ese teclado que da paso a una mandolina no es si no una alocada toma de "Girl from North Country". 

Temas que tras cuarenta años han ido siendo re-arreglados infinidad de veces hasta convertirlos en otra cosa.  Sin embargo, el tratamiento que Dylan da a sus temas más recientes (sonaron "Not dark yet", "Tweedle Dee and Tweedle Dum", "Summer days") es claramente cercano al original, con poderosas bases rythm n blues, y toques country que los conviertieron en lo mejor de la noche, hasta los bises, claro. Porque en los bises Dylan sí que lo tuvo claro enlazando brillantemente una caótica "Mr. Tamourine Man" con "Like a rolling stone". El punto álgido, el sorprendente final con una dura "All along the watchtower" que sí que dejó un buen sabor de boca a todos los que adoramos a este tipo. Tal vez sea cierto lo que mucha gente comentó al concluir la actuación, en concreto se echó en falta a un Dylan más en primera línea de fuego armado con una Fender o una acústica, pero bueno, el detalle carece de importancia si uno repasa mentalmente lo vivido y lo oído, y más aun cuando queda claro que Bob Dylan sigue estando en buena forma. Siempre ha ido a contra corriente, y el nuevo milenio no va a suponer un reblandecimiento de sus conceptos ni nada parecido. Acidez, personalidad, un cancionero inmejorable y una banda cojonuda para un maestro entre maestros. 




BIOGRAFIA
Robert Allen Zimmerman nació en 1941 en Duluth, Minnesota, en el seno de una familia judía. A los ocho años sabía tocar el piano. A los diez, la guitarra. Pionero en la introducción de la literatura en la música popular, fusionó por primeravez los ritmos de origen europeo y afroamericanos, mezcla de influencia decisiva para las generaciones posteriores. Mal estudiante, dio sus primerospasos en los ambientes folk de la universidad de Minnesota. Obtuvo su primer contrato en un local de striptease.

Ya en Nueva York, adonde se trasladó en 1961 para dedicarse plenamente a la música, grabó su primer disco, 'Bob Dylan'. Vendiódos millones de copias. El segundo, de 1963, incluía 'Blowin in the wind', canción bandera para los defensores de los derechos civilesen Estados Unidos.
Tras sufrir un grave accidente de moto en 1966 reapareció dosaños más tarde con 'John Wesley Harding'. En 1973 compuso la banda sonora de la película de Sam Peckimpah, 'Pat Garret &Billy the Kid', en la que además interpretó un pequeño papel. En 1975 rodó su única película como director,'Renaldo and Clara', si bien siguió participando en varias bandas sonoras y fue guionista de 'Masked and Anonymous', dirigida en 2003 porCharles Larry. No todo fueron éxitos en su carrera. En 1970 firmó 'Self portrait', álbum compuesto durante la convalecencia del
accidentey que supuso un rotundo fracaso. Uno de sus grandes amores fue la cantautora Joan Baez.

En la década de los 80, y después de una crisis religiosa que le alejó del judaísmo y le acercó al catolicismo,grabó varios discos centrados en sus nuevas inquietudes. Actuó ante el papa Juan Pablo II, en 1997, en Bolonia.
Firme defensor de causas sociales, colaboró en conciertos como el que George Harrison promovió para los damnificados de Bangladesh,'Farm Aid' o 'Festival Pro-Etiopía Live Aid'. Habitual visitante de España en sus giras, aún se recuerda el 'Concierto porla paz', que ofreció en 2006 en la playa de La Concha de San Sebastián ante cien mil personas.
La influencia de Dylan en la música popular es incalculable. Como cantautor, colonizó varios  estilos y formas diferentes de escribir y componer canciones dentro del pop.

    El cantante y compositor realizó temas que abarcan desde la narrativa cantada, pasando por  temas "alucinógenos", hasta canciones de narrativa con clara conciencia de los problemas sociales.     Como vocalista, rompió las bases lógicas que debía tener un cantante por aquella época, esto es,una voz convencionalmente buena, con lo que también redefinió el papel del
vocalista en la música pop. Como músico, tocó diferentes géneros de la música pop, inclusive el folk-rock y el country-rock.Y esto por señalar mínimamente sus múltiples logros.

    La fuerza de Dylan era evidente durante su máxima popularidad a mediados de los 60´  pero  no debemos olvidar su influencia a través de subsiguientes generaciones. Muchas de sus canciones llegaron a ser los estandartes populares, y sus mejores álbumes son indiscutiblemente clásicos del rock & roll.
    La influencia de Dylan en la música folk es igualmente poderosa, él marca un punto de evolución dentro del siglo XX, siendo su persona el momento en el que el genero emigra de las canciones tradicionales hacia los cantautores. Aún cuando sus ventas son mínimas en las décadas de los 80´ y 90´, la presencia de Dylan siempre está ahí.
     "El viejo mundo estaba saltando en mil pedazos y el caos recibía a los recién llegados con un puñetazo en la cara", escribe Dylan en Crónicas, el primer volumen de suexcelente autobiografía. Bob Dylan llegó en tiempos de cambio y sus canciones fueron uno de los motores de la transformación. Entre 1962 y 1966, en sólo cuatro años, publicó siete álbumes que son siete joyas que marcaron el espíritu de su generación y que hoy continúan siendo fundamentales:

    Bob Dylan (1962), The Freewheelin' Bob Dylan (1963), The Times They Are a-Changin'(1964), Another Side of Bob Dylan (1964), Bringing Il All Back Home (1965), Highway 61 Revisated (1965) y Blonde on Blonde (1966). 
Bob Dylan los grabó entre los 21 y los 25 años, algo que hoy, con la distancia que da el tiempo, resulta tan admirable como asombroso.

El álbum ganador del disco de Platino Time Out Of Mind de 1997 obtuvo seis Premios Grammy, incluyendo la categoría Álbum de Año, mientras que "Love and Theft" continuó la racha de Platino y ganó varias nominaciones a los Grammy y una estatuilla al Mejor Álbum de Folk Contemporáneo. Modern Times, publicado en 2006, se convirtió en uno de los álbumes más populares del artista, vendiendo más de 2,5 millones de copias en todo el mundo y valiéndole a Dylan otros dos Grammys. Together Through Life fue el primer álbum del artista que debutó en el #1 tanto en EEUU como Reino Unido, al igual que en otros cinco países, con ventas de más de un millón de copias. Tempest fue aclamado de forma unánime por la crítica tras su lanzamiento y alcanzó el Top 5 en 14 países, mientras que Shadows In The Night fue alabado por los fans y la crítica por el singular talento interpretativo que en él demuestra Dylan.

Modern Times, publicado en 2006, se convirtió en uno de los álbumes más populares del artista, vendiendo más de dos millones y medio de copias en todo el mundo; álbum con el que Dylan se alzó con dos Premios Grammy más. Together Through Life se convirtió en el primer álbum del artista en debutar en el #1 tanto en EEUU como Reino Unido, al igual que en otros cinco países, mientras alcanzaba ventas de más de un millón de copias. Tempest ha recibido elogios unánimes de la crítica de todo el mundo tras su lanzamiento, y llegó al Top 5 en 14 países,
mientras que las giras de conciertos del artista por todo el mundo durante los últimos años han destacado especialmente el singular repertorio de este álbum.
 2015  "Shadows in the Night" el 3 de Febrero de.  Columbia Records Con diez nuevas canciones, el álbum producido por Jack Frost es el disco de estudio No.36 de Bob Dylan, y se trata del primer trabajo con material nuevo del artista desde el lanzamiento en 2012 del exitoso Tempest.
 Bob Dylan comentó: “Ha sido un gran privilegio grabar este álbum. Desde hace tiempo he querido hacer algo así pero hasta ahora no he sido lo suficientemente valiente para abordar complicados arreglos escritos para  30 músicos y refinarlos para que suenen bien en una banda de cinco. Esa es la clave de todas estas interpretaciones. Conocíamos estas canciones muy bien. Todo se hizo en directo. Quizás una o dos tomas. Sin pistas dobladas. Sin cabinas donde grabar la voz. Sin auriculares.

Sin separación de pistas, y, en su mayor parte, se ha realizado la mezcla mientras se grababa. No me siento como si estuviera versionando estas canciones, de ningún modo. Ya han sido lo suficientemente versionadas. Enterradas, en realidad. Lo que estamos haciendo mi banda y yo, básicamente, es descubrirlas. Sacarlas de la tumba y ponerlas a la luz del día.”
 Shadows In The Night de 2015, alcanzó el Top 10 en diecisiete países, incluyendo el puesto 7 en EEUU,  el  3 en España y debutando en el número 1 en el Reino Unido, Irlanda, Suecia y Noruega.

2016  FALLEN ANGELS  Columbia Records que  incluye doce clásicos norteamericanos escritos por algunos de los compositores más influyentes y aclamados de la música, el álbum muestra el talento único de Dylan como vocalista, arreglista y líder de una banda. Producido por Jack Frost, es el álbum de estudio número 37 de Bob Dylan y se trata de la primera entrega de nueva música desde que el artista lanzara Shadows In The Night, a principios de 2015.
     En Fallen Angels, Dylan incluye canciones de una amplia variedad de compositores como Johnny Mercer, Harold Arlen, Sammy Cahn y Carolyn Leigh que él ha elegido y grabado con el grupo que le acompaña de gira. El álbum fue grabado en el Capitol Studios en Hollywood en 2015.

Los seis álbumes fueron publicados en un periodo creativo que abarca 18 años, que también incluye la grabación de una composición ganadora de un Oscar y un Globo de Oro, "Things Have Changed," del film Wonder Boys, en 2001; una autobiografía de éxito mundial, Chronicles Vol. 1, que permaneció 19 semanas en la Lista de libros más vendidos del New York Times, en 2004, y un documental dirigido por Martin Scorsese, No Direction Home, en 2005. Bob Dylan también publicó su primera colección de clásicos navideños, Christmas In The Heart, en 2009, decidiendo donar las ganancias del disco a ONGs que luchan contra el hambre en el mundo.

     Recientemente, Bob Dylan recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más importante de EEUU. Fue galardonado con un Premio Pulitzer especial en 2008 por “su profundo impacto en la música y la cultura de Estados Unidos, marcado por composiciones líricas de extraordinaria fuerza poética.” Además recibió el reconocimiento como Officier de la Legion
d'honneur en 2013, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2007, el Premio Polar Music de Suecia en 2000 y Doctorados de la Universidad de St. Andrews y Princeton, entre otros numerosos honores.

Dylan agradece el Premio Príncipe de Asturias: "Permítanme agradecer al Rey, al Príncipe Felipe y a los españoles el haberme concedido el Premio Príncipe de Asturias. Soy consciente del enorme prestigio que este Premio proporciona, así como también de la larga lista de ilustres galardonados. Es realmente un gran honor. Lamentablemente no puedo estar ahí para recibir el premio en persona, pero espero regresar pronto a España para manifestar mi gratitud por este galardón."

http://www.bobdylan.com 



VIDEOCOLECCIÓN INDYROCK * ARCHIVO HISTÓRICO



JOYAS DE INDYROCK

'Pioneros en la era de las redes' 
Grabaciones de directo de grupos que marcaron las pautas de la música alternativa a lo largo de dos décadas. 




 


AGENDA DE FESTIVALES

Eventos, citas por meses...:

LOS GRANDES FESTIVALES Y EVENTOS





INDYROCK * SERVICIOS MUSICALES

Los datos que necesitas conocer sobre:

Productoras Estudios
Locales de ensayo 
Salas de conciertos
Tablón de anuncios
Concursos
Academias de música
Realización de clips

NOTICIAS DE ROCK LATINO 
INDYROCK * INICIO


PROMOCIONATE EN INDYROCK
¿Quieres dar a conocer tu trabajo?


Te ofrecemos la plataforma de IndyRock para promocionar tus eventos, grupos, discos, salas y tus productos mediante el sistema de páginas informativas y espacios esponsorizados. Si eres músico, empresario musical... es la forma más eficaz y rápida de dar a conocer tu oferta, con tarifas especiales. Contacta con nosotros